Este artículo versará sobre el debate que es muy necesario enfrentar acerca de la libertad de expresión y la cultura de la cancelación que subyuga a esta libertad. Empezaremos este artículo por exponer en los siguientes tres párrafos unos enunciados que seguro que al lector le provocarán algo dentro de él y luego analizaremos el debate de la libertad de expresión.
UNO: El género no existe, únicamente existen dos sexos en el ser humano: mujer y hombre. No hay posibilidad, por tanto, de hablar de progenitor gestante o no gestante. Siempre habrá una madre y un padre que procreen al niño o a la niña. La autopercepción de género o transexualidad no es mas que aceptar que un sexo de la naturaleza tiene que adoptar una serie de roles impuestos por la sociedad y que cuando uno se autopercibe como uno de ellos ha de adoptarlos.
DOS: Relacionado con lo anterior, no existe, por tanto, aquello que tan frecuentemente denominamos violencia de género. Ya que al no existir el género tampoco existe una violencia asociada a él. La violencia tampoco esta asociada al sexo de una persona, es una característica propia de la persona. Puede ser ésta violenta o mas bien pacífica en una relación. Esto no quiere decir que neguemos que exista violencia en las relaciones, pero, insistimos, no están vinculadas a un supuesto género o sexo.
TRES: El ser humano poco tiene que ver con el calentamiento global o, como recientemente se llama, cambio climático, parece ser que ya no convence el término calentamiento. El clima tiene épocas de mayor calentamiento y otras de mayor enfriamiento que solo se explican mediante autoregulaciones térmicas de la atmósfera. Además, hemos podido comprobar en numerosas ocasiones como las predicciones acerca del clima no se han cumplido en absoluto, algunas de ellas decían que para este año ciudades como Barcelona iban a estar sumergidas bajo el agua.
Si el lector de este artículo se ha sentido incomodo, molesto o incluso enojado leyendo estas lineas es que la cultura de la cancelación ha funcionado en su caso. No se preocupe es normal, vemos diariamente como mensajes contrarios a los expresados en los anteriores puntos se nos introducen tanto en los medios de comunicación, en el trabajo y en otras facetas sociales. Esta cultura se fundamente también en la llamada Espiral del Silencio, término acuñado por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. Una espiral en la cual se introduce un concepto a modo de “verdad absoluta” y que va poco a poco penetrando en la sociedad sin que se pueda ni siquiera cuestionar. Dado que un simple cuestionamiento de esa verdad podría suponer ser cancelado o expulsado de la sociedad.
Estas técnica de cancelación social la suelen usar muchos políticos, sobre todo socialistas, en colaboración con empresarios a los que financian y medios de comunicación para expandir sus ideas y hacer una sociedad cada vez mas homogénea atentando con ello contra la libertad de expresión. La libertad de expresión es quizás el instrumento más fundamental que tenemos los hombres para producir cambios en la sociedad. Gracias a ella se dio la revolución francesa, la bolchevique, la primavera árabe, etc. Es un arma muy poderosa que también como toda libertad encarna una responsabilidad.
Debemos expresarnos con libertad, con toda la libertad, pero debemos siempre hacer previamente un esfuerzo de documentación de distintos puntos de vista. Es bueno, por ejemplo, cuestionar los tres puntos anteriores. Ver qué parte de razón pueden tener y cuál no. Una vez hecho este esfuerzo, debemos defender con mucho hincapié nuestros posicionamientos.
Debemos defender esta gran herramienta que puede provocar grandes cambios. Estamos en una época que quizás sea fácil defenderla dado que tenemos redes sociales. Pero tengamos siempre en cuenta que, hasta en esas “libres” redes sociales, puede haber censura.
En definitiva, para evitar ser cancelados debemos defender nuestra libertad de expresión siempre y cuando este bien documentada para que sea ésta responsable.