En el último año, las principales entidades bancarias españolas han experimentado una disminución significativa en su red de oficinas y plantilla de empleados. Según los informes financieros publicados por los bancos, la red de oficinas se redujo en aproximadamente 1.360 sucursales, situándose en un total de 10.500 oficinas a cierre de diciembre. Además, el número de empleados ha disminuido en 5.800, con una plantilla cercana a los 120.600 trabajadores a finales del año.
Sin embargo, comparado con la situación de septiembre, se ha ralentizado el ritmo de cierres de oficinas y salida de trabajadores. La red de oficinas se ha reducido en 100 sucursales y el número de empleados ha aumentado en 300 personas.
Este proceso ha sido impulsado por la pandemia y la necesidad de ganar eficiencia. El sector bancario ha optado por una reestructuración que ha reducido su red de oficinas y plantilla, pero ha aumentado la oferta de servicios digitales. Además, las fusiones de CaixaBank y Bankia y Unicaja y Liberbank han tenido como objetivo mejorar la competitividad del sector.
Sin embargo, esta estrategia no ha estado exenta de problemas. En particular, a principios del año pasado, un jubilado llamado Carlos San Juan inició una campaña para pedir una atención adecuada para el colectivo de personas mayores, que suelen tener dificultades para adaptarse a la digitalización. El sector reaccionó con medidas para garantizar una atención personalizada tanto para los mayores como para las personas con discapacidad.
Además, el entorno rural ha sido afectado por el cierre de oficinas, por lo que la banca ha firmado un acuerdo con Correos para mejorar el acceso a servicios financieros en zonas rurales. La banca se ha comprometido a garantizar al menos un punto de acceso presencial a servicios bancarios en todos los municipios de más de 500 habitantes en un plazo de seis meses, y en caso de no lograrlo, instalar cajeros genéricos en un plazo adicional de seis meses.
Entre las entidades, Santander mantuvo prácticamente el mismo número de oficinas que el año anterior, con 1.913 oficinas y una plantilla de 26.839 trabajadores, con un aumento interanual del 0,62%. BBVA también mantuvo su red en 1.886 sucursales y aumentó un 4,4% su número de empleados.