Uno de los principales problemas de los que actualmente se está hablando es la viabilidad del sistema de las pensiones. Un problema que cada año que pasa se ve más agravado. En estas líneas vamos a tratar de desentrañar la situación que se vive actualmente en España con respecto al Sistema Estatal de Pensiones y ver las posibles alternativas que existen.
En primer lugar, vamos a dejar claro que nuestro Sistema Público o Estatal de Pensiones se fundamenta en el principio de “Solidaridad Intergeneracional” esto es que las actuales pensiones se pagan con las actuales cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores y empresarios. Es decir que frente a una posible creencia popular, por ejemplo un trabajador no está cotizando, vía sus rendimientos del trabajo, para garantizarse su pensión en el futuro. Está cotizando para pagar las pensiones de los actuales pensionistas, en particular está contribuyendo al pago de las pensiones de jubilación. También conviene destacar que un pilar fundamental de este sistema de cotizaciones es que se basa en la obligatoriedad del pago de esas pensiones. Es decir el cotizante no puede negarse al pago de la misma. Generalmente, el trabajador español paga, a pesar de la obligación que tiene, con relativo gusto- permítame el lector esa expresión- con la esperanza de que en el futuro, cuando llegue su merecido retiro, sean otros los que le paguen la jubilación.
Como hemos mencionado en el apartado anterior el sistema se basa en la “Solidaridad Intergeneracional”, tenemos que ver, primeramente para entender el problema que existe, en que situación se encuentra tanto la población española como el propio sistema de pensiones.
La actual situación demográfica española puede resumirse en que estamos viviendo un llamado “invierno demográfico” esto es que cada año que pasa hay menos nacimientos. La tasa de natalidad española en el año 2021 se situó, según el Instituto Nacional de Estadística, en 7,12 % con un índice de Fecundidad de 1,19 hijos por mujer. Destaquemos en este punto que son datos con tendencia descendente. En ese mismo año la esperanza de vida se situó en 83,07 años (85,83 en mujeres y 80,27 en hombres), con tendencia alcista . Remarcamos estos datos dado que los dos primeros (tasa de natalidad y fecundidad) afectan de manera directa a largo plazo en los futuros ingresos en el sistema y el último (esperanza de vida) en los gastos. Un par de datos que son también importantes a tener en cuenta son los de la tasa de paro actual en España que se situá en el 12,9% según la última Encuesta de Población Activa, aunque por el sistema de recogida de datos de la misma podríamos tener más parados reales. Y, otro, que es el del paro juvenil (menores de 25 años) que es especialmente alarmante que se situá en mas de un 30%, uno de los peores datos según Eurostat, siendo uno de los peores de la zona Euro.
Centrándonos ahora en los datos propios del sistema de la Seguridad Social, diremos que según los actuales Presupuestos Generales del Estado el gasto en pensiones asciende a un importe de 191.654.123,74 € que, según esos mismos presupuestos, supone un incremento del 10,77% con respecto a los presupuestos del ejercicio anterior. Otro dato importante a tener en cuenta son los ingresos a la seguridad social que se sitúan en 128.123 millones de euros. Según el Gobierno de España suponen mas de 10 mil millones mas que el año anterior. Finalmente, dentro de este apartado tenemos que la deuda de la Seguridad Social estaría cerca de los 100.000 millones de Euros, según el Banco de España.
Teniendo presentes todos estos datos observamos que el problema de la Seguridad Social es real. Observamos que a medio y largo plazo el sistema dejará de percibir cotizantes y empezará a sumar mayores pensionistas. Además vemos que en el corto plazo el Sistema ya está en Deuda lo cual genera mucha incertidumbre acerca de su vialidad.
Dada esta preocupante situación se han planteado dos soluciones de cambio de mentalidad. Una de ellas pasa por abandonar completamente el sistema de “Solidaridad Intergeneracional” e implantar un sistema de cotización personal. Este es en resumen el sistema denominado “Mochila austriaca” estatal. Un sistema en el cual el cotizante va haciendo una hucha que le permita en caso de desempleo o de jubilación tener unos ahorros de los cuales poder proveerse. Otra alternativa supone abandonar el estatalismo y que el trabajador si así lo desea se haga un plan de pensiones privado, es el sistema llamado de capitalización privada. Posee la ventaja de que al trabajador se le permite elegir el sistema que mejor se ajuste a sus gustos y, además, su sueldo se vería aumentado dado que ya no se le quitarían las llamadas cotizaciones sociales.
Como ambos sistemas requieren un proceso de transición en el largo plazo, nos preguntamos: ¿Qué medidas se pueden llevar a cabo para intentar corregir el problema actual de la seguridad social? La respuesta no es fácil, pero se requieren medidas en las que se fomente la natalidad (como por ejemplo el pan de fomento de la Natalidad de la Comunidad de Madrid que inició el año pasado), medidas también enfocadas a mejorar la generación de puestos de trabajo (reforma laboral, incentivos a la creación de empresas, a la contratación, etc), incentivar también la llegada controlada de inmigrantes (agilizando para ello la concesión de permisos de trabajo) además y ahora que estamos en año electoral deberían los candidatos abstenerse de hacer promesas de aumento de las pensiones dado que ello aumenta el gasto y la deuda del sistema, medida esta muy complicada de cumplir.
En resumen, el problema de la seguridad social es complejo de resolver dado que es una crisis social que estamos viviendo que se ve acrecentada por medidas contrarias a la sostenibilidad del actual sistema. Soluciones y alternativas hay, pero viendo el actual panorama político, no hay una voluntad decidida de ponerle solución (salvo alguna honrosa excepción) que no sea aumentar la deuda, como en muchos otros ámbitos públicos.