Pablo de Palacio: «Las euroórdenes de Pablo Llarena se someten a su examen final ante el TJUE»

Pablo de Palacio es abogado y criminólogo, además de miembro de Liderem 

Pablo de Palacio: "Las euroórdenes de Pablo Llarena se someten a su examen final ante el TJUE"

Las euroórdenes de Pablo Llarena se someten a su examen final ante el TJUE. Mañana, 31 de enero, está previsto que la Gran Sala haga pública su sentencia por la que los magistrados deberán dar respuesta a las preguntas formuladas por el instructor de la causa del “procés” acerca de las euroórdenes.

En marzo de 2021, Pablo Llarena remitió una serie de cuestiones prejudiciales al TJUE, con sede en Luxemburgo, después de que la justicia belga rechazara la extradición del ex consejero de Cultura Lluís Puig.

Tanto el juzgado de instancia como el Tribunal de Apelación de Bruselas consideraron que no podían dar cumplimiento a la euroorden porque el Tribunal Supremo carecía de competencia para juzgar al ex consejero, concluyendo que su entrega podría acarrear graves vulneraciones de derechos fundamentales como el de la presunción de inocencia.

En julio de 2022, el Abogado General de la Unión Europea, Jean Richard de la Tour, concluyó que la justicia belga se había extralimitado porque no estaba autorizada – en el seno de un proceso de extradición – a valorar cuestiones de competencia judicial de un Estado Miembro.

Afirmaba, además, que la justicia belga habría contravenido los principios de “autonomía procesal y de reconocimiento mutuo” y recordaba que “la ejecución de la euroorden constituye la regla, mientras que la denegación se concibe como una excepción que debe ser objeto de interpretación estricta”.

Finalizaba esgrimiendo que únicamente podría denegarse la extradición sobre la base de posibles vulneraciones de derechos fundamentales si se acreditaban “deficiencias sistemáticas o generalizadas” en el sistema judicial español, algo que no acreditó la justicia belga al denegar la entrega de Lluís Puig.

Si bien las conclusiones del abogado general no son vinculantes para la Gran Sala, constituyen un punto de partida importante dado que en escasas ocasiones existe contradicción entre los magistrados y los abogados generales de la Unión.

De ahí que Gonzalo Boye, abogado de distintos líderes independentistas, valorara negativamente las conclusiones del abogado general y la deriva que ha cogido el asunto de las euroórdenes. El veredicto final, no obstante, está en manos de la Gran Sala del TJUE.

¿Qué sucede si el TJUE da la razón a la justicia belga?

La primera de las opciones es que el TJUE dé la razón a la justicia belga y confirme que la denegación de la extradición puede fundarse en una presunta incompetencia del órgano requirente (en este caso del Tribunal Supremo) así como en la posible vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la presunción de inocencia.

En el caso de que la Gran Sala se decantara por esta opción, contraviniendo las conclusiones de su Abogado General, el instructor de la causa del procés Pablo Llarena debería asumir la inviabilidad de emitir nuevas euroórdenes para la entrega de los líderes independentistas.

Sin embargo, no parece que esta opción vaya a calar hondo en los magistrados del TJUE. No lo parece por dos motivos. El primero porque se vaciaría de contenido el sentido de la euroorden, entendida como un mecanismo de cooperación mutua entre estados miembros. Y el segundo porque supondría expropiar autonomía legislativa y procesal al estado requirente que goza de plena soberanía para determinar cuál es la competencia judicial en su sistema jurisdiccional.

¿Qué sucede si el TJUE da la razón a Pablo Llarena?

Por el contrario, si el TJUE diera la razón al magistrado instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, y sentenciara que la denegación de la extradición no puede fundarse en cuestiones internas de competencia ni en posibles vulneraciones no acreditadas de derechos fundamentales, se remitiría nuevamente el asunto al Juzgado de Instancia belga para que resolviera nuevamente con arreglo a los criterios establecidos por la Gran Sala.

En este caso muy probablemente la justicia belga fallaría ejecutando la extradición y acordando la entrega del ex consejero de Cultura Lluís Puig al Tribunal Supremo. Debemos recordar que ya no lo haría por el delito de sedición, al haber sido despenalizado en la reforma del Código Penal de finales de diciembre, sino por el delito de malversación de caudales públicos que el magistrado instructor Pablo Llarena continúa atribuyéndole y que podría acarrear penas de prisión de hasta 12 años.

¿Qué efectos tendría sobre Puigdemont, Comín y Ponsatí?

Si la resolución del TJUE concluye que la extradición de Lluís Puig fue erróneamente denegada, acarrearía consecuencias sobre Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí.

No obstante, a diferencia de Lluís Puig, éstos gozan de inmunidad parlamentaria dado que tienen reconocida su condición de eurodiputados desde que en diciembre de 2019 el TJUE reconociera, en el procedimiento sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que “una persona elegida al Parlamento Europeo adquiere la condición de miembro de dicha institución desde la proclamación oficial de los resultados y goza desde ese momento de las inmunidades derivadas de tal condición”.

Actualmente los dirigentes independentistas tienen cautelarmente atribuida la inmunidad del Parlamento Europeo hasta que se resuelva su recurso sobre esta cuestión cuya sentencia está prevista que se dé a conocer a principios de marzo.

No obstante, y si fuera contraria a sus intereses, la sentencia que dicte el Tribunal General de la UE sería recurrible ante el TJUE, la instancia superior, de modo que podría incluso alargarse este periodo de interinidad.

Con todo ello, y dado que Carles Puigdemont, Toní Comín y Clara Ponsatí tienen reconocida su condición de eurodiputados, únicamente podrían ser extraditados a España si previamente el Tribunal Supremo remitiera al Parlamento Europeo un suplicatorio para su procesamiento.

En caso contrario, el magistrado instructor debería esperar a que fuera firme la causa sobre la inmunidad que, en caso de retirárseles, daría lugar a extraditarlos como al ex consejero de Cultura Lluís Puig sin necesidad de remitir el oportuno suplicatorio al Parlamento Europeo.

En definitiva, la sentencia de mañana tendrá una importante trascendencia tanto a nivel personal para los líderes independentistas que se encuentran fuera de España, como para la justicia española y el conjunto de la justicia europea.

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