Un depredador sexual sale en libertad por la ley del “Sólo Sí es Sí”. Es el caso de Daniel Padial González, violador reincidente y no rehabilitado que ha salido de prisión cuando aún le faltaba medio año de cumplimiento de condena.
La Audiencia Provincial de Lérida no ha podido negarse a su excarcelación pese a advertir que “el riesgo de reincidencia es muy alto”. La nueva ley del Ministerio de Igualdad obliga a los Tribunales a rebajar las penas de prisión por aplicación del principio de retroactividad de la ley penal más favorable.
Los vecinos leridanos contienen la respiración ante lo que consideran un riesgo potencial para sus habitantes. Daniel Padial González tardó sólo un mes en volver a violar cuando salió de prisión en el año 2008 y se teme que pueda volver a hacerlo porque los informes penitenciarios son desfavorables.
Ante esta circunstancia, los Mossos d’Esquadra i la Fiscalía han recibido instrucciones de la Generalitat de Catalunya para extremar las precauciones. También se pide al Ministerio Público que, en la medida de lo posible, solicite la aplicación de medidas post penitenciarias tendentes al control de este individuo.
Con ello la ley del “Sólo Sí es Sí” bate un nuevo récord. No sólo ha permitido la rebaja de hasta 246 condenas a agresores sexuales y 23 excarcelaciones – con esta 24 -, sino que además se postula como la norma que ha regalado la libertad anticipada a uno de los más temidos depredadores sexuales de la provincia de Lérida.
Medidas post penitenciarias para los depredadores sexuales
Una de las peticiones que se lanza desde el ejecutivo catalán al Ministerio Fiscal es que solicite la aplicación de medidas post penitenciarias de control para evitar que Daniel Padial González pueda volver a agredir sexualmente.
No obstante, las medidas post delictuales deben establecerse en sentencia. De ahí que sea extremadamente complicado acceder a las peticiones de la Generalitat de Catalunya dado que, de lo contrario, se estaría modificando una resolución judicial firme.
Daniel Padial González tiene una orden de alejamiento de las víctimas por un plazo de diez años desde su puesta en libertad. Sin embargo, más allá de esa medida post delictual, el depredador sexual puede hacer vida completamente normal.
De ahí que en casos como este defienda la cadena perpetua, ahora mal llamada prisión permanente revisable. Y es que no hemos de olvidar que el derecho penal tiene una función punitiva pero, también, preventiva; circunstancia ésta que debería impedir que depredadores sexuales no rehabilitados pudieran pisar la calle con absoluta libertad.
La omisión de deberes del Ministerio de Igualdad
El Ministerio de Igualdad y su máxima representante, Irene Montero, han omitido sus deberes más elementales. El gobierno más progresista y feminista de la era democrática pasará a la historia por legislar a favor de los agresores sexuales y no de sus víctimas.
Lo más grave de todo, no obstante, es la ausencia de autocrítica. Y es que sólo previa aceptación de los errores, éstos pueden remediarse. Actualmente asistimos atónitos a numerosas rebajas de condena y excarcelaciones. Pero entre tanto nadie tiene agendada la modificación y corrección de la ley.
No sé si se trata de incompetencia o de conformismo. Lo que es evidente es que nuestro ejecutivo ni es feminista ni lucha por los derechos de las mujeres. Y es que si lo hiciera, ante un error de estas características, le hubiera faltado tiempo para corregir sus imprecisiones.
En definitiva, es más sencillo achacar las culpas a un presunto machismo de los jueces y magistrados que asumir la responsabilidad de uno mismo. Es más sencillo organizar coloquios en mesa redonda en los que la Secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, se mofe de las excarcelaciones y rebajas de condenas que legislar para que ello no siga sucediendo.