El independentismo podrá salirle muy caro a los catalanes.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, admitió durante la Cumbre de Granada que está negociando la amnistía con Carles Puigdemont. Un paso previo a la otra exigencia de Junts para investirle: el referéndum de independencia.
El director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria, José María Rotellar, explica en un artículo de opinión publicado en ‘The Objective’ que el proceso independentista tendrá un importante impacto económico para Cataluña.
“Es cierto que el conjunto de España sufriría, al despedazarse una parte importante de España, la segunda región por volumen de PIB, tras Madrid, con cerca del 20% de la generación del mismo, y una elevada población, que supondría un coste para el conjunto nacional. Ahora bien, Cataluña se empobrecería sumamente, como podemos ver a continuación”, explica el también antiguo viceconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid.
A su entender, una hipotética independencia de Cataluña mermaría su PIB en un 30% (57.819 millones menos), perdiendo un millón de empleos (1.012.146 puestos de trabajo), que elevaría la tasa de paro de Cataluña, casi triplicando la actual, hasta el 39%.
Además, tendrían que pagar sus pensiones, 1.772.326 con los últimos datos disponibles.
“Es cierto que tratarían de hacer valer el devengo del derecho generado, pero dicho devengo se sostiene con la aportación de los activos actuales, al ser un sistema de reparto, con lo que si dejasen de cotizar sus activos podría quedar en el aire la cobertura de sus pensionistas. Adicionalmente, como es deficitaria, una Cataluña independiente tendría serios problemas para compensar la diferencia con la emisión de deuda, que se encuentra en el límite de nivel de bono basura, al que volvería en caso de independencia”, precisa Rotellar.
Impacto inmediato
El director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria, recuerda que no es la primera vez que el movimiento independentista hunde la economía catalana, ya que nada más proclamarse la DUI, muchas empresas comenzaron a irse de Cataluña “para huir del escenario de miseria que el independentismo originaría”.
Una situación que provocó que muchas empresas (más de 4.000, con una facturación de más de 100.000 millones de euros) cambiasen su domicilio social y operativo. También las principales entidades financieras de origen catalán: Caixabank y Banco Sabadell.
A lo que el experto añade que ese proceso de la aprobación de la DUI hizo perder a la economía catalana 433 millones de euros de actividad económica, principalmente en el sector turístico, donde se perdieron 180.000 turistas, según Exceltur, y 319 millones menos de actividad económica. El siguiente sector más perjudicado fue el textil y el pequeño comercio.
Y añade: “Con el terrorismo callejero tras la sentencia del TS, también se generaron importantes mermas en la actividad económica, de manera que tuvo un descenso de actividad económica de 600 millones de euros. Sólo el corte de carreteras tuvo un impacto negativo económico diario de 25 millones de euros. Por su parte, Seat, al temer por sufrir vandalismo en su planta, dejó de producir 3.500 vehículos”.
En resumen, esto sumó un deterioro de la actividad económica en Cataluña de 1.033 millones de euros, que ha empobrecido a la región catalana. Sumado a que hizo descender el PIB en 457 millones de euros, que fueron adicionales a lo que descendieron por la desaceleración económica y provocó una pérdida de 8.000 empleos adicionales a la pérdida de empleo que supuso la ralentización económica.