El Gobierno de Pedro Sánchez presume de la subida del salario bruto, pero los españoles son más pobres.
A pesar de que los sueldos subieron en España el año pasado un 4,6% de media, prácticamente la mitad de lo que lo hicieron los precios, ya que la inflación promedio del pasado ejercicio fue del 8,4% internual.
De esta forma, el salario medio de los españoles fue de 25.353,22 euros brutos al año en 2022, pero el incremento que percibieron en sus nóminas no sirvió para poder mantener su poder de compra.
Dado que los precios subieron el doble, en la práctica los trabajadores se empobrecieron, ya que pese a su subida salarial no pudieron ni siquiera mantener el mismo nivel de consumo del año precedente, según los datos publicados este viernes por el INE. Además, este es el salario medio bruto, al que hay que descontar el pago de impuestos. Dado que el Gobierno no deflactó el IRPF el año pasado, los trabajadores a los que se subió el sueldo por debajo de la inflación habrán pagado más a Hacienda sin que eso se traduzca en una ganancia de poder adquisitivo.
Los sueldos supusieron un 74% del coste total que afrontaron las empresas por tener en nómina a trabajadores, mientras que del 26% restante la partida más importante fueron las cotizaciones sociales obligatorias a la Seguridad Social, que supusieron 8.055,63 euros por trabajador de media y que representaron el 23,5% del coste total. Las cuotas a la Seguridad Social se elevaron el año pasado precisamente como parte de la reforma del sistema de pensiones y supusieron un 4,2% más que en 2021.
Del resto de partidas que componen el coste, 491,74 euros anuales por trabajador se destinaron a beneficios sociales, 172,81 a gastos derivados del trabajo, 144,33 correspondieron a indemnizaciones por despido y 68,32 a formación profesional.
En total, el coste total por trabajador para las empresas fue de 34.286,05 euros brutos durante 2022, un 4,2% más que en el año anterior. Si se deducen las subvenciones y deducciones recibidas de las Administraciones Públicas para fomentar el empleo y la formación profesional, las compañías asumieron un coste neto de 34.058,83 euros por trabajador.
La indemnización por despido media fue de 144,33 euros, un 30% inferior a la de 2021, siendo lógicamente los sectores con contraprestaciones más altas aquellos en los que los sueldos son más elevados: en servicios financieros se pagó de media 1.203 euros a los despedidos; en coquerías y refino de petróleo, 1.201 euros; y en actividades inmobiliarias, 761 euros.
Por el contrario, los despidos en el transporte aéreo tuvieron un coste medio de 2,28 euros; en educación, de 9,8 euros; en la Administración Pública y la Seguridad Social, de 14,7 euros, y en las actividades sanitarias, de 16,4 euros.