Aurelio García del Barrio advirtió que el euríbor volverá a subir en los próximos meses.
Durante su entrevista con 24H Economía, el director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB consideró que la caída del índice a partir de la quiebra del Silicon Valley Bank solo se mantendrá en el corto plazo. En otras palabras, que solo se tratará de un respiro momentáneo para aquellas personas que cuentan con hipotecas de tipo variable.
“A corto plazo, el Banco Central Europeo (BCE) y la FED monitorizarán de cerca cuál es la situación, por lo que serán prudentes. Pero a medio plazo el objetivo sigue siendo el de controlar la inflación, y como ya hemos visto están penalizando el crecimiento en aras de controlar a la inflación”.
En este sentido, García del Barrio apunta en la misma dirección de las previsiones que auguran que los tipos del BCE harán techo en el 4,25% en julio.
José Antonio Puglisi y Aurelio García del Barrio
Si bien el director del Global MBA no considera que la quiebra del Silicon Valley Bank vaya a tener un impacto significativo en la banca española y mucho menos similar al de la crisis sufrida en 2008, sí pone énfasis en que España se enfrentará a un duro escenario económico durante 2023.
A pesar de que las previsiones de crecimiento son positivas y que el Gobierno de Pedro Sánchez presume de que será la economía que más crecerá dentro de la Unión Europea, el experto recordó un aspecto fundamental:
“Lo importante es la tendencia. Claramente tenemos una desaceleración, mientras oímos al Gobierno decir que somos la economía que más va a crecer dentro de la Unión Europea. Pero no dicen que también somos el único país que no había recuperado los niveles previos a la pandemia. Entonces, es como hacernos trampas al solitario”, precisó.
A lo que agregó: “Nuestro crecimiento es muy bajo, con una inflación muy alta todavía y, básicamente, estamos ante una situación de estanflación. Esa es la realidad”.
Ante dicho escenario económico, García del Barrio recuerda que “no era el momento oportuno” para que el Gobierno impulsara la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la “reformita” de las pensiones, cuando lo que en realidad hacía falta era “una reforma estructural del sistema de pensiones para garantizar su estabilidad en el futuro”.