El director de 24hEconomia.com, Hugo Pereira, entrevista al conocido analista financiero Eduardo Bolinches para analizar las previsiones económicas de este 2023 y el problema que tenemos para el sostenimiento de las pensiones, cuya reforma es todavía una materia pendiente del Gobierno de Pedro Sánchez.
En líneas generales, no son buenas las perspectivas económicas para este 2023.
Así lo estima la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, que alerta que la economía mundial se enfrentará a un año más complicado de lo que fue 2022, como consecuencia de la desaceleración simultánea de las tres mayores economías del planeta: Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y China. Tal será el efecto de esta ralentización que hasta un tercio de la economía mundial podrá entrar en recesión.
Según las previsiones económicas del FMI para este año, habrá una contracción de la economía a nivel global que tendrá como consecuencia que el crecimiento mundial caiga hasta al 2,7% en este 2023. Esto significaría el segundo año consecutivo de retroceso, ya que 2021 cerró en el 6%, pero en 2022, ya bajó al 3,2%.
De acuerdo a Georgieva, los Estados Unidos cuentan con una economía más robusta y podrá evitar entrar en recesión, pero no es el caso de Europa, y alerta, en una entrevista con la cadena CBS, que «la mitad de la Unión Europea estará en recesión el próximo año». Por su parte, estima que la economía china se va a desacelerar aún más.
Pero el pronóstico nada alentador se traslada a prácticamente la totalidad de los países; al asegurar que hasta un tercio de la economía mundial «estará en recesión», y que en aquellos que la puedan esquivar, igual «se sentirá como una recesión para cientos de millones de personas».
Sobre los llamados mercados emergentes, la economista búlgara advierte que el escenario es «aún más grave» porque les afecta fuertemente «las altas tasas de interés y la apreciación del dólar», lo que puede ser «devastador» en el caso de las naciones con un alto nivel de deuda.
Propósitos para el año 2023 del Gobierno: reforma de pensiones y la subida del SMI
Desde el Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones no se da mucha importancia a que el plazo prometido a la Comisión se haya superado, pues su prioridad es que esta segunda parte de la reforma se asiente, como la primera, en un acuerdo con los agentes sociales, un argumento que asegura que también comparte Bruselas.
Lo mismo pasó con el nuevo sistema de cotización para trabajadores autónomos -en vigor desde este 1 de enero-, que contó finalmente con el respaldo de organizaciones de autónomos y agentes sociales, aunque el acuerdo llegara unas semanas después de lo comprometido en el Plan de Recuperación.
Esta segunda pata de la reforma aborda el destope de las bases máximas de cotización y de la pensión máxima -aunque no al mismo ritmo-, una mejor cobertura de las lagunas de cotización en carreras laborales irregulares y medidas para reducir la brecha de género en pensiones.
El problema es que el Ministerio ha puesto también sobre la mesa una propuesta para ampliar progresivamente el periodo de cálculo de la pensión de los 25 años actuales a un total de 30 años, con el descarte de los dos peores años cotizados.
Esta propuesta ha generado polémica entre los agentes sociales y dentro del propio Gobierno, con Unidas Podemos negándose a acometer cualquier cambio que suponga una merma de las pensiones, como así asegura que ocurrirá si se amplía el periodo de cómputo.
A CCOO y UGT tampoco les ha gustado nada esta propuesta. No sólo alegan que es innecesaria, habiendo culminado en 2022 la anterior extensión del cómputo de 15 a 25 años, sino que entienden que no era una cuestión recogida en el Pacto de Toledo ni goza del suficiente apoyo político para su implementación. Los empresarios, por su parte, también defienden que no es una recomendación de la Comisión del Pacto de Toledo y creen que lo primero sería discutirlo en dicho foro antes de llevarlo al diálogo social.
La realidad de la economía española: dopada de estímulos y en plena desaceleración
Según un informe publicado este miércoles, DBRS ha revisado en nueve décimas a la baja el crecimiento de la economía española en 2023, hasta situarse en el 0,9%. Esta cifra, no obstante, sitúa a España como el país que más crecerá entre las grandes economías del euro.
El Banco de España ha revisado ligeramente al alza -una décima- su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto en 2022, hasta el 4,6%, pero ha recortado sus proyecciones para 2023 en una décima, hasta el 1,3%, debido, sobre todo, al empeoramiento del contexto exterior.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos también ha revisado a la baja, en dos décimas, el crecimiento medio del PIB en 2024, hasta el 2,7%, fundamentalmente debido a la probable extensión en 2023 de una parte de las medidas en vigor durante 2022 para reducir el impacto de la crisis energética, cuya retirada al comienzo de 2024 dará lugar «a un pequeño impacto negativo» sobre la actividad en dicho ejercicio.
Desde el organismo ven probable que las tasas de inflación permanezcan en niveles relativamente elevados varios trimestres en un contexto en el que aún no se aprecian indicios de efectos de segunda ronda significativos a través de los salarios ni de los márgenes empresariales en términos agregados.