El control social hace referencia a las técnicas y estrategias para impedir la desviación y, así, poder garantizar la supervivencia de la sociedad, pues ésta no podrá sobrevivir como tal si unos miembros se “desvían” e incumplen las normas de las mismas.
Así, cuando se habla de control social, se hace referencia al grupo de normas y regulaciones de diferente tipo que son establecidas explícita o implícitamente por una sociedad para mantener el orden de los individuos y permitir el desarrollo de un nivel de vida organizado y controlado. El control social puede hacerse presente de diferentes maneras, tanto a través de prácticas formales como prácticas informales, a través de regulaciones socialmente aceptadas y también a través de coacción del mismo individuo sobre sí mismo.
El control social tiene como objetivo mantener a grupos sociales dentro de un orden formalmente aceptado de modo tal que se respeten un número de normativas básicas que contribuyan a generar estilos de vida organizados y no conflictivos. En este sentido, las regulaciones más claramente visibles respecto a la idea de control social son aquellas que se expresan a través de leyes, estatutos y regulaciones formales que todos los miembros de una sociedad deben cumplir de igual modo. Estas medidas son creadas y aceptadas por el conjunto de la sociedad ya que son explícitamente establecidas. El control social explícito también puede estar relacionado con los intereses políticos y la anulación de las expresiones políticas de diversos grupos de la sociedad, aunque tales situaciones pueden entrar en el marco de lo implícito en determinadas ocasiones.
Sin embargo, también se ejerce control social a partir de métodos informales que no necesitan ser explicitados y que a veces tienen mucha más fuerza que los métodos formales. Aquí debemos mencionar el control social ejercido por las religiones, las jerarquías sociales, los medios de comunicación y la propaganda, las normas morales y otras.
Por su parte, algunos teóricos del conflicto afirman que la mejor forma de hacerle frente es justamente por medio de la resistencia.
El uso originario del término Control Social se remonta a la segunda mitad del Siglo XIX en los EE.UU con Edward Ross (asociado a la Escuela de Chicago); sociólogo norteamericano, quien utilizó dicho término por primera vez en relación a los problemas del orden y la organización social. El sentido otorgado por ROSS a este nuevo concepto excluía de cierto modo los controles estatales, tanto legales como políticos, los que en la práctica demostraron su inoperancia para construir la necesaria armonía social. Desde esta perspectiva, la esencia controladora sería asumida por la sociedad a través de la interacción social persuasiva , de la cual se derivaba el modelamiento de la conciencia individual a las necesidades de su entorno, produciéndose entonces un proceso de asimilación e internalización individual de las normas culturales.
La vida en sociedad hace necesario que se desarrollen mecanismos que garanticen que los miembros del grupo van a comportarse según los valores del mismo. El proceso de organización social hace que esos instrumentos vayan siendo más complejos.
Así, pues, en la definición de control social vamos a encontrar ciertos elementos:
- La esencia del control social está constituida por la presión que el grupo ejerce sobre sus componentes.
- En la relación del control social vamos a encontrar dos sujetos:
- Sujeto Activo: La sociedad o grupo dentro de ella que ejerce la presión o el control. Los sujetos que ejercen el control social se les denomina órganos de control social y se definen como: sociedades, grupos o vínculos sociales capaces de producir y aplicar las diversas clases de control social. Referente a lo anteriormente expuesto, tenemos los siguientes ejemplos de órganos del control social. Como lo son la familia, El Estado, la iglesia, los partidos políticos, la prensa, entre otros.
- Sujeto Pasivo: El individuo o grupo que recibe la presión para que adapte su conducta según los valores sociales. Aquí podemos mencionar la distinción clara entre el control social y en autocontrol. En el autocontrol es el propio individuo en que intenta regular su conducta de acuerdo con los valores o normas que se ha propuesto cumplir; no hay presencia de un sujeto activo colectivo. En cambio, en una relación en la que se manifiesta el control social, el individuo es sujeto pasivo que recibe la influencia del grupo, la presión social para que se adapte a sus valores o normas.
- El objetivo del control social es lograr que los miembros que integran la sociedad amolden su conducta según los lineamientos del grupo social.
Medios de Control Social
En cuanto a los medios de control social, podemos encontrar dos:
- MEDIOS DE CONTROL SOCIAL INFORMALES: Son aquellos que no están institucionalizados, se ejercen a través de manifestaciones que no alcanzan un cierto grado de precisión y regularidad. No hay una organización que nos permita jerarquizar autoridades creadoras de dichas normas, así pues, tenemos como ejemplo los medios de comunicación social, las normas morales, la costumbre, las reglas de trato social, la moda, entre otros. Éstas no tienen una formalización a través de normas o leyes escritas, pero son más importantes que los formales porque transmiten hábitos, normas y valores determinados.
Los agentes del Control Social Informal son los que intervienen en la socialización de los individuos, la que comienza en edades tempranas y se va reforzando y perfeccionando en la medida que éstos van madurando e integrándose a la sociedad. Constituyen verdaderos instrumentos de los cuales se vale la sociedad y la clase que está en el poder para ejercer su dominación sobre el resto de la sociedad, imponiendo sus normas de conducta, valores morales y éticos y su ideología, de acuerdo a las funciones que realicen cada uno de ellos.
Tratan de condicionar al individuo, a adaptarlo a las normas sociales, de disciplinarlo a través de un largo y sutil proceso que comienza en sus primeros núcleos (familia), pasa por la escuela, la profesión, las instancias laborales y culmina con la obtención de su actitud conformista, interiorizando el individuo las pautas y modelos de conducta transmitidos y aprendidos, en esto radica, precisamente, su eficacia.
Éstos no tienen carácter estatal u oficial, de ahí su carácter informal. Ellos son la familia, la escuela, la religión, las organizaciones de masas y sociales, los centros de trabajo y los medios de comunicación masiva entre otros.
Los más importantes son:
La Familia : Es el primer grupo de referencia para el ser humano, en su seno el individuo no sólo nace, crece y se desarrolla sino también va adquiriendo las primeras nociones de vida e incorpora, a través de las relaciones afectivas con los adultos, vivencias de amor, de respeto, de justicia y de solidaridad.
La escuela: Se le atribuye un papel fundamental al igual que a la familia. A ella se integra el individuo en edades tempranas, cuando ya está preparado para salir del seno familiar y adquirir otros tipos de conocimientos a través de la enseñanza y el contacto con personas ajenas que son portadoras de otros valores. En esta etapa comienza a manifestarse ya la influencia del grupo, cuyas pautas debe aceptar el individuo con el objetivo de formar parte de él, o por el contrario, no aceptarlas, por no corresponderse estas con sus patrones de conducta y normas.
Comenta Göppinger que en numerosas investigaciones pedagógicas y sociológicas, que se han realizado sobre la relación entre la escuela y el comportamiento social de los individuos, se han constatado conexiones del fracaso escolar con la irregularidad social.
La Religión: Esta siempre se caracterizó por ser un instrumento de dominación muy fuerte, tan es así que cuenta con un Estado propio (El Vaticano). En países como el antiguo Egipto, por ejemplo, los sacerdotes influían de tal manera en la sociedad que incluso los gobernantes se sometían a ellos y eran los que prácticamente determinaban las políticas del Estado.
La religión, en algunas regiones o países tiene un fuerte arraigo dentro la sociedad a tal punto que la orientación religiosa de los Estados se hace constar en las leyes constitucionales y cuenta con centros de enseñanza importantes a los que los miembros de la sociedad aspiran al objeto de obtener una formación profesional de consideración.
- MEDIO DE CONTROL SOCIAL FORMALES: Son las que se implementan a través de estatutos, leyes y regulaciones contra las conductas no deseadas. Dichas medidas son respaldadas por el gobierno y otras instituciones por medios explícitamente coactivos, que van desde las sanciones hasta el encarcelamiento o el confinamiento. Los medio formales son manifestaciones que tienen alto grado de precisión y organización. En éstos se observa una jerarquía de autoridades que son las encargadas de crear las normas. En los estados de derecho los objetivos y mecanismo de control social están recogidos en la legislación explícita (la constitución).
Se ejerce por las instituciones que integran el sistema penal, Policía, Fiscalía y Tribunales y los centros penitenciarios (control punitivo) está muy vinculado al Derecho por cuanto se dirige a las personas que han vulnerado las normas sociales e incurrido en conductas que han sido tipificadas por la ley como delictivas.
Por su parte, cabe considerar que las leyes no son un conjunto estático de normas (es decir no pasan de generación en generación), sino que son unas directrices que cambian con la sociedad, con el contexto social. La ley es dinámica y es el propio ordenamiento jurídico quien refleja los valores de las personas que ejercen la autoridad. Así, es control social formal es ejercido por agentes autorizados (jueces, policías, directores de colegio…). Sus agentes actúan de modo coercitivo e imponen sanciones estigmatizantes que atribuyen al individuo el singular status de desviado o de delincuente . Este comienza a funcionar entonces cuando ya la instancia informal ha fallado. Sus estrategias fundamentales son la prevención y la represión de los actos que van en contra de las normas establecidas en dicha sociedad (desviaciones).
Así mismo, existen organismos como los psiquiatras que permiten corregir estas desviaciones. Así mismo, los etiquetajes electrónicos, los vigilantes de seguridad privada… son instrumentos que forman parte de este control social.
El control social y los instrumentos para llevarlos a cabo han sufrido una expansión sin precedentes. Es decir, con la Globalización y la Técnica -en la actualidad-, se ha permitido la innovación de las técnicas e instrumentos de control social se ha abierto una clara diatriba entre seguridad y libertad. Hay muchos pensadores que opinan que la sociedad se está convirtiendo en hipercontrolada aunque también hay quien piensa que la introducción de nuevos métodos de control social y el aumento del mismo radicará en una mejor y mayor seguridad para todos nosotros.
Así, en esta sociedad moderna, los sistemas de control social han ido difuminando la línera que separa el control justificado del injustificado (pudiendo, incluso, atentar contra nuestra intimidad).
En la actualidad vivimos en una constante sensación de pánico, parece que todo este pánico se construye en nuestro inconsciente colectivo -como sociedad-, así, como sociedad, opinamos que todo tiene que estar seguro (cuando, efectivamente, la seguridad plena es imposible alcanzarla) e, incluso, nos dejamos someter a vejaciones de los vigilantes de seguridad privada.
DESVIACIÓN
La desviación puede definirse como la falta de conformidad con una serie de normas dadas, que sí son aceptadas por un número significativo de personas de una comunidad o sociedad. Ninguna sociedad puede dividirse sin más entre los que se desvían de las normas y los que las aceptan. Generalmente cumplimos con las normas sociales porque, como resultado de la socialización, estamos acostumbrados a hacerlo.
Así, pues, consideramos que desviación no significa perversión, sino que es un comportamiento que viola las expectativas, las normas hasta ese momento impuestas, en el grupo o sociedad. Es, por tanto, un concepto de tipo sociológico. El problema de lo que se considera desviado o no es un problema de definición social (ejemplo: el defender el voto femenino hasta no hace mucho era considerado una desviación, sin embargo, la sociedad avanza, las normas cambian y lo que era considerado una desviación, en la actualidad no lo es). Así, por tanto, la desviación supone la violación de las normas del grupo, e incluso la mayoría de las cuales no están ni formalizadas ni escritas.
Existen diversas perspectivas en los análisis sobre desviación:
- PERSPECTIVA FUNCIONALISTA: De acuerdo con los funcionalistas, la desviación es una parte común de la existencia humana, con consecuencias positivas y negativas para la estabilidad social. La desviación ayuda a definir los límites del comportamiento apropiado. Los niños que ven a un padre reprender a otro por eructar en la mesa aprenden sobre la conducta aprobada. Lo mismo ocurre con el conductor que es multado por exceder la velocidad, el cajero de una tienda por departamentos que es despedido por gritar a un cliente y el universitario que es sancionado por entre- gar sus ensayos con semanas de retraso.
Émile Durkheim ([1895] 1964) centró sus investigaciones sociológicas principalmente sobre la conducta criminal, aunque sus conclusiones tienen impli- caciones para todo tipo de comportamiento desviado. Desde el punto de vista de Durkheim, los castigos establecidos den- tro de una cultura (como los mecanismos formales e infor- males de control social) ayudan a definir el comportamiento aceptable y así contribuir a la estabilidad. à Lo lógico es que no se esté de acuerdo, lo lógico es que cada uno de nosotros queramos imponer nuestro punto de vsita y, es más, en muchos casos las desviaciones permitieron la consecución de los cambios sociales, los derechos y el propio avance de la sociedad à Cuando ponemos en tela de juicio la permisibilidad es cuando la sociedad puede avanzar. à La desviación sirve para hacer avanzar a la sociedad, sin embargo, hay que destacar que según en la sociedad que vivamos se podrán llevar a cabo más desviaciones que en otras (ej. en las tradicionales, las desviaciones están muy castigadas).
Durkheim introdujo el término anomia en la literatura sociológica para describir la pérdida de dirección que se siente en una sociedad cuando el control social del comportamiento individual se vuelve ineficiente. La anomia es un estado de ausencia de normas que por lo general ocurre durante un periodo de profundo cambio social y desorden, como en una época de colapso económico. La gente se vuelve más agresiva o deprimida, lo que produce mayores tasas de crímenes y suicidios. Como existe mucho menos acuerdo sobre lo que constituye el comportamiento apropiado duran- te tiempos de revolución, prosperidad repentina o depresión económica, la conformidad y la obediencia llegan a ser menos significativas como fuerzas sociales. También se vuelve mucho más difícil establecer exactamente qué constituye la desviación.
¿Quién se convierte en desviado?
Ha habido muchos intentos de explicar quien y como se desvían las personas:
- HERENCIA BIOLÓGICA: se han investigado los cráneos o, incluso, los cromosomas de criminales, delincuentes y desviados para comprobar si poseían algunas características biológicas comunes que se pudieran, incluso, transmitir por la herencia. Sin embargo, estudios demuestran que las personas que poseen alteraciones biológicas y psicológicas es muy poco propensa a sufrie alteraciones y, por tanto, a provocar desviaciones y criminalidad. En el siglo XIX, Cesare Lombroso, padre de la criminología, estudió los cráneos de los criminales intentando buscar características o anomalías físicas que pudieran ejercer influencia sobre el comportamiento. En su teoría del atavismo, estableció que los criminales comparten una serie de características físicas que difieren del resto de la población. No obstante, sus estudios se vieron afectados por la falta de muestras, diferentes tipos de individuos, a ser analizadas. Otros pensaban que el tipo de cuerpo era un factor determinante para la conducta desviada siendo el principal, la persona con cuerpo musculoso. Al refutarse esas hipótesis, se estableció que la composición cromosómica o genética del individuo, en especial el hombre con cromosoma XYY, influía en el comportamiento antisocial y agresivo de este tipo de personas. Además, las anomalías cerebrales, cambios en la actividad glandular y otras condiciones alteran el comportamiento. Sin embargo, muchos investigadores concluyen que, incluso cuando la predisposición genética es relevante, la socialización de la persona y el ambiente se deben tomar en consideración para dar una explicación adecuada de la desviación
- EXPLICACIÓN DE LA SOCIALIZACIÓN: Para Sigmund Freud el comportamiento es controlado por pensamientos subconscientes y no por voluntad propia del individuo. Aunque Freud no analizó la conducta criminal, en otras palabras desviada, su teoría de la personalidad puede ser aplicada al estudio de dicha conducta. Entonces, el criminal “se rige por el id dando rienda suelta a sus placeres, y posee muy poco o carece del superego, que le impide frenar sus actitudes antisociales”.
- TEORÍA DEL APRENDIZAJE: Las teorías del aprendizaje social sostienen que las explicaciones acerca de la conducta humana no deben afincarse en la personalidad de los individuos o en los modelos de comportamiento introyectados desde su infancia, cuanto en el permanente aprendizaje que hacen los seres humanos durante su vida. El comportamiento se halla completamente modelado, en un proceso que atraviesa todas las biografías, por las experiencias adquiridas mediante procesos de enculturación permanentes. Por lo tanto, la conducta criminal forma parte de ese proceso de aprendizaje continuo, donde el infractor aprende estrategias de supervivencia, códigos, y tácnicas para desarrollar sus cometidos. Este aprendizaje, en una sociedad plural y diversa, se produce de manera concomitante al aprendizaje que otros individuos hacen y que los define en favor del debido cumplimiento de las normas o de su indiferencia con relación a las mismas. Todas las conductas se aprenden.
- ASOCIACIÓN DIFERENCIAL: Edwin H. Sutherland (1883-1950) fue un sociólogo estadounidense. Es considerado uno de los criminólogos más influyentes del siglo XX. Sutherland fue el autor de su texto principal Criminología (1923), retitulado Principios de Criminología (1939). Afirma allí el principio de «asociación diferencial», según el cual el desarrollo habitual de los patrones de la delincuencia surge de la relación entre delincuentes, y no de relacionarse con quienes no cometen delitos. La teoría se refiere también a elementos estructurales: el conflicto y la desorganización social son las causas subyacentes de la delincuencia, y determinan el carácter de las personas con las que estos parámetros se asocian.
- TEORÍA DE LA DESVIACIÓN DE MERTON: ¿Qué tienen en común un asaltante y un maestro? Cada uno está “trabajando” para obtener dinero que pueda intercambiarse por bienes deseados. Como lo ilustra este ejemplo, el comportamiento que viola las normas aceptadas (como el asalto) puede realizarse con los mismos objetivos básicos en mente, al igual que los de las personas que buscan estilos de vida más convencionales.
Sobre la base de esta clase de análisis, el sociólogo Robert Merton (1968) adaptó la noción de anomia de Durkheim para explicar por qué las personas aceptan o rechazan las metas de una sociedad y los medios socialmente aprobados para cumplir sus aspiraciones. Merton sostenía que un objetivo cultural importante en Estados Unidos es el éxito, medido en gran parte en términos de dinero. Además de brindar esta meta a la gente, nuestra sociedad ofrece instrucciones específicas sobre cómo alcanzar el éxito: ir a la escuela, trabajar duro, no desistir, sacar ventaja de las oportunidades, y así sucesivamente.
¿Qué sucede con los individuos en una sociedad que tienen un profundo énfasis en la riqueza como un símbolo básico de éxito? Merton planteó que las personas se adaptan de distintas maneras, ya sea en conformidad o en desviación de estas expectativas culturales.
La adaptación final identificada por Merton refleja los intentos de las personas por crear una estructura social nue- va. El “rebelde” se siente alienado de los medios y las metas dominantes y puede buscar un orden social totalmente dife- rente. Los miembros de una organización política revolucio- naria, como un grupo armado, pueden categorizarse como rebeldes de acuerdo con el modelo de Merton.
ASÍ, Según Merton, las estructuras sociales ejercen una presión definida sobre ciertas personas en la sociedad induciéndolas a una conducta de rebeldía antes que de conformidad.
A diferencia de Durkheim, Merton no consideraba la naturaleza biológica del ser humana como importante para explicar la desviación.
Al explicar la anomie y la conducta desviada, Merton enfocaba no al individuo, sino el orden social. Postulaba una dicotomía entre las metas culturales y los medios institucionales para lograr esas metas. Cualquier meta cultural muy apreciada en una sociedad, es probable que afecte los medios institucionalizados. Un equilibrio eficiente entre estas dos fases suele mantenerse mientras los individuos obtengan satisfacciones conformándose tanto con las metas culturales como con los medios institucionalizados.
Según Merton existen cinco tipos de adaptaciones a una situación en que los medios legítimos para alcanzar una meta son inalcanzables para la sociedad:
- Conformismo: El individuo comparte los medios y los fines socialmente aceptados.
- Ritualismo: consiste en abandonar las metas del éxito y de la rápida movilidad social hasta un punto en que podemos satisfacer nuestras aspiraciones. La persona comparte los medios pero no se motiva con los objetivos de éxito económico y ascenso social.
- Rebelión: donde se encuentran las posturas no conformistas con los fines mayoritariamente aceptados (cuando no estamos de acuerdo ni con los medios ni con las metas), que proclaman que es posible vivir la vida con arreglo a fines y valores no individualistas como los que propone el capitalismo estadounidense. Merton cree ver allí el germen de conductas revolucionarias o rebeldes.
- La innovación: la persona comparte los fines pero no recorre los mismos caminos sacrificales. Por ende, “corta camino” y en vez de medios lícitos utiliza medios “eficaces”. Buena parte de la conducta delictiva se explica en base a este tipo de respuestas a los problemas de ajuste. à persigo, por tanto, metas culturalmente aceptadas a través de métodos culturalmente no aceptados.
- Derrotismo: es el rechazo tanto a las metas culturales como de los medios institucionales. El individuo se encuentra frustado. No renuncia a la meta del éxito pero adopta mecanismos de escape, tales como el derrotismo, el quietismo etc. Se da en los individuos alcohólicos, en los vagabundos, etc.
Así, pues, como podemos comprobar, la teoría de Merton está muy relacionada con la teoría de la elección racional, también conocida como teoría de la acción racional, que es un marco teórico que es utilizado para entender y modelar formalmente el comportamiento social y económico. Es la principal corriente teórica en la microeconomía y supone que el individuo o agente tiende a maximizar su utilidad-beneficio y a reducir los costos o riesgos. Los individuos prefieren más de lo bueno y menos de lo que les cause mal. También usado en ciencias políticas para interpretar los fenómenos políticos a partir de supuestos básicos que derivan de principios de la economía: el comportamiento de los individuos en el sistema político es similar al de los agentes en el mercado, siempre tienden a maximizar su utilidad o beneficio y a reducir los costos o riesgos. Esta racionalidad tiene que ver con una cierta intuición que lleva a los individuos a optimizar y mejorar sus condiciones.
- TEORÍA INTERACCIONISTA (TEORÍA DEL ETIQUETADO): es una de las teorías microsociológicas de la sociología de la desviación desarrollada durante la década de 1960 y 1970 que postula que la desviación no es inherente al acto concreto sino que es una manifestación de la mayoría social que califica o etiqueta negativamente los comportamientos de las minorías al desviarse de las normas culturales estandarizadas de la mayoría. Howard Becker empieza a estudiar la desviación desde la perspectiva del interaccionismo simbólico. Estos autores centran sus estudios no tanto en las posibles causas de la conducta desviada, sino en las formas de control e interacción social por las que se definen a ciertos individuos como desviados. La principal aportación teórica de esta escuela es la teoría del etiquetaje, que Howard Becker sintetiza de la siguiente manera:
Los grupos sociales crean la desviación estableciendo reglas cuya infracción constituye una desviación, y aplicando estas reglas a personas particulares, que etiquetan como outsiders […] La desviación no es una cualidad de la acción cometida sino la consecuencia de la aplicación —por parte de otros— de reglas y sanciones. El desviado es alguien al que la etiqueta le ha sido puesta con éxito; el comportamiento desviado es el comportamiento etiquetado así por la gente.
La desviación secundaria está muy relacionada con el concepto de estigma desarrollado por Erving Goffman, definido como una marca social negativa usada para definir a una persona. El estigma se convierte en un rol dominante del individuo y todos los actos pasados empiezan a reinterpretarse bajo la perspectiva del nuevo estigma, en un proceso de distorsión biográfica conocido como etiquetaje retrospectivo.
EL DELITO
Desviación y delito no son sinónimos, aunque en muchos casos se solapen. El concepto de desviación es mucho más amplio que el de delito, que sólo alude a una conducta no conformista que vulnera la ley. Hay muchas formas de comportamiento desviado que la ley no sanciona. En el estudio de la delincuencia y la desviación participan dos disciplinas diferentes pero relacionadas. La criminología que puede definirse como “la ciencia que estudia el delito o el crimen”; la otra disciplina es la “sociología de la desviación” que utiliza, también, la investigación criminológica pero, además, analiza las conductas que escapan al ámbito de la ley penal.
Así, el delito se puede definir como: acción que va en contra de lo establecido por la ley y que es castigada por ella con una pena grave, es decir, se trata del quebrantamiento de la norma, de las leyes.
Al igual que las desviaciones, la configuración de los delitos también variaron a lo largo del tiempo (ej. hace años pertenecer a un partido de izquierdas era un delito, pues iba en contra de la ley).
Así, las leyes dividen a los delitos en función de la actuación de cada uno de nosotros.
CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS DESDE UN PUNTO DE VISTA SOCIOLÓGICO:
- DELITO PROFESIONAL: lo lleva a cabo aquel delincuente que hace el delito parte de su vida, sin el delito no podría vivir, (ej.: aquellos que matan por dinero, que roban por encargo… es su trabajo, es su vida).
- CRIMEN ORGANIZADO: el acto delictivo se lleva a cabo como trabajo de un grupo de tres o más personas. Se trata de una actividad secreta y representa a una parte de la sociedad (en ocasiones es la propia sociedad quien respalda al crimen organizado porque le reporta beneficios -como la venta de droga en Vilagarcía, que era respaldada por los vecinos-).
- DELITO ADMINISTRATIVO: actos ilícitos llevados a cabo por organizaciones sociales -como los partidos políticos o por políticos-, llevado a cabo, por tanto, por personas que son altamente respetadas en la sociedad (políticos, banqueros, empresarios…).
- DELITO TECNOLÓGICO: es toda aquella acción antijurídica y culpable a través de vías informáticas o que tiene como objetivo destruir y dañar por medios electrónicos y redes de Internet.
- DELITO SIN VICTIMAS EXTERIORES: El término crimen sin víctima, se refiere a las infracciones del derecho penal sin ningún individuo identificable que haya sufrido daños en tal infracción (la víctima). Normalmente se incluyen las violaciones de leyes relativas a la decencia pública, la embriaguez en público, el consumo de drogas ilícitas, la vagancia y la desnudez pública, entre otras, muchas veces asociadas a prohibir o restringir acuerdos consentidos entre adultos. Los delitos sin víctimas, también llamados delitos contra la moral pública, hacen referencia a todas aquellas conductas que implican siempre una transacción o intercambio voluntario, entre adultos, de bienes y servicios con una fuerte demanda y que están legalmente proscritos. Se pueden considerar ejemplos de delitos sin víctimas a la prostitución, el uso y tráfico de drogas, los juegos de azar o ciertas conductas sexuales. Estos comportamientos son punibles en numerosas legislaciones, lo que se sanciona son conductas que atentan contra la moral pública y constituyen un debate activo que busca la relación que pueda existir entre los delitos sin víctima y la libertad personal, el concepto de daño y el sistema de justicia penal.