El economista José Ramón Riera conversa con 24H economía sobre el tema que copa todos los medios en estos momentos: la carta publicada el día de ayer por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez en el que abre la puerta a una dimisión, luego de un período de reflexión de cinco días.
La decisión, que se conocerá el lunes, ha abierto una nueva crisis política al poner en peligro la gobernabilidad del país en medio de unas elecciones catalanas que son importantes por su impacto en la política nacional y por distintos procesos económicos y financieros, como la OPA a Talgo por parte de Mangyar Vagon; la OPA a Naturgy por la emiratí Taqa o la entrada a Telefónica por parte del Estado a través de la SEPI.
Pese a todas estas consecuencias económicas, Riera considera que la acción es una estratagema política, de cara a aglutinar apoyos bien de cara a las elecciones en Cataluña, o a un posible adelanto electoral.
“Es claramente un intento de que haya una gran manifestación de votantes de izquierda que le permitan el lunes autoproclamarse como el líder reconocido de la izquierda que va a mantener a raya a la derecha y extrema derecha”.
En cuanto a la posibilidad de que la carta sea un subterfugio de cara a la variable Cataluña en la ecuación de su Gobierno señala que aunque sea una posibilidad, los independentistas catalanes son los primeros interesados en que siga el mandatario porque “solo con alguien débil pueden conseguir todo lo que quieren”.
Sobre el posible impacto económico de la renuncia de Sánchez estima que esta acción redundaría en la posición de debilidad que tiene España en estos momento y peor, implicaría el perder otro año.
“Es difícil hacerlo peor en economía. Su renuncia sin elecciones generales es más de los mismo, pero con menos carisma con lo cual, sea el que sea, tendría una enorme debilidad frente a la Unión Europea y frente a los mercados. El que lo sustituyese se vería abocado a tener que convocar elecciones generales después de las europeas y eso supone que la economía sin gestores seguirá parada y perderemos otro año”.
El escenario es especialmente preocupante porque recuerda que no hay Presupuestos Generales, por lo que los niveles de deuda podrían aumentar a niveles preocupantes.
“Sin PGE, con 11.000 millones más de gasto en pensiones, 6.000 millones más intereses, 8.000 millones más es salarios y posiblemente 12.000 millones más en defensa, sumas 37.000 millones más de gasto público. No hay manera de reducir este gasto, lo cual puede disparar la deuda a niveles insoportables. La deuda oficial del Banco de España ha subido en 29000 millones en 2 meses y seguro superará los 45.000 millones en marzo, lo que nos lleva a una cifra fuera de control y que puede provocar un colapso financiero de la economía española. Europa con otro que no sea Sánchez nos llamará a capítulo de forma inmediata. De ser Montero, que no sabe inglés sería horroroso”.