Óscar Puente siguió la línea utilizada por Pedro Sánchez a lo largo de la campaña electoral y mintió sin pestañear.
Durante el debate de investidura del 26 de septiembre, el diputado del PSOE salió con un tono “macarra” que demostró el desprecio del presidente del Gobierno en funciones por las instituciones y procedimientos democráticos.
Además, el exalcalde de Valladolid acusó al líder del PP de mentir y le rebatió con datos falsos y parciales al hablar de las pensiones, el SMI y los sobresueldos de Feijóo.
De hecho, sobre el SMI ha planteado una crítica que en nada tenía que ver con el discurso del líder del PP, en lo que podría parecer incluso que formaba parte de una estrategia de acusar de mentir sin motivo o de criticar al oponente trasladando que dice algo diferente a lo que ha dicho.
Y es que la propuesta que ha hecho el presidente del Partido Popular sobre el SMI ha sido lo más novedoso de su discurso de investidura. De hecho, se ha apropiado de la promesa electoral del PSOE sobre este asunto y se ha colocado a la vanguardia, con UGT, que considera que el SMI ha subido menos de lo prometido y necesario. Feijóo ha pasado de plantear en el programa del PP para el 23-J simplemente que actualizarán «el Salario Mínimo Interprofesional en el marco del diálogo social» a proponer este martes un esquema para subir el SMI similar al que llevaba en PSOE en su programa electoral y al que esgrime incluso Sumar: que éste se fije en el 60% del salario medio.
Puente y la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, le han acusado de mentir y han destacado que el SMI ha crecido más que la inflación desde 2019, pero lo que el líder del PP ha dicho es que ha crecido por debajo de los precios de 2022. En este sentido, la manipulación de los datos llega desde la izquierda y extrema izquierda.
Doble moral
Las acusaciones de Puente a Feijóo a cuenta del SMI han tenido un momento llamativo. Después de que el popular defendiera en su discurso que se sitúe en el 60% del salario medio, le ha acusado de ser partidario de que el SMI sea de 700 euros y lo ha ligado a los «sobresueldos» que le atribuyen los socialistas desde la campaña electoral.
«Hablando de sobresueldos, hace falta tener cuajo para erigirse en defensor de la igualdad siendo alguien que no tiene suficiente con 5.000, 6.000 que tiene que complementarlos con otros 2.000, 3.000, mientras se opone a que un trabajador que hace cuarenta horas a la semana cobre al menos 1.000 euros. Que tiene que conformarse con 700», ha dicho Puente.
¿Que hay de cierto en estas acusaciones? El Partido Popular ha alegado que algunos de sus miembros que ya cobran como parlamentarios y no podrían recibir otro sueldo cobran unos pluses, legales, declarados a Hacienda, por gastos de representación, lo que también hacen otros partidos, asunto que no ha sido aclarado.
Lo que sí se conoce es que miembros del Gobierno como Calviño disfrutan de una vivienda en Madrid sufragada por el Estado a pesar de tener vivienda propia en la capital. En el caso de la vicepresidenta primera, los gastos de suministro ascienden a cerca de 19.000 euros al año. Al menos doce ministros residen en propiedades del Estado, según puede comprobarse en el Portal de Transparencia.
Pensiones
Otro de los asuntos que ha blandido el diputado socialista ya lo recriminó el PSOE en campaña. Feijóo sostiene que el PP ha votado con el PSOE a favor de la la revalorización de las pensiones con el IPC y los socialistas aseguran que miente.
«Sin su apoyo revalorizamos las pensiones. La última en una entrevista en un diario regional donde vuelve a insistir en que el PSOE subió con un acuerdo del PP las pensiones un 8,5%. Pero señor Feijóo, ustedes votaron en contra de la ley que subía las pensiones con arreglo al IPC, presentaron una enmienda a la totalidad a esa ley, votaron en contra de los PGE de 2023 ¿Pero cuando han apoyado ustedes esa subida?», ha preguntado Puente.
Lo cierto es que el Partido Popular sí votó a favor. Apoyó en noviembre de 2020 las recomendaciones del Pacto de Toledo, que fijaban el IPC como el indicador para revalorizar las pensiones en lugar del 0,25% anual establecido por el Gobierno de Mariano Rajoy.
En cambio, el PP de Pablo Casado votó en contra de la primera parte de la reforma de las pensiones en diciembre de 2021. Incluía la revalorización con el IPC, que había avalado en el Pacto de Toledo, y una novedad contra la que se posicionaron los populares junto con la patronal, el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una subida de cotizaciones sociales que recae mayoritariamente sobre la empresa.
El PP también votó en contra de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, que incluyen la revalorización, pero no por las pensiones.