Avanza la polémica por el presunto ‘enchufe’ del hijo de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).
El diario ‘Vozpópuli’ desvela que el hijo de la vicepresidenta contaría con un contrato de 50.000 euros con pluses libre de impuestos (a pesar de recién haber acabado un grado) en el banco público del que es gobernadora la ministra socialista.
El citado medio se puso en contacto con consultores, analistas y altos funcionarios, que precisaron que:
“Lo habitual es entrar como becario y es raro conseguir al final un contrato. Daniel Manrique de Lara fue contratado por el BERD en noviembre de 2021, cuatro meses después de acabar sus estudios universitarios de cuatro años de un grado, la antigua licenciatura, en Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Southampton. Se trata de su primer puesto de trabajo, según informaba en su perfil de LinkedIn, que fue eliminado este lunes”.
Las ofertas de trabajo del BERD en Londres muestran que los puestos de analista con contrato reciente tienen un salario de 50.000 libras, pluses incluidos (58.713 euros), de media, en un rango que se mueve entre las 40.000 y 60.000 libras. La remuneración de este Banco es especialmente atractiva ya que está libre de impuestos. Tan sólo hay una retención de la propia institución que no supera el 10% para un fondo de pensiones que se recupera al salir.
Son puestos por dos años, que en el caso del hijo de Calviño se cumplen el próximo noviembre, con posibilidad de renovación.

Nadia Calviño
¿Y la ética?
Después de que saltaran las alarmas por ‘colocar’ a su marido en Patrimonio Nacional, ahora sale a la luz que la vicepresidenta también puso a dedo a su hijo Daniel Manrique de Lara en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), según adelanta el diario ‘Vozpópuli’.
Se trata del principal banco multilateral para el desarrollo de proyectos de inversión en los países de Europa Central y del Este, en Asia Central, Mongolia y en la región del Mediterráneo sur y oriental. Tiene una cartera cercana a los 70.000 millones de euros y se fundó en 1991 para facilitar la transición de los Países de Europa del Este -ahora con especial apoyo a Ucrania-.
Sin embargo, la institución financiera tiene unas normas y un código ético para evitar que se favorezca o contrate a familiares.
Por una parte, la regulación del personal establece unas reglas frente a la «contratación de parientes cercanos tanto por sangre como por matrimonio». Este banco público destaca que «la política de contratación debe ser la de buscar atraer empleados del más elevado calibre, apropiados a las necesidades del trabajo y bajo condiciones y términos de contratación que responden a los propósitos y objetivos del banco».
En este sentido, subraya la citada regulación, «el Banco dará la mayor importancia a asegurar los más altos estándares de profesionalidad, eficiencia y competencia técnica al contratar a los miembros de su plantilla».
La Guía de Políticas de Recursos Humanos del BERD establece unas reglas de «no discriminación e igualdad de oportunidades» que estipulan que «las decisiones de contratación se toman de manera justa y objetiva y no sobre la base de características personales como género, raza, nacionalidad, opinión política, afiliación a un sindicato, origen étnico o social, religión o posición familiar […] que no estén relacionadas con los requerimientos inherentes al trabajo».
De hecho, la «Política de riesgos a la integridad del banco» se enorgullece de la «cultura ética del banco, que empieza con un ‘fuerte tono desde arriba’, en alusión a la Junta de gobernadores, a la que pertenece Calviño, que es «responsable de la adopción de los Códigos de Conducta del banco tanto para el personal como los funcionarios de la Junta Directiva».
A esto se añade que el Código de Conducta tanto del personal como de la Junta Directiva contiene varios preceptos que tratan los «conflictos de interés» de la familia cercana, que denomina «familia inmediata».