Nadia Calviño vuelve a demostrar que los pronósticos económicos no son lo suyo.
A pesar de que la vicepresidenta tomó las riendas del discurso económico de la campaña de Pedro Sánchez de cara a las elecciones generales del 23 de julio, se trata de la misma persona que insultó a quienes advertían al Gobierno del duro impacto que tendría para las familias el incremento del Euríbor.
Un mensaje que no solo rechazó la socialista, sino que le llevó a tildar de “demagogos y catastrofistas” a quien consideraban que el indicador que más se usa en España para calcular las hipotecas variables podría llegar a niveles muy altos.
Solo un año después, el Euríbor ya supera el 4% en tasa media en junio (la tasa más alta desde noviembre de 2008), lo que añade más presión a los hipotecados que verán como las cuotas de sus créditos vuelven a encarecerse en más de 300 euros al mes.
A pesar de que los indicadores advertían de que el Euríbor se dispararía, a la ministra de Economía no pareció importarle en absoluto el cambio de tendencia. Por el contrario, Calviño incluso aseguró que el impacto del euríbor en las hipotecas sería «relativamente limitado» dado que en la estructura hipotecaria predomina el tipo fijo y que los indicadores de esfuerzo hipotecario estaban en niveles también «históricamente bajos».
Siguiendo su tónica habitual, Calviño llamó «demagogos» y «catastrofistas» a los que alertaban del sunami hipotecario que amenazaba a los ciudadanos y que ya ha llegado. Como hiciera en marzo de 2020, cuando aseguró que el impacto económico del coronavirus sería «poco significativo» para la economía nacional o cuando dijo que la inflación era «transitoria», de nuevo, la ministra económica se equivocó.
A pesar de sus fallidas estimaciones, Calviño y el PSOE son quienes ahora auguran una gran recuperación económica justamente a semanas de las elecciones generales.