La secretaria general del PP y portavoz del GPP en el Congreso destaca que con la resolución del Alto Tribunal se han reconocido los derechos de los españoles, reforzando además la confianza en el Estado de derecho. “Más allá de las tácticas de Sánchez por intentar copar todos los poderes y eliminar los contrapoderes, el Estado de derecho es fuerte”, remarca.
“Nadie está al margen del imperio de la ley, por mucho que en estos momentos se legisle a la carta”, señala Gamarra tras censurar la “dinámica” del jefe del Ejecutivo al desacreditar no solo al discrepante sino a toda institución y organismo si no le da la razón o no se pliega a sus intereses. “Esto es peligroso para la salud democrática en nuestro país”, alerta.
En este sentido, Cuca Gamarra asegura que: “Quienes están en el Gobierno y configuran una mayoría parlamentaria para sustentarlo consideran que el Congreso son ellos, que el Senado son ellos y que en este país se tiene que hacer lo que ellos dicen y como ellos dicen, aunque para eso se vean vulnerados los derechos fundamentales de la minoría”.
Considera, además, que con su decisión el Tribunal Constitucional da amparo a todos los diputados de cara al presente y al futuro ante una situación insólita propiciada por el Gobierno que está tramitando un cambio legislativo a una “velocidad de vértigo” y “sin debate”. Asegura que la resolución del TC cambia los planes del jefe del Ejecutivo, que “juega a la amnesia y a la anestesia” de la sociedad española a través de dos mecanismos: intentar que un escándalo tape al anterior y aprovechar los puentes, el Mundial y las Navidades.
Explica que detrás de las dos enmiendas está la intención del Ejecutivo de, “por la puerta de atrás y al margen del procedimiento, cambiar las reglas de juego en la renovación del TC para adaptarlas a lo que le conviene” y censura que se quieran cambiar leyes tan importantes como la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley Orgánica del TC sin los informes que serían preceptivos.
Traslada al Gobierno que, si tiene intención de seguir con la reforma del sistema de elección del TC, debe “hacerlo bien y seguir el procedimiento con todas las garantías”, permitir la participación y que “todo el mundo se entere de lo que está pasando”. Subraya, además, que el PP siempre usará los instrumentos que la Constitución ponga a su alcance para garantizar que “nadie está por encima de la ley” y destaca que los próximos comicios serán la “gran oportunidad y la esperanza de los españoles” para cambiar la situación actual. “España no aguanta una legislatura más de Sánchez”.
Denuncia la “deriva autocrática” del presidente del Gobierno, señala que “en democracia las resoluciones se acatan, no cabe otro camino” porque lo contrario es autoritarismo y pide a Sánchez que rectifique a quienes digan lo contrario y sea el primero que defienda los valores constitucionales, ya que sus declaraciones del pasado jueves iban en la línea contraria.
RECURSO DE AMPARO Y MEDIDAS CAUTELARÍSIMAS
El presidente del Partido Popular justificó la presentación de este recurso en el procedimiento utilizado por el Gobierno, que pretende “hurtar” a los diputados poder discutir lo que se va a votar y avanza que posteriormente, si se aprueba la ley, su partido presentará un recurso de inconstitucionalidad contra su contenido.
“No se puede utilizar el Código Penal para modificar otras leyes que nada tienen que ver con él”, remarca Feijóo, quien subraya que no hay precedentes de que se quiera modificar el TC a través de una enmienda del Código Penal.
En este sentido, afirma que el PP se ha apoyado en la presentación de este recurso en los informes de los letrados del Congreso, que han advertido al Ejecutivo de que la tramitación es ilegal.
“Es la primera que a los condenados por sentencia firme se les da un bolígrafo para escribir el Código Penal de tal forma que los delitos que han cometido queden impunes”, destaca. Se muestra, así, convencido de que habrá referéndum si Sánchez lo necesita para continuar como presidente, al tiempo que recuerda que la ministra Belarra ya ha dicho que la celebración sería legítima. “¿Cómo va a ser legítimo lo que es ilegal?», se pregunta retóricamente.