Se dibuja gradualmente en las monarquías del norte y oeste de Europa en las que el rey va consolidando su dominio supremo a costa de otros centros de poder e imponiéndose en las luchas nobiliarias y religiosas (s. XVII y XVIII).
La relación política básica es la que se establece entre el soberano y el súbdito, quien presta una sumisión total a cambio de la seguridad que el soberano debe ofrecerle. Estado y monarquía, un único titular del poder: el rey.
Cada individuo tiene un campo de actuación definido por privilegios reales. Además, el derecho es expresión de la voluntad del rey como soberano. Y esto cambiará con la configuración de los estados liberales.
Todas las funciones políticas son asumidas por la monarquía. No hay división de poderes, todos se concentran en la figura del rey. Habrá cesiones muy puntales en las cuales el monarca decide deliberarlas (señalamos que son muy puntuales).
El estado absoluto se ocupa de la economía y del tráfico mercantil. La única función del estado absoluto en la economía es la de vigilarla: el proceso de mercantilización, pero fundamentalmente les interesa asegurara la riqueza colectiva (es una nueva misión para el estado: asegurar la riqueza de la sociedad en la que reside).
El bienestar material de la población no le corresponde el estado sino a la Iglesia y otras organizaciones. Es decir, si que se preocupa por la economía pero por el área social no.
El ejército es la primera necesidad del monarca europeo durante este período. En los estados absolutos comienzan a aparecer los grandes ejércitos (grandes luchas de carácter civil). Estos serán más profesionalizados y permanentes. Poseerán un mando unitario: El Rey. En torno a la creación de este aparato militar se creará una incipiente burocracia ya que es necesario mantener los aparatos militares y para ello se crea un sistema para poder mantenerlo (hacienda, recaudar impuestos para mantener económicamente la construcción de los ejércitos de estos estados).
Los asuntos que debe tratar el rey se van complejizando. Esto se irá complejizando cada vez más según avancemos por el siglo vente. Los estados deben dar respuestas a más demandas, exigencias teniendo que aumentar de tamaño. Esto dará lugar a la aparición de órganos asesores para el monarca cada vez más especializados.
El monarca absoluto patrimonializa y personaliza la autoridad política al máximo. En él reside la soberanía. Por primera vez aparece la lógica de la soberanía (en las sociedades estamentales no había). Hay un poder máximo y único que es el poder del monarca. Es ilimitada.
Un elemento fundamental del estado absoluto es el sustento, la base ideológica, intelectual. El fundamento ideológico de este se encuentra en los autores que perciben las transformaciones de los sistemas feudales y estamentales, contribuyendo a la elaboración de una primera teoría del estado: Maquiavelo, Bodino y Hobbes. Definición teórica de estado absoluto, centralizado y autónomo respecto a otros poderes:
- Autonomía de lo político.
- Importancia de la fuerza militar dentro de la construcción de estos nuevos estados.
- El principio de soberanía
- El poder absoluto en todos los ámbitos de la vida política.
Estos autores tocarán estas ideas que estarán en la base ideológica de los estados absolutos:
Maquiavelo: hablada de la concentración del poder en un Príncipe dotado de los instrumentos básicos para ejercer su dominio: fuerza armada propia y permanente y una capacidad de propaganda. El éxito en la política es el éxito en el uso del poder y en las aptitudes del príncipe. El Estado tiene para este autor su propia razón, la razón del estado. Maquiavelo desliga el ámbito religioso de la construcción del estado.
Bodino: elaboró el principio de la soberanía estatal; afirmando que la comunidad sólo podía mantenerse integrada si cuenta con “un poder absoluto y perpetuo”, ilimitado, desligado de toda condición e indivisible. Es decir la soberanía es indivisible e ilimitada. Exige al poder soberano que para ser legítimo debe respetar una serie de límite: el derecho divino, las leyes fundamentales del reino y los derechos naturales de sus súbditos, entendidos como imperativos de la razón.
Hobbes: tenía la convicción de que una comunidad política sólo tiene garantiza su seguridad y su conservación si sus miembros renuncian a gobernarse a sí mismos en beneficio de un soberano. EL cuerpo del Estado está compuesto de todos sus individuos, pero dispone de una sola cabeza e una sola espada, la del gobernante, el rey. A ello se llega mediante un pacto social irrevocable en el que hombres libres renuncian a su plena autonomía para ganar a la seguridad y entregan su poder a un gobernante de poder ilimitado. En su contrato social lo que intenta explicar es cómo y por qué “debe” cada persona “reconocer” su vinculación a la autoridad estatal.