El caso francés es el caso que más se acerca a un rey despótico y absoluto, aunque nunca, el rey, llegará a monopolizar el poder.
El fortalecimiento del monarca francés es fruto de la victoria en la Guerra de los Cien Años y la victoria sobre los grandes nobles: el duque de Bretaña y el duque de Borgoña.
El nacimiento de la nueva monarquía francesa aparece tras una guerra por el trono (Guerra de los 100 años) con el rey de Inglaterra (derrotado en 1453) y tras la victoria de los reyes franceses sobre distintas coaliciones nobiliarias y dos grandes vasallos: el Duque de Borgoña y Duque de Bretaña.
En la Guerra contra los ingleses se forjaron los elementos de estatalidad que ayudaron al rey de Francia a vencer, son:
- Un nuevo EJÉRCITO real donde la caballería de los nobles cedió protagonismo a la artillería.
- Una BUROCRACIA en la que destacan agentes apoderados para cumplir misiones concretas por un tiempo limitado los llamados COMISARIOS
- Un APARATO FISCAL capaz de recaudar impuestos permanentes con regularidad se establecieron impuestos durante un cierto periodo de tiempo.
EXPANSIÓN DE FRANCIA
La monarquía francesa se expande por ANEXIÓN y no por AGREGACIÓN (como sí que lo hace, a diferencia, la monarquía española -pues se trata de una monarquía compuesta-) à Así, por medio de conquistas y herencias se anexionaron territorios a Francia.
LA CONCIENCIA NACIONAL DE FRANCIA
La conciencia nacional de Francia va progresando bastante lentamente y se trata de la imposición de la cultura del norte de Francia sobre el sur de Francia à se trata, por tanto, de un proceso lento que no eclosiona hasta la Revolución Francesa y que no se consolida hasta entrado el S.XIX.
El poder del rey efectivamente aumenta pero bajo ningún concepto quedó el poder monopolizado en la figura del rey à el rey de Francia tenía un poder muy limitado, en gran parte por la existencia de los Estados Generales.
LA EXPANSIÓN DEL REINO DE FRANCIA
La expansión de Francia no consigue acabar con el fuerte particularismo de las distintas regiones de Francia à los reyes, como apuntaba Maquiavelo, respectan los derechos y las instituciones tradicionales de cada región de Francia.
La Guerra fue la que permitió el asentamiento de la monarquía francesa.
El Duque de Borgoña tenía serias dificultades porque sus súbditos (con tradiciones diferentes) estaban en continua disputa.
Estos duques, así, fueron incapaces de instaurar medios institucionales cohesivos entre sus súbditos à el norte y el sur de Francia estaban en continuo enfrentamiento por poseer culturas diferentes.
DUQUES DE BORGOÑA
Los Duques de Borgoña más importantes fueron:
- Felipe “El bueno”
- Carlos “el temerario”
CARLOS “EL TEMERARIO”
Carlos I de Valois, llamado el Audaz o el Temerario, fue duque de Borgoña, Brabante, Limburgo y Luxemburgo, entre otros títulos. Pertenecía a una rama menor de los Valois, que gobernó Borgoña entre 1463 y 1477.
Es derrotado en Nancy y con la derrota se pone fin al “Estado Borgoñón” BATALLA DE NANCY: La batalla de Nancy se libró el 5 de enero de 1477 en la ciudad francesa del mismo nombre. Tuvo como principales protagonistas, por un lado, al duque de Borgoña, Carlos el Temerario y el duque de Lorena, René II. Esta batalla culmina con la derrota y muerte del Temerario, la consolidación de la independencia de Lorena y la anexión de una parte de los Estados borgoñones por el rey de Francia Luis XI. Cabe destacar que el Duque de Borgoña tuvo incapacidad para librar la guerra con éxito.
EJEMPLO DE PRÍNCIPE DEL RENACIMIENTO: FRANCISCO I DE FRANCIA
Francisco I de Francia conocido como el Padre y Restaurador de las Letras, el Rey Caballero y el Rey Guerrero, fue consagrado como rey de Francia el 25 de enero de 1515 en la catedral de Reims, y reinó hasta su muerte en 1547.
Su reinado permitió a la nación francesa ejercer un papel importante en los asuntos europeos y colocarse como una potencia económica de primer orden. Hijo de Carlos de Angulema y de Luisa de Saboya, pertenecía a la rama Valois-Angulema de la dinastía de los Capeto.
En el plano militar y político, el reinado de Francisco I estuvo plagado de guerras y de importantes acontecimientos diplomáticos. Tuvo un rival poderoso en la figura del emperador y rey de España Carlos I y debió contar con los intereses diplomáticos del rey Enrique VIII de Inglaterra, siempre deseoso de posicionarse como aliado de uno u otro bando. Francisco I registró éxitos y fracasos, pero no le permitió a su enemigo imperial concretar sus planes, cuya realización comprometería la integridad del reino.
LA DESCENTRALIZACIÓN DE MONARQUÍA FRANCESA
El rey tiene un gran número de limitaciones, apreciables en la descentralización de la Monarquía Francesa:
- Las Asambleas Estamentales (Estados) de las que los nobles son ya sólo una parte, pues en esas Asambleas también estaban representados: El Tercer Estado, los Estados Provinciales y el propio clero.
- Los PARLAMENTOS (altos tribunales de Justicia y órganos de Gobierno dentro de su ámbito regional). Los Parlamentos también son los encargados de defender los DERECHOS, PRIVILEGIOS y COSTUMBRES LOCALES de esos territorios de Francia. Los jueces gobernaban e impartían, además, justicia.
TEÓRICOS QUE TRATAN DE FAVORECER LA AUTORIDAD DEL MONARCA
Guillermo Budé fue el máximo defensor del poder absoluto del rey. Decía que: “No hay lugar en Francia para otro poder que no sea el del rey” à es, sin duda, un caso muy extremo de defensa del poder absoluto.
TEÓRICOS DE LA “CORRIENTE CONSTITUCIONALISTA”
Frente a esta corriente absolutista, hay una corriente constitucionalista. Destaca Claude de Seyssel pionero del constitucionalismo francés; autor de “Gran Monarquía de Francia” en ella expone la idea de que el rey debe tener límites:
- Los jueces de Francia son vitalicios, por lo que no se pueden deponer.
- La Iglesia pues cualquier párroco puede condenar al rey desde su púlpito.
- La Policía de Francia.
Por tanto hay una gran cantidad de límites que coartan la extralimitación del Rey. Sin embargo, los reyes van aumentando su poder.
Sin embargo,
Enrique II de Francia
Cuarto hijo de Francisco I y de Claudia de Francia, fue reconocido duque de Bretaña en 1536 (sin coronación), coronado rey de Francia en 1547 en Reims. Tras su muerte fue sucedido por reyes débiles y enfermos à Fue el generador de las Guerras de religión de Francia a causa de su defensa inquebrantable de la fe católica contra la Reforma protestante.
FRANCISCO II DE FRANCIA
Fue el sucesor de Enrique II de Francia. Se trata de un rey menor que fue incapaz de controlar esas Guerras Religiosas.
Era el hijo mayor de Enrique II y de Catalina de Médicis y nieto por tanto de Francisco I.
Comprometido desde los cinco años a María Estuardo, reina de Escocia, nieta (por parte de su madre) de Claudio I de Lorena, duque de Guisa, se casó con ella en 1558 convirtiéndose, por matrimonio, en rey de Escocia. Cuando contaba 16 años sucedió a su padre, Enrique II, muerto accidentalmente el 19 de julio de 1559.
Tenía 16 años y, por tanto, era mayor de edad y podía reinar. Pero su salud, tanto física como mentalmente era tan débil que fue manejado por su mujer y sus tíos los Guisa partidarios de una política represiva contra los protestantes.
CARLOS IX y CATALINA DE MÉDICIS
Carlos IX y su madre, Catalina de Médicis, fueron incapaces de solucionar el conflicto e indujeron la “Matanza de San Bartolomé”:
La matanza de San Bartolomé o masacre de San Bartolomé es el asesinato en masa de hugonotes1 (cristianos protestantes franceses de doctrina calvinista) durante las guerras de religión de Francia del siglo XVI. Comenzó en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572 en París, y se extendió durante meses por todo el país.
La rivalidad política entre católicos y protestantes franceses (hugonotes) provocó la matanza de San Bartolomé en 1572. El rey Carlos IX y su madre, Catalina de Médici, temían que los hugonotes alcanzaran el poder. Por este motivo, ordenaron el asesinato de miles de ellos.
ENRIQUE III
Fue sucesor de Carlos IX. Fue asesinado en 1589 por un fanático católico, fue incapaz de imponer autoridad real y, por tanto, zanjar las Guerras de Religión. Fue el último rey de la dinastía Valois.
ENRIQUE IV de Borbón
Enrique de Borbón, fue rey de Navarra con el nombre de Enrique III entre 1572 y 1610, y rey de Francia como Enrique IV entre 1589 y 1610, primero de la casa de Borbón en este país, conocido como Enrique el Grande (Henri le Grand) o el Buen Rey (Le bon roi Henri)
A menudo es considerado por los franceses como el mejor monarca que ha gobernado su país, siempre intentando mejorar las condiciones de vida de sus súbditos. Se le atribuye la frase: «Un pollo en las ollas de todos los campesinos, todos los domingos», que simplifica perfectamente su política de hacer feliz a su pueblo, no sólo con poder y conquistas, sino también con paz y prosperidad. Es el referente de los monárquicos franceses, los cuales realizan todos los años un homenaje frente a su estatua del Pont Neuf (Puente Nuevo) de París el día de su entrada a la ciudad.
Tras la muerte de Carlos IX asumió el trono su hermano Enrique III, católico como su antecesor, pero la muerte de Francisco de Alençon en 1584, hermano y heredero del rey, convirtió a Enrique de Navarra en el legítimo heredero de Francia, lo que Enrique III debió admitir, pues sus hermanas estaban fuera de la sucesión por la Ley sálica.
Con el Edicto de Nantes impone la tolerancia religiosa en 1598 y reinicia el fortalecimiento de la autoridad real.
Enrique IV y sus ministros impulsaron el desarrollo de la economía francesa. En 1610 el asesinato de Enrique IV (a manos de un fanático católico que no creía en su reconversión (Este rey decide convertirse al catolicismo para poder acceder al trono, estamos, pues, ante un claro ejemplo de Razón de Estado -como nos decía Maquiavelo-, ya que esta conversión no convenció a los católicos, que pensaban que era simplemente una estrategia para acceder al trono) tras su muerte se iniciará la regencia de María de Médicis, con la que se iniciará un nuevo enfrentamiento entre los hugonotes y los estamentos. Fue sucedido por su hijo, Luis XIII de Francia, el cual durante su minoría de edad, hasta 1617, estuvo bajo la regencia de su madre, la reina María de Médici.
En 1620, Luis XIII y su primer ministro, el Cardenal Richelieu, reanudan el avance en busca del poder absoluto.
La desaparición de Richelieu y Luis dejan a Francia en manos de una nueva regencia, la de Ana de Austria, quien gobernará con dificultades en nombre de Luis IV se vive una época de desasosiego, apoyando su regencia en el cardenal Mazarino.
Jules Mazarin, más conocido como el cardenal Mazarino fue un hábil diplomático, cardenal y político italiano, primero al servicio del papa y más tarde al servicio del reino de Francia. Fue el sucesor del cardenal Richelieu como primer ministro.
Con las Frondas (1648-1653) se desarrollan una serie de disputas, lo que conlleva a un nuevo desafío de la Autoridad Real. Con la victoria de Mazarino se prepara el camino para Luis XIV, quien reinará a la muerte del cardenal Mazarino.
LUIS XIV
En 1661, Luis XIV decide gobernar “por sí mismo”. Durante su reinado el poder regio alcanzará el máximo apogeo.
Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. La frase L’État, c’est moi («El Estado soy yo») se le atribuye frecuentemente, aunque los historiadores la consideran una imprecisión histórica, ya que es más probable que dicha frase fuera forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión estereotipada del absolutismo político que Luis XIV representaba, probablemente surgiendo la cita «El bien del Estado constituye la Gloria del Rey»
Sin embargo, el absolutismo del Rey Sol fue una aspiración de su ambición dinástica. La guerra lo impulsó y la guerra lo destruyó (Guerra de Sucesión Española 1702-1713). Incrementó el poder e influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra franco-neerlandesa, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. Su ambición de unir la monarquía Francesa con la de España fue imposible. Con el Tratado de Utrecht se permite que gobierne Felipe de Anjou pero se imposibilitó la unión de los tronos.
Con todo, las bases de Estatalidad (EJÉRCITO, BUIROCRACIA, FISCALIDAD Y DIPLOMACIA) fueron robusteciéndose, pero Luis jamás llegó a monopolizar el poder político y, aunque en ocasiones tuvo actitudes despóticas, no podemos hablar de un REY INCONDICIONADO.
Las Guerras de Religión (1562-1598)
Los “políticos”
Entre los hugonotes y los católicos apareció un nuevo grupo de pensadores que pretendía terminar con los enfrentamientos religiosos por medio de un acuerdo político. Los fanáticos religiosos les pusieron el calificativo despectivo de “políticos” porque eran hombres irreligiosos, que anteponían los intereses de la política práctica a la defensa de la verdadera religión.
La mayoría de los “políticos” eran católicos que habían comprendido que la ruptura de la unidad religiosa de Francia era insuperable y que el enfrentamiento confesional estaba llegando incluso a amenazar la existencia del Estado. Por ello, pretendían mantener la unidad del Estado, aunque no se pudiese mantener la unidad religiosa. Eran monárquicos y coincidían en la necesidad de restaurar el prestigio y la autoridad de la monarquía.
Así, en medio del Conflicto de las Guerras de Religión en Francia, surgen DOS BANDOS:
- Los monarcómanos
- Los monarquistas hay un bando que son los POLÍTICOS que quieren mantener la autoridad del rey, eran monárquicos.
JEAN BODIN
Jean Bodin, también conocido en castellano como Juan Bodino, fue un destacado intelectual francés que desarrolló sus ideas en los campos de la filosofía, el derecho, la ciencia política y la economía.
A través de su obra hizo notables aportes a la Teoría del Estado. Al respecto puede mencionarse su libro Los Seis Libros de la República, en donde estableció tempranamente el concepto de «soberanía» y los fundamentos que inspirarían posteriormente a Hobbes y Locke; las bases teóricas de la monarquía absoluta (poder de mando, poder absoluto, poder indivisible, poder perpetuo).
JEAN BODIN fue un destacado MONARQUISTA y que propuso que la solución a las Guerras de Religión era reforzar el poder del rey, es decir, hacer intacable la autoridad real, garantía de unidad y paz de la república. La soberanía es un elemento común qye une a la comunidad, equivale a un poder ordenador (que organiza) à considera, sin embargo, que el rey debe tener límites y que no debe monopolizar el poder; así no debe ser catalogado como el teórico fundamental del absolutismo (como lo consideran algunos estudiosos).