LA REVOLUCIÓN INGLESA Y LA MONARQUÍA CONSTITUCIONAL. EL PENSAMIENTO POLÍTICO INGLÉS Y EL ESTADO.
En la construcción de un Estado, podemos detectar dos vías:
- Vía absolutista: con una concentración y centralización del poder.
- Vía representativa: tiene como protagonista las Asambleas representativas de Inglaterra.
INTRODUCCIÓN
LA GUERRA DE LAS DOS ROSAS: La guerra de las Dos Rosas fue una guerra civil que enfrentó intermitentemente a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York entre 1455 y 1487. Amba familias pretendían el trono de Inglaterra.
La guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de los Plantagenet y debilitó enormemente las filas de la nobleza, además de generar gran descontento social. Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo, el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles. En contrapartida, el crecimiento en influencia de los comerciantes y de la monarquía centralizada bajo los Tudor.
ENRIQUE VII
Así, gracias a esta Guerra, y con la victoria de Enrique VII de la dinastía Tudor, comenzó a gobernar en Inglaterra una nueva dinastía.
El Reino Unido de la gran Bretaña estaba formado por: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda.
El caso inglés es una singularidad, pues se enfrentan el rey y el reino, pero la prevalencia del reino dará pie a la consolidación de una monarquía constitucional. La relación entre la casa Tudor y el reino no es nada fácil. A la llegada de los Estuardo, las contínuas diferencias provocarán el estallido de una Guerra Civil y su destronamiento (con la separación de la cabeza del rey del cuerpo), y terminará en una República con una vida muy breve, que degenerará rápidamente en una dictadura militar en la figura de Oliver Cromwell.
ASÍ, de este enfrentamiento entre REY y REINO surge una MONAQUÍA CONSTITUCIONAL.
La relación entre los príncipes TUDOR y el reino no fue siempre fácil el Parlamento Ingles fue siempre una limitación para el monarca. El Parlamento británico, es el órgano legislativo del Reino Unido y de sus territorios de ultramar. A su cabeza está el soberano. Es bicameral, incluyendo una Cámara Alta, llamada Cámara de los Lores, y una cámara Baja, llamada Cámara de los Comunes.
ENRIQUE VIII
El periodo Tudor tendrá como característica principal el ser una monarquía compuesta dirigida por monarcas con una fuerte personalidad. De entre todos ellos, el rey más famoso y etiquetado como “absoluto” fue Enrique VIII. Fue un rey absoluto en toda la expresión de la palabra, pues no solo gobernaba sus territorios con independencia, sino que llegó a separarse de la Iglesia de Roma para fundar su propia doctrina; el anglicanismo. Era conocido por ser impetuoso, irascible y de carácter tajante.
Así, es considerado el rey más absoluto de europa gracias al Acta de Supremacía que lo convirtió en cabeza de la Iglesia de Inglaterra en 1534. La primera Acta de Supremacía (Act of Supremacy en idioma inglés) fue promulgada en noviembre de 1534 por el Parlamento de Inglaterra durante el reinado del rey Enrique VIII de Inglaterra. En ella se declaraba que el rey era «la suprema y única cabeza en la Tierra de la Iglesia en Inglaterra», y que la corona británica debería disfrutar de «todos los honores, dignidades, preeminencias, jurisdicciones, privilegios, autoridades, inmunidades, beneficios y bienes propios de esa dignidad>. El acta oficializó la Reforma inglesa —que se había estado gestando desde el año 1527—, el surgimiento de la Iglesia de Inglaterra y provocó una gran crisis y desconfianza en las relaciones entre Inglaterra y el Papado.
Entre los hechos más notables de su reinado se incluyen la ruptura con la Iglesia católica romana y el establecimiento del monarca como jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia anglicana), la disolución de los monasterios y la unión de Inglaterra con Gales.
LOS LÍMITES PARA LA ASPIRACIÓN ABSOLUTISTA DE LOS TUDOR
La monarquía inglesa concedía a su ocupante poderes de prerrogativa (derechos especiales al rey a la hora de elaborar o derogar leyes), pero dichos poderes eran ambivalentes porque controlaban también el poder de los reyes, en algo conocido como las Common Laws (el derecho generado a través de las costumbres, también llamado consuetudinario), la sujeción de las actividades reales al parlamento, la ley divina (no podía hacer nada en contra de su credo) y el respeto a la propiedad privada, algo fundamental para los ingleses.
En esta ocasión, el parlamento, lejos de oponerse, se apoyará en el autoritarismo de Enrique VIII, ya que era su cabeza y la cabeza del reino. Este parlamento, pues, era susceptible de ser manipulado por el rey, como resultó en una sesión de reforma en 1534, donde fue aprobada el Acta de Supremacía, para que el rey fuera considerado, además de soberano, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, lo que le permitió aumentar el capital inmensamente, al ser la monarquía inglesa, de las más modestas de toda Europa.
Tras Enrique VIII sube un menor al trono.
Enrique VIII falleció el 28 de enero de 1547 en el palacio de Whitehall, el día en que su padre habría cumplido noventa años. Fue sepultado en la Capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, al lado de su tercera esposa, Jane Seymour.
En el transcurso de la década posterior a su muerte sus tres hijos se sentaron sucesivamente en el trono de Inglaterra. En virtud de la Ley de Sucesión de 1544, la corona fue heredada por el único hijo varón, Eduardo, que se convirtió en Eduardo VI, como primer monarca protestante de Inglaterra. Con solo nueve años de edad, no podía ejercer por sí el poder, que recayó en un consejo de regencia formado por dieciséis miembros elegidos según el testamento de Enrique VIII. El consejo eligió a Edward Seymour, Duque de Somerset y hermano mayor de Jane, como lord protector del reino.
EDWARD SEYMOUR (PROTECTOR DEL REINO MIENTRAS MINORÍA DE EDAD DE EDUARDO)
EDUARDO VI
Eduardo, el tercer monarca de la dinastía Tudor, fue el primer gobernante inglés protestante, aunque fue su padre Enrique VIII el que rompió las relaciones con la Iglesia católica.
Fue durante el reinado de Eduardo cuando la Iglesia de Inglaterra inició su proceso de transformación hacia una forma moderada de protestantismo que se conocería en adelante como anglicanismo.
Su muerte se mantuvo en secreto durante unos días para poder preparar la subida al trono de Juana. Las autoridades juraron su fidelidad a la nueva reina el día 10 de julio. Sin embargo, el pueblo no se mostró satisfecho con su nueva gobernante. El 19 de julio, María I de Inglaterra entró en Londres; Juana se vio obligada a entregar la corona. La coronación de Juana fue revocada al considerase que fue fruto de un acto realizado bajo coacción; su sucesión se consideró ilegal.
MARÍA I DE INGLATERRA
Es conocida por su intento de abrogar la Reforma anglicana, que había comenzado durante el reinado de su padre, Enrique VIII. Las ejecuciones que marcaron la restauración del catolicismo en Inglaterra e Irlanda suscitaron que sus opositores protestantes la apodaran «María la Sanguinaria» (Bloody Mary en inglés).
ISABEL I
Fue la última reina de la dinastía Tudor. Se consideraba la encarnación femenina de un príncipe del Renacimiento. La guerra limitaría su poder. Una de las primeras medidas que tomó fue establecer una Iglesia protestante independiente de Roma, que luego evolucionaría en la actual Iglesia de Inglaterra, de la que se convirtió en la máxima autoridad.
SU SUCESOR FUE JACOBO I DE INGLATERRA, DE LA DINASTÍA ESTUARDO.
LOS REYES INGLESES Y LA FRUSTRACIÓN DEL ABSOLUTISMO
Los Reyes de Inglaterra tenían una penuria de medios financieros esto era un gran límite, pues la corona debía cooperar y tener compromisos con los dirigentes del Reino (Condados), la nobleza y la gentry (alta burguesía).
La organización territorial de Inglaterra estaba dividida en CONDADOS, era, pues, un autogobierno local dirigido por el rey.
Así, la falta de dinero impidió a los Tudor y a los Estuardo mantener una burocracia y un ejército profesional permanente.
JACOBO I DE INGLATERRA y VI DE ESCOCIA
Fue el primer rey de la dinastía ESTUARDO y pretendió crear un reino unido de la Gran Bretaña, intentando reforzar el poder real. Es decir, intentó hacerse rey de Gran Bretaña (no rey de Escocia, de Inglaterra…)
Los reinos de Escocia e Inglaterra, eran Estados soberanos, separados en ese momento, que contaban con sus propios parlamentos, poder judicial y conjunto de leyes; y que pasaron a ser gobernados por un mismo soberano, Jacobo, en virtud de una unión personal.
LOS ESTUARDO Y EL CHOQUE REY – REINO
Gran Bretaña, al igual que el caso español, era una monarquía compuesta, es decir, existían varios reinos que podían estar o no bajo una misma corona. Esto se verá reflejado en el ejemplo de Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia (ordinales diferentes). La ambición dinástica lo llevó a soñar con un único reino unido, que le llevaría a un reforzamiento del poder real. Ello chocará de frente con la tradición inglesa de limitar el poder de los reyes, a lo que reaccionará Jacobo fortaleciendo el aparato fiscal para incrementar su reputación. Por consiguiente, llevará a cabo reformas fiscales de gran calado, que incluirán fuertes aranceles muy impopulares entre los ingleses.
Para justificar su implantación, el rey acudirá a los altos tribunales con el fin de intentar negociar. Todo ello unido a las obvias ventajas fiscales de los nobles, hace que la última iniciativa desesperada del rey Estuardo sea imponer préstamos forzosos a sus súbditos, fraguándose para sí una férrea oposición que eclosionó con el discurso de Edward Coke, en el que criticaba el abuso de la prerrogativa legal del rey porque violaba el derecho común (Common Law). à Edward Coke fue un jurisconsulto inglés, sucesivamente abogado de la Corona (1592), procurador general y presidente del Court of Common Pleas, primer juez del Tribunal Supremo (1613). Intervino en cuestiones de gran importancia durante los reinados de Isabel I de Inglaterra y Jacobo I de Inglaterra; al tiempo que se convirtió en uno de los más influyentes miembros del Parlamento inglés, caracterizado por su independencia.
La Carta Magna es una cédula que el rey Juan ‘sin tierra’ de Inglaterra otorgó a los nobles ingleses el 15 de junio de 1215 en la que se comprometía a respetar los fueros e inmunidades de la nobleza y a no disponer la muerte ni la prisión de los nobles ni la confiscación de sus bienes, mientras aquellos no fuesen juzgados por ‘sus iguales’. Es, así, uno de los orígenes tradicionales de la LIMITACIÓN DEL PODER DE LOS REYES.
El insoportable coste de la Guerra y la necesidad de recursos extraordinarios para aunar una fuerza armada poderosa fue, en gran medida la causa del choque REY – REINO (PARLAMENTO).
Acostumbrado a un parlamento tímido y servil en Escocia, Jacobo también se embrolló en numerosos conflictos con el Parlamento. El momento de cooperación entre el monarca y el Parlamento provocado por el Complot de la Pólvora constituyó una desviación de la norma. En cambio, fue en la sesión previa de 1604 en la que quedaron claras las posiciones de ambos bandos durante el resto de su reinado, aunque las dificultades iniciales debían más a la incomprensión mutua que a una enemistad consciente. En 1605, el Parlamento votó cuatro subsidios para el rey, quien todavía consideraba esto como un rédito inadecuado. JACOBO Impuso derechos de aduanas sin el consentimiento parlamentario, algo que ningún monarca se había atrevido a hacer desde el reinado de Ricardo II. Así, el aumento de los derechos aduaneros se convirtió en una medida muy impopular.
CARLOS I (1625 – 1649)
El cenit de descontento lo protagonizó la implantación por parte de Carlos I (sucesor de Jacobo I) de un nuevo impuesto “Throught System”, la cual acabaría con el compromiso de gobierno justo y recto del rey, haciendo que éste se posicione al margen de la medida. Intentó así mismo una política religiosa que violentó más aún a los protestantes escoceses con el fin de sacralizar más su monarquía.
El constante conflicto entre el rey y el parlamento hará estallar una violenta Guerra Civil inglesa, donde la nobleza media paulatinamente abandonará el bando real, pues todos estaban descontentos con la gestión del rey. Se le exige reponer los agravios y que reconozca de nuevo la autoridad del parlamento. El rey cede parcialmente a las exigencias, aunque se confabula con algunos aristócratas para desencadenar una segunda parte de la Guerra Civil que terminará con el establecimiento de una “República Británica” para ayudar a unificar el reino.
La Guerra de los Obispos hace referencia a dos encuentros armados entre Carlos I de Inglaterra y los Covenanters escoceses en 1639 y 1640, y que fueron el precedente de la Guerra civil inglesa y de las posteriores guerras de los Tres Reinos. Los Covenanters o Covenants eran los integrantes de un movimiento religioso nacido en el seno del presbiterianismo en la historia de Escocia y, de manera menos influyente, en las de Inglaterra e Irlanda del siglo XVII.
GUERRA CIVIL INGLESA (1642-1648) / (1642-1651) [SEGÚN ESTUDIOSO]
Guerra Civil Inglesa (o Guerras) es el término en el que con el que se hace referencia a la serie de conflictos armados y maquinaciones políticas que tuvieron lugar entre los monárquicos y los parlamentaristas desde 1642 hasta 1651, y particularmente a la primera (1642-1645) y a la segunda (1648-1649) guerras civiles entre los seguidores del rey Carlos I de Inglaterra y los que apoyaban al Parlamento y la infructuosa campaña emprendida por Carlos II de Inglaterra, que concluyó con su derrota en la Batalla de Worcester el 3 de septiembre de 1651. El resultado fue:
- Ejecución del rey Carlos I
- Exilio de Carlos II
- Creación de una Mancomunidad republicana liderada por Oliver Cromwell
Las guerras están inextricablemente mezcladas y forman parte de una serie de conflictos y guerras civiles entre 1639 y 1651 en los reinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda, que en aquella época compartían un monarca pero eran distintos países en cuanto a su organización política. Estos conflictos entrelazados fueron llamados las Guerras de los tres reinos por recientes historiadores que quieren tener una visión general unificada más que tratar partes de otros conflictos como telón de fondo de la guerra civil inglesa.
Las guerras llevaron al juicio y ejecución de Carlos I, el exilio de su hijo Carlos II, y la sustitución de la monarquía inglesa por la Mancomunidad de Inglaterra (1649–1653) y luego un protectorado (1653–1659) bajo el gobierno personal de Oliver Cromwell. El monopolio de la iglesia de Inglaterra sobre la religión cristiana en Inglaterra acaba, y una nueva aristocracia protestante se estableció en Irlanda. Se sentó un precedente respecto al gobierno de un rey, que no puede mandar sin consentimiento del Parlamento y de su pueblo.
A diferencia de otras guerras civiles en Inglaterra, que se referían a quien mandaba el país, esta era una disputa sobre cómo debe gobernarse el país, también se refiere como la Revolución inglesa y (especialmente en círculos realistas en el tiempo) como la Gran Rebelión. Realistas: los que apoyaron a Carlos I en la Guerra Civil Inglesa.
LA GUERRA CIVIL INGLESA TUVIERON UNAS CONSECUENCIAS CATASTRÓFICAS, TRAUMATIZARON DE TAL MODO A LA SOCIEDAD QUE, EN LA ACTUALIDAD, SIGUEN SIENDO TODAVÍA OBJETO DE ESTUDIO Y DEBATE.
ASÍ, LA LUCHA POR LA LIBERTAD ACABÓ CON UNA DICTADURA MILITAR PURITANA, LA DE OLIVER CROMWELL.
PARLAMENTO LARGO
El Parlamento largo es el nombre que recibe el Parlamento inglés convocado por Carlos I de Inglaterra, en 1640, después de las Guerras de los Obispos y tras el Parlamento Corto. Recibe su nombre del hecho de que por una sola Acta parlamentaria, éste sólo podía quedar disuelto por el acuerdo de sus miembros,1 y sus miembros no estuvieron conformes con disolverse hasta después de la Guerra civil inglesa y el final del Interregnum en 1660.
La única razón que tuvo el rey Carlos para reunir el parlamento fue la obtención de fondos, pues las guerras de los obispos le habían llevado a la bancarrota. El Parlamento largo fue precedido por el Parlamento corto.
OLIVER CROMWELL (1653-1658)
Oliver Cromwell fue un líder político y militar inglés. Convirtió a Inglaterra en una república denominada Mancomunidad de Inglaterra (en inglés, Commonwealth of England).
Fue el primer y único gobernante de un Reino Unido Republicano. Su régimen terminó siendo una dictadura militar con una constitución escrita: el “Instrument of Goverment”
Volverá el Parlamento de Reino Unido en UNICAMERAL, suprimirá la Cámara de los Lores.
Durante los cuarenta primeros años de su vida no fue más que un terrateniente de clase media, pero ascendió de forma meteórica hasta comandar el Nuevo Ejército Modelo y, a la larga, imponer su liderazgo sobre Inglaterra, Escocia e Irlanda como Lord Protector, desde el 16 de diciembre de 1653, hasta el día de su muerte.
Su carrera está llena de contradicciones. Fue un regicida que se cuestionó si debía o no aceptar la corona para sí mismo y finalmente decidió no hacerlo, pero acumuló más poder que el propio Carlos I de Inglaterra. Fue un parlamentario que ordenó a sus soldados disolver parlamentos. Fanático religioso seguidor del cristianismo protestante, sus campañas de conquista de Irlanda y de Escocia fueron brutales incluso para los cánones de la época, ya que consideraba que combatía contra herejes. Bajo su mando, el Protectorado defendió la libertad de culto y conciencia, pero permitió que los blasfemos fueran torturados, además de perseguir cruelmente a los católicos. Se mostró a favor del criterio de equidad en la justicia, pero encerró a aquellos que criticaron su política de incrementar los impuestos sin el permiso del Parlamento de Inglaterra.
Sus admiradores lo citan como un líder fuerte, estabilizador y con sentido de Estado, que se ganó el respeto internacional, derrocó la tiranía y promovió la república y la libertad. Sus críticos le consideran un hipócrita abiertamente ambicioso que traicionó la causa de la libertad, impuso un sistema de valores puritano y mostró un escaso respeto hacia las tradiciones del país. Cuando los monárquicos volvieron al poder, su cadáver fue desenterrado, colgado de cadenas y decapitado, y su cabeza expuesta durante años para escarnio público.
MUERTE Y SUCESIÓN
Se cree que Cromwell padecía malaria (probablemente contraída durante sus campañas en Irlanda) y de cálculo renal. En 1658 sufrió ambas a la vez: un rebrote repentino de las fiebres provocadas por la malaria, seguido inmediatamente por un ataque de síntomas propios del cálculo renal. Un médico veneciano siguió la enfermedad que acabó causando la muerte de Cromwell, afirmando que sus médicos personales lo estaban tratando mal, lo que lo llevó a un rápido declive y a la muerte. Le sucedió como lord Protector su hijo Richard. Aunque no estaba totalmente exento de habilidad, Richard no tenía apoyos ni en el Parlamento ni en el ejército, y fue obligado a dimitir en la primavera de 1659, llevando el Protectorado a su final. En el periodo inmediatamente posterior a su abdicación, el jefe del ejército, George Monck, tomó el poder durante menos de un año, momento en el que el Parlamento reinstauró a Carlos II de Inglaterra como rey.
CARLOS II (casa Estuardo)
Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda
Tuvo como objetivo recuperar el poder real perdido. Intentará la Restauración de la Monarquía Estuardo.
Carlos II fue rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda desde el 29 de mayo de 1660 hasta su muerte, en 1685.
Su padre, Carlos I, fue ejecutado en 1649 tras la Guerra Civil Inglesa; la monarquía fue entonces abolida y el país se convirtió en una república bajo el mando de Oliver Cromwell, el «Lord Protector». En 1660, dos años después de la muerte de Cromwell, se restauró la monarquía bajo Carlos II.
A diferencia de su padre, Carlos II fue hábil en su relación con el Parlamento. Fue durante su reinado cuando se desarrollaron los partidos Whig (liberal) y Tory (conservador y deseosos de mantener la Monarquía). Se hizo célebre por sus numerosos hijos ilegítimos, de los que reconoció a catorce. Conocido como «el Alegre Monarca», Carlos II favoreció las artes y fue menos restrictivo que sus predecesores. Al abrazar el catolicismo en su lecho de muerte, Carlos II se convirtió en el primer católico que reinaba en Inglaterra desde la muerte de María I en 1558, y en Escocia desde la deposición de María, Reina de los Escoceses, en 1567.
JACOBO II (1685-1688)
Fue el último rey puramente Católico de Inglaterra, Gales, Irlanda y Escocia.
Algunos de sus súbditos sintieron gran desconfianza por sus políticas religiosas y alegaron que había caído en el despotismo, liderando a un grupo de ellos que lo acabaría deponiendo en la Revolución Gloriosa.
No fue sustituido por su hijo católico, Jacobo Francisco Eduardo Estuardo, sino por su hija mayor y yerno protestantes, María II y Guillermo III, que fueron proclamados reyes en conjunto.
REVOLUCIÓN GLORIOSA
En abril de 1688, Jacobo reeditó la Declaración de Indulgencia, ordenando posteriormente a clérigos anglicanos a leerla en sus iglesias. Cuando el Arzobispo de Canterbury Guillermo Sancroft y otros seis obispos (conocidos como los Siete Obispos) enviaron una petición que solicitaba la reconsideración de las políticas religiosas del rey, fueron arrestados y enjuiciados bajo el cargo de sedición, pero resultaron absueltos
Amenazados por el establecimiento de una dinastía católica en Inglaterra, varios protestantes influyentes entraron en negociaciones con Guillermo III, príncipe de Orange, yerno de Jacobo. Guillermo era considerado el campeón del protestantismo, ya que luchaba contra el rey Luis XIV de Francia, el más poderoso monarca católico de Europa.
El Acta de Derechos (BILL OF RIGHTS)
Cuando Jacobo huyó del reino, el Parlamento no había sido convocado. Aunque éste podía reunirse a instancias del monarca reinante, el Príncipe de Orange emplazó a sus miembros a organizar una «Convención Parlamentaria» extraordinaria, teniendo presente que este procedimiento ya había sido utilizado en épocas anteriores en caso de que la sucesión al trono no estuviera clara (sería por ejemplo una Convención Parlamentaria la que restaurara a Carlos II en el trono después de la Guerra Civil). La Convención declaró el 12 de febrero de 1689 que el hecho de que Jacobo hubiera intentado huir el 11 de diciembre había constituido una abdicación de facto, y que por consiguiente el trono había quedado vacante. Pese a esto, en lugar de pasar la corona al hijo de Jacobo II, Jacobo Francisco Eduardo, sería su hija mayor, María, la que fuera proclamada reina junto a su esposo Guillermo III. Escocia decidió reconocer a los nuevos soberanos el 11 de abril del mismo año.
Guillermo y María concedieron a la nobleza inglesa un pacto que es conocido con el nombre del Bill of Rights. Esta acta confirmó la Declaración de Derechos por la cual la Convención había declarado que la fuga de Jacobo constituyó una abdicación y que Guillermo y María eran rey y reina.
Por todo ello, se instauró una MONARQUÍA CONSTITUCIONAL y una SUPREMACÍA DEL PARLAMENTO.