Yolanda Díaz sigue intentando ocultar la dramática situación del mercado laboral con sus malabares estadísticos.
La reforma laboral llevada a cabo por la ministra de Trabajo aprobada a finales de 2021, tenía como objetivo mejorar la precariedad en el mercado laboral mediante la sustitución del contrato temporal por el indefinido. Sin embargo, ha surgido la fórmula del contrato fijo discontinuo, que se considera indefinido pero permite al empresario desactivar al trabajador en períodos de baja carga de trabajo. Esto implica que el trabajador queda sin empleo y sueldo durante esos períodos, aunque puede cobrar una prestación por desempleo si ha cotizado lo suficiente.
Los trabajadores que anteriormente tenían contratos temporales y ahora tienen contratos fijos discontinuos, cuando están sin trabajo, se inscriben en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), y en algunos casos reciben prestaciones por desempleo. Sin embargo, estos trabajadores no se han contabilizado como parados en las estadísticas oficiales. Aunque el Gobierno se comprometió a proporcionar estos datos en enero, más de 300 días después, aún no los ha revelado, recalcan desde ‘Vozpópuli’.
Se estima que el número de trabajadores con contratos fijos discontinuos ha aumentado un 130%, superando el millón. La gran incógnita es cuántos de ellos están en períodos de inactividad (es decir, en paro) en cada momento. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que, según observatorios trimestrales del mercado de trabajo realizados por Fedea y BBVA Research, este colectivo alcanzó las 627.000 personas en octubre, frente a las 229.000 en el mismo mes de 2019, antes de la reforma laboral.
Los fijos discontinuos inactivos comenzaron a reflejarse en la estadística de demandantes de empleo en octubre de 2022, con 461,000 personas inscritas en el SEPE, el doble que en 2019. El máximo se alcanzó en agosto de 2023, con 689,400 demandantes con relación laboral, más del doble que en 2019 (307,500). En septiembre, la cifra bajó ligeramente, probablemente debido a la reincorporación de trabajadores en el sector de la educación después de las vacaciones.
En octubre, los demandantes de empleo aumentaron en 39,800 con respecto a septiembre. Este aumento podría deberse a la desactivación de trabajadores en el sector de la hostelería después de la temporada de verano, donde se concentran la mayoría de los fijos discontinuos junto con el sector de la educación. Además, la cifra aumentó un 36% en comparación con el año anterior (166,000 más), marcando dos años consecutivos de incrementos y triplicando los niveles anteriores a la reforma laboral en los mismos meses de años distintos debido a los efectos estacionales.

Oficina de empleo
Paro sin tregua
Este es el dato que el Gobierno se resiste a facilitar. Informó de que el paro registrado en octubre se situó en las 2,8 millones de personas, frente a las 3,2 millones del mismo mes de 2019. Sin embargo, si se contabilizaran como parados a los fijos discontinuos inactivos, el dato de desempleados alcanzaría los 3,4 millones, exactamente la misma cifra que si en octubre de 2019 se hubiese sumado este colectivo excluido del paro. Es decir, que si se tiene en cuenta también a estos fijos discontinuos inactivos, el paro en realidad no ha mejorado. Esto es lo que Fedea ha denominado ‘paro efectivo’ ante la ausencia de una estadística oficial.
«Mientras que el paro registrado se redujo en unas 155.000 mil personas entre los meses de octubre de 2022 y 2023, el ‘paro efectivo’, que se define como la suma del paro registrado y de los demandantes con relación laboral, experimentó un aumento de 10.000», destacan Fedea y BBVA Research en su último observatorio. «Aunque seguimos sin conocer el número de personas en cada una de estas situaciones, es probable que la evolución de los demandantes con relación laboral esté relacionada con la de los demandantes fijos discontinuos», explican.
Entre los motivos que conducen a los servicios de estudios a pensar que el incremento en los demandantes de empleo con relación laboral se debe a los fijos discontinuos está el hecho de que entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 se han registrado 2,4 millones de contratos fijos discontinuos, mientras que la afiliación al Régimen General con este tipo de contrato (es decir, en periodo de actividad) tan solo ha crecido en 38.000 entre octubre de 2022 y 2023. Además, concluyen que «el ‘paro efectivo’ sigue el patrón estacional que tenía el paro registrado antes de la reforma laboral de 2022».