Los independentistas catalanes también quieren aprovechar sus pactos con Pedro Sánchez para dar un ‘mordisco’ en la banca.
El bloque separatista formado por ERC y Junts exige el traspaso a la Generalitat de la supervisión y vigilancia de la Fundación La Caixa, que ahora depende del Ministerio de Economía, según el diario Vozpópuli. Un movimiento estratégico para Cataluña, ya que la Fundación cuenta con participaciones empresariales de peso en el Ibex.
El citado medio explica que puede estar jugando un papel esencial en las conversaciones Jaume Giró, quien fuera director general de la Fundación La Caixa y mano derecha de Isidro Fainé. Giró fue consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat bajo el mandato de Pere Aragonès y salió del Govern a la fuerza, tras la ruptura de la alianza entre Junts y ERC. No obstante, sigue militando en la formación de Carles Puigdemont.
La Ley 26/2013 obligó a la mayoría de las cajas de ahorro a transformarse en fundaciones, lo que implicaba perder su estatus como entidades de crédito y les impedía tener una participación mayor al 50% en los bancos. Este cambio fue fundamental para profesionalizar las actividades de las cajas, las cuales estaban siendo cuestionadas debido a la influencia de diferentes partidos políticos en su gestión.
Según lo establecido por esta ley, el Protectorado de las fundaciones con un ámbito de actuación que excediera el de una comunidad autónoma estaría bajo la supervisión del Ministerio de Economía. No obstante, el PNV logró una excepción para la Fundación Kutxa, que controla el 32% del banco resultado de la fusión de las tres antiguas cajas vascas. Por otro lado, el Banco de España se encarga de supervisar la solvencia y la relación de estas fundaciones con las entidades financieras.
En la actualidad, hay ocho fundaciones que controlan directa o indirectamente a cuatro de los principales bancos en España: CaixaBank, Unicaja, Ibercaja y Kutxbank, siendo estas las entidades resultantes de la transformación de las antiguas cajas de ahorro en fundaciones.
Formar Gobierno
La investidura de Sánchez se encuentra actualmente pendiente de las negociaciones con Junts, las cuales se han retrasado debido a algunas discrepancias sobre el alcance de la amnistía. A pesar de esto, los socialistas firmaron ayer un pacto definitivo con ERC que incluye mejoras en la financiación de Cataluña, como la condonación de 15.000 millones de la deuda catalana. Además de esta condonación, Junts exige que el poder de supervisión de La Caixa se transfiera, y también solicita la cesión a la Generalitat de todas las competencias de los Rodalies, la red de cercanías de la región.
Es importante tener en cuenta que la Fundación La Caixa actualmente posee participaciones empresariales significativas. A través de Criteria, su brazo inversor, es el principal accionista de CaixaBank, donde controla el 32,24% tras la fusión con Bankia. Como resultado de esta operación, el Estado tiene un 17% de participación en la entidad. Estos detalles son relevantes en el contexto de las negociaciones, ya que la transferencia del poder de supervisión de La Caixa y otras cuestiones relacionadas con las participaciones empresariales son puntos de discusión en las conversaciones entre las partes involucradas.