España cuenta con una gran oportunidad económica gracias al Mundial de fútbol de 2030.
Después de más de 40 años, España vuelve a recibir la máxima competición del fútbol, un honor que ya protagonizó cuando se celebró en 1982 el ‘Mundial de Naranjito’.
Después de años de esfuerzos para llevar a cabo un gran evento deportivo, nuestro país, en colaboración con Marruecos y Portugal, ha logrado asegurarse la organización del evento. Esta oportunidad podría traducirse en un negocio de 10.000 millones de euros, según las estimaciones del Gobierno publicadas en el BOE en diciembre de 2022, cuando se aprobaron las subvenciones a la federación para impulsar la candidatura.
El Gobierno, basándose en estudios realizados por instituciones académicas, estima que la celebración del evento podría generar un aumento de 5.120 millones de euros en el PIB del país y un gasto turístico adicional de más de 5.500 millones de euros. Además, se prevé la creación de 82.513 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo si se cumplen las inversiones planificadas. Según las estimaciones de Moncloa, por cada euro invertido en la organización del Mundial, se generarán 4,28 euros en el PIB y 1,32 euros en ingresos fiscales.
La Universidad de Alcalá de Henares proyecta que la llegada de visitantes específicos del Mundial podría aumentar la llegada de turistas a España en un 10%, alcanzando un aumento del 20% en ciudades que sean sedes. Se estima que el gasto total de los turistas se distribuirá en 2.200 millones de euros en alojamiento, 1.200 millones en transporte, 1.100 millones en alimentación y otros 1.000 millones en ocio y compras.
En términos de inversión, el Boletín Oficial del Estado informa que se necesitarán 1.430 millones de euros para organizar el torneo, una cifra significativamente inferior a las inversiones realizadas por otros países en eventos similares. En comparación, Qatar gastó más de 200.000 millones de euros en el último Mundial, mientras que Brasil invirtió 15.000 millones en 2014. España se beneficia en gran medida de no tener que realizar grandes obras para adaptar las instalaciones deportivas, lo que reduce considerablemente los costos. La inversión se dividirá en 750 millones para la mejora de infraestructuras y 683 millones para gastos de organización.
Un factor crucial que contribuye a los bajos costos es la colaboración de Portugal y Marruecos como sedes adicionales, aunque España será el principal organizador. Se espera que al menos se jueguen 10 partidos en España, mientras que los 3 primeros encuentros se llevarán a cabo en Argentina, Paraguay y Uruguay, en conmemoración del centenario de la primera Copa del Mundo celebrada en Uruguay.
Las ciudades anfitrionas de cada país serán anunciadas próximamente. Aunque todas las ciudades desean atraer a turistas para aumentar sus ingresos, parece que solo Madrid, Barcelona y Sevilla tienen asegurada su participación. El nuevo Camp Nou, con capacidad para 105.000 espectadores, y La Cartuja de Sevilla, con 60.000, parecen ser elecciones seguras. A menos que ocurra una sorpresa, el Santiago Bernabéu se perfila como el lugar central del Mundial y es el favorito para albergar la gran final.
La FIFA también ha querido reconocer el proyecto alternativo presentado por Argentina, Uruguay y Paraguay. «Creímos en Grande. El Mundial Centenario 2030 comienza donde todo se inició. ¡Uruguay, Argentina y Paraguay serán sedes de los partidos inaugurales del Mundial del Centenario!», escribió el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez. Pedro Sánchez también expresó su entusiasmo en su cuenta de la red social X, calificando la designación de España, Portugal y Marruecos para organizar el Mundial 2030 como una gran noticia y un motivo de orgullo para el país, anticipando que demostrarán la fuerza del fútbol español como campeones mundiales.