Yolanda Díaz demuestra otra vez su admiración por la extrema izquierda latinoamericana.
La líder de Sumar y ministra de Trabajo se reunió con homólogos internacionales para tratar el lanzamiento de una carta global de Derechos Laborales y avanzar en la creación de una «Internacional Laborista» que aborde los fenómenos laborales de una manera inclusiva, teniendo en cuenta cuestiones de género, de trabajo digno y medioambientales.
Lejos de buscar equiparar a España con otros países con un mercado laboral estable, para Díaz los modelos idóneos para ‘replicar’ son los de Argentina, Colombia y Honduras. De ahí que mantuviera reuniones con la ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, Raquel Cecilia Kismer y sus homólogas de Colombia, Gloria Inés Ramírez Ríos, y de Honduras, Sarahí Cerna.
Es importante recordar que las tres naciones presentan tasas de desempleo superiores a la media de la OCDE e incluso a los estándares europeos. Además, el caso particular de Colombia destaca no solo por su elevada tasa de desempleo a nivel internacional, sino por sufrir uno de los mayores niveles de la región latinoamericana.
Si se observan los casos específicos de cada país surgen más datos preocupantes que se podrán replicar en España. Por ejemplo, en Argentina el paro se disparó al 6,9% en el primer trimestre de 2023. Aunque en comparación con otros años el desempleo muestra una tendencia positiva, se trata de un mercado laboral ficticio, ya que todos los índices de pobreza no dejan de crecer bajo el Gobierno de Alberto Fernández.
Algo similar ocurre en Colombia, donde los datos del empleo están ‘maquillados’ por los millones de ciudadanos que trabajan en el mercado informal y, aún así, forman parte de las estadísticas oficiales del Gobierno de Gustavo Petro. No en vano, el país se sitúa en el top mundial de trabajo informal con 12,9 millones de personas en el primer trimestre de 2013.
El presidente colombiano está además liderando una guerra personal contra la patronal por una reforma laboral que no cuenta con el visto bueno de los empresarios. De ahí que el líder político utilice amenazas que también resonaron en la Moncloa contra la OCDE: “no habrá paz social…”.
Finalmente, el desempleo en Honduras se multiplicó por tres entre 2009 y 2021, según los datos del SAR. Después de que en 2022 se perdieran 80.000 plazas de empleo, hay dos millones y medio de ciudadanos parados en el país, mientras que la mayor parte de la población se ve obligada a estar sumergida en la economía informal.
Además, es fundamental destacar que Honduras está en la mira internacional por contar con medio millón de niños en explotación infantil. La situación es similar en Colombia, donde el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística denunció que entre octubre y diciembre de 2021 se reportaron más de 508.000 menores en trabajo infantil. En Argentina, uno de cada 10 niños también trabaja, según el Centro Internacional de Promoción de los Derechos Humanos (Cipdh).