La Unión Europea evidencia el elevado número de quiebras registradas bajo el Gobierno de Pedro Sánchez.
A pesar de que el presidente del Gobierno y su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no dudaron en presumir de la situación económica de España durante la moción de censura, la Oficina Europea de Estadística, más conocida como Eurostat, evidenció que España es la nación que lidera el crecimiento en el índice de quiebras de toda la Unión Europea.
Para el cierre de 2022, el Gobierno de Sánchez notificaba a la Unión Europea un índice de quiebras de 388,8. Un resultado nefasto, ya que significa un incremento del 362% con respecto al 31 de diciembre de 2018.
Aunque desde el Gobierno se escudan en la crisis económica de la pandemia del COVID o la guerra de Ucrania, dichos factores (que también afectaron al resto de países de la UE) no justifican que España lidere en el índice de quiebras de toda la Unión Europea.
Los resultados registrados bajo el Gobierno PSOE-Podemos también colocan a España en el primer lugar en valor absoluto de quiebras, ya que alcanza el índice más alto, por lo que supera a Croacia y Dinamarca, cuyos sus índices superan los 200 puntos.
Para comprender que los factores externos a la economía española no son un argumento valido para justificar el elevado número de quiebras, basta con observar que, de los 21 países que declaran esta información, solo hay 3 que crecen con respecto a 2018: España, Luxemburgo y Dinamarca. ¿El resto de los países?, pues se colocan con decrecimientos.
Si se observa a países cercanos, como Italia, se observa que el índice de quiebra llega a un 41,9, por lo que consigue una bajada del 43%. Unos datos muy parecidos a los logrados por Alemania (cuyo índice es de 69,3 y decrece la quiebra de empresas en un 15%) o de Francia (con un índice de quiebras de 70,1 y una caída en las quiebras de empresas del 18,7%).
El número de quiebras en España se mantuvo estable a lo largo del periodo 2016-2020, con una media de 3.680 quiebras anuales a lo largo de esos cinco años. Sin embargo, en 2021 ya se situaron algo por encima de esa cifra, con 5.870 quiebras, y en 2022 se dispararon un 161% respecto a ese promedio, según los propios datos de Eurostat.
Los datos que difunde el Instituto Nacional de Estadística (INE) mensualmente sobre constituciones y disoluciones de sociedades mercantiles también reflejan que la destrucción de empresas se ha acelerado en España: en enero, el último mes del que hay datos disponibles, cerraron sus puertas 127 empresas cada día (3.931 al mes). Es el doble que cuatro meses antes, en septiembre, y la cifra más elevada en cuatro años, desde enero de 2019.
La estadística de empresas inscritas en la Seguridad Social va en la misma línea. En el mes de febrero había 1.316.527 empresas registradas, 8.470 menos que en el mismo mes de 2019 (1.324.997). La pérdida se localiza en las empresas de menor tamaño, fundamentalmente micropymes de entre uno y dos trabajadores (18.622 empresas menos) y de 3 a 5 trabajadores (-2.540).