España se está convirtiendo en un país de funcionarios.
Así lo desvelan los datos de la Encuesta europea de Fuerza Laboral (Labour Force Survey), donde desvelan que el número de trabajadores públicos se disparó en 95.800 personas en 2022, es decir un 7,12% más que el año pasado.
Se trata de un porcentaje que impacta en el resto de la Unión Europea, ya que España lidera el mayor incremento de funcionarios registrado entre el grupo de las grandes economías del euro, frente a Francia (4,16%), Italia (2,63%) y, especialmente Alemania, donde estos trabajadores retrocedieron un 7,03%.
Para sacarle los colores al Gobierno de Pedro Sánchez, quien usa el empleo público como una fórmula para maquillar el elevado paro del país, España solo se vio superada por Letonia, donde el crecimiento interanual fue del 7,6%. No obstante, esto se traduce en un incremento de apenas 4.000 trabajadores netos.
Los datos de Eurostat reflejan un contexto europeo en el que nuestro país se sitúa muy lejos de las posiciones de cabeza en creación de empleo. En el pasado año, España sumó un 1,33% de empleados, por debajo de la media de 1,69% de la zona euro. Un aumento que supone una herramienta más para maquillar el empleo en España.
En otras palabras, los funcionarios de las administraciones públicas crecieron 5,3 veces más que lo que subió el total de ocupados, una brecha que supera a la de cualquier país de la zona euro. El incremento de trabajadores públicos equivale a un tercio del total del empleo neto creado, un peso inédito en el entorno europeo.
Otro de las claves que refleja la estadística es la temporalidad: los funcionarios interinos han pasado de suponer un 24,6% en el cuarto trimestre de 2021 a un 23,1% un año después.
Sigue siendo, con diferencia, el porcentaje más elevado de la Unión Europea, aunque el dato es inferior al que publica la EPA tomando como referencia el conjunto de trabajadores públicos, que llegan al 30,7%.