El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha señalado este lunes que no existe todavía evidencia de que se estén produciendo efectos de segunda ronda de la inflación, pero ha recomendado sacar adelante el pacto de rentas e impulsar medidas «selectivas» y concentradas en los hogares de rentas más bajas -que son los que más padecen el incremento de la inflación- y las empresas más vulnerables frente al encarecimiento de las materias primas.
«Según la información disponible, no existe todavía evidencia de que se estén produciendo efectos de segunda ronda, al menos de forma generalizada», ha explicado el gobernador durante su intervención en el Ciclo de Conferencias Enrique Fuentes Quintana, organizado por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Según el gobernador, sería deseable también evitar distorsiones significativas sobre las señales proporcionadas por los precios que incentiven la adaptación de la economía al shock energético. «Y las medidas deberían tener una naturaleza temporal para no generar un incremento adicional de la deuda pública y el déficit público estructural», ha insistido.
INICIAR UN PROCESO DE CONSOLIDACIÓN FISCAL YA ESTE AÑO
Por otra parte, el gobernador ha apuntado que esta actuación de la política fiscal debería ser compatible con el inicio de un proceso de consolidación fiscal, ya en 2023, en los países más endeudados o con un elevado déficit público estructural, como España, que permita reducir las vulnerabilidades fiscales actuales y aumentar los márgenes de maniobra futuros.
«Hay que tener en cuenta, además, que un uso adecuado de los fondos europeos del programa Next Generation EU (NGEU) puede hacer compatible iniciar este proceso con mantener un impacto positivo de la política fiscal sobre el crecimiento económico», ha señalado.
QUE LOS AGENTES ASUMAN «COMO INEVITABLE» LA PÉRDIDA DE RENTA
En cuanto a los efectos de segunda ronda, el gobernador ha explicado que los salarios en la UEM se han mantenido moderados. De hecho, se ha producido una caída significativa de los salarios reales. No obstante, su crecimiento está cobrando fuerza, respaldado por la solidez de los mercados de trabajo y por el efecto de la inflación sobre las demandas salariales, factores que se espera que continúen.
El gobernador ha señalado que los márgenes empresariales también se han mantenido, en general, moderados, aunque con mucha heterogeneidad por países, empresas y sectores. No obstante, la traslación de los costes a precios finales también ha ido aumentando y ha sido superior a episodios previos.
«En la medida en que perdure la alta inflación actual, aumenta la probabilidad de que se produzcan estos efectos de segunda ronda», ha alertado. Por ello, cree que es imprescindible que los agentes económicos asuman «como inevitable» la pérdida de renta que implica el encarecimiento de las materias primas importadas.
En este sentido, aboga por que, en el marco del diálogo social, se acuerde el reparto de costes entre empresas y trabajadores, de forma que todos asuman una parte alícuota de la pérdida de renta real, con compromisos plurianuales respecto a los incrementos salariales y la evolución de los márgenes.
Este acuerdo de carácter general debería permitir diferenciar según los distintos sectores y agentes afectados, así como evitar fórmulas de indiciación automática a la inflación pasada, y debería reforzarse evitando también el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas en el gasto público.
LA CAPACIDAD DE PAGO DE HOGARES Y EMPRESAS SE HA VISTO AFECTADA
Según el gobernador, la combinación de una inflación más elevada y un menor crecimiento económico esperado, junto con el aumento de los tipos de interés, afecta negativamente a la capacidad de pago de hogares y empresas, sobre todo en el caso de los segmentos más vulnerables, caracterizados por sus bajos niveles de renta, su dependencia de los productos energéticos y alimenticios y, en algunos casos, su elevado nivel de endeudamiento.
Por su parte, los altos niveles de deuda pública tras la pandemia, junto con el endurecimiento de las condiciones de financiación, suponen un elemento de vulnerabilidad y limitan el margen para adoptar medidas de expansión fiscal.
EL BCE SEGUIRÁ INCREMENTANDO «SIGNIFICATIVAMENTE» LOS TIPOS
Según ha advertido Hernández de Cos, una mayor persistencia de la inflación obligaría a un endurecimiento mayor de la política monetaria, lo que incrementaría la vulnerabilidad de aquellos agentes -públicos o privados- con una situación económica y financiera menos saneada, e incidiría, en mayor medida de lo anticipado, sobre sus niveles de gasto.
Y eso que ya desde el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo han indicado que será necesario seguir incrementando «significativamente» los tipos de interés en las próximas reuniones, a un ritmo sostenido, hasta alcanzar niveles que nos permitan asegurar que la inflación va a volver a situarse en el objetivo.
Las últimas proyecciones del BCE mantienen una inflación el 2,3% en 2025, por encima, por tanto, del 2%. Esas proyecciones estaban construidas sobre la base de las expectativas que los mercados tenían sobre la evolución de los tipos de interés en el momento de su elaboración.
«Si se toman como válidas estas proyecciones, alcanzar el objetivo de inflación exigiría, por tanto, un incremento de los tipos de interés por encima de lo que esperaba entonces el mercado», ha señalado el gobernador.
De hecho, Hernández de Cos ha explicado que desde la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE se ha producido un incremento del nivel máximo de los tipos de interés esperado por el mercado de alrededor de 25 puntos básicos, hasta el entorno del 3,4%.