El bloque separatista formado por ERC y Junts exige el traspaso a la Generalitat de la supervisión y vigilancia de la Fundación La Caixa, que ahora depende del Ministerio de Economía. Un movimiento estratégico para Cataluña, ya que la Fundación cuenta con participaciones empresariales de peso en el IBEX.
Sin embargo, también se trata de un movimiento que está generando grandes dudas en la Unión Europea. El Banco Central Europeo (BCE) está siguiendo de cerca los acuerdos de Pedro Sánchez con sus socios independentistas, ya que si se cumple la promesa de otorgar la supervisión y vigilancia de la Fundación La Caixa a la Generalitat, desde el Eurobanco se emitirá un informe para precisar cómo la decisión supone un deterioro en la profesionalidad de la gestión.
El diario ‘Vozpópuli’ recuerda que ya existe un precedente. En julio de 2013, el supervisor único avaló la Ley de Cajas que impulsó un cambio drástico en la gobernanza y supervisión de las antiguas cajas. La Ley 26/2013 estableció que el Protectorado de las fundaciones herederas de las antiguas cajas con un ámbito de actuación que exceda el de una comunidad autónoma fuera pilotado por el Ministerio de Economía. Sólo había una excepción para la Fundación Kutxa, que controla el 32% del banco fruto de las tres antiguas cajas vascas.
«La reforma aborda varias deficiencias del gobierno de las cajas de ahorros españolas que, entre muchos otros factores, contribuyeron en cierta medida de la crisis del sector financiero español, y por tanto constituye un pilar importante del esfuerzo general de reconstruir la estabilidad financiera en España», expuso en su momento el supervisor único en su dictamen de 2013, firmado por Mario Draghi, entonces presidente del Eurobanco.
El BCE no tendría competencias directas sobre las Fundaciones Bancarias, pero es el encargado de controlar de cerca a los bancos participados. Por esta razón, vigila el plan de Sánchez y los independentistas, y no se descarta que pueda pronunciarse en caso de que la exigencia se plasme en un cambio de ley, como señalan fuentes próximas a los supervisores.
Llave al IBEX
El traspaso del poder de supervisión en La Caixa a la Generalitat no es un asunto menor. Este movimiento se considera estratégico para Cataluña, ya que la Fundación La Caixa posee una cartera significativa de participaciones empresariales importantes en el Ibex.
A través de Criteria, su rama de inversión, la Fundación es el accionista mayoritario de CaixaBank, controlando el 32,24% tras la fusión con Bankia. Además, junto a BBVA, forma el núcleo duro de accionistas nacionales en Telefónica, que ahora enfrenta la presión de Arabia Saudí para adquirir el 9,9% de sus acciones.
La Fundación La Caixa también tiene el control del 26,71% de Naturgy, el 4,36% de Cellnex y el 9,10% del Grupo Financiero Inbursa, propiedad de la familia mexicana Slim. Estas participaciones confieren a la Fundación un poder de influencia fundamental en empresas estratégicas en España.
En el mundo de las antiguas cajas, las negociaciones para la posible investidura de Sánchez son observadas con cautela, sin descartar el primer cambio significativo desde la reforma de 2013.