Steve Jobs es ampliamente admirado por empresarios y aquellos que buscan transformar su situación económica. En 1997, cuando regresó a Apple, la compañía estaba al borde de la extinción, compitiendo ferozmente con Microsoft y otras empresas en el mundo de la tecnología. La empresa que él y Steve Wozniak habían fundado en un garaje estaba perdiendo su rumbo debido a una falta de dirección y una línea de productos demasiado extensa.
Jobs comprendió que Apple debía enfocarse en lo que hacía mejor, lo cual significaba reducir su catálogo de productos y concentrarse en dispositivos innovadores, creando nuevas necesidades en la industria tecnológica. Para lograr esto, Jobs adoptó lo que se conoce como la regla del 30%.

Steve Jobs
¿Qué es la regla del 30% de Steve Jobs?
La regla del 30% implicaba una revisión minuciosa de la línea de productos de Apple. Aproximadamente el 30% de estos productos eran excepcionales y definían la calidad e innovación de la marca. Sin embargo, el restante 70% eran productos que no eran realmente necesarios o que no cumplían con los estándares de excelencia de la marca.
La clave de esta estrategia fue la drástica reducción de la cantidad de productos en los que Apple estaba trabajando, permitiendo que la empresa concentrara sus recursos en lo mejor de lo mejor y asegurando que cada dispositivo lanzado fuera de la más alta calidad.
Para aplicar la regla del 30% a tu vida personal y profesional, debes seguir algunos pasos. Primero, debes definir tus objetivos y prioridades, identificando las tareas y proyectos que tienen el mayor impacto en tu vida. Luego, establece prioridades y evita la tentación de hacer cosas que no son esenciales. Divide proyectos grandes en tareas más pequeñas y enfócate en las que aprovechen tus habilidades y sean significativas para ti.
Al igual que Jobs tomó decisiones difíciles al reducir la línea de productos de Apple, es posible que debas tomar decisiones desafiantes en tu vida profesional, como abandonar proyectos que no funcionan o dejar de asistir a eventos que no te benefician. En última instancia, la regla del 30% se trata de enfocar tus esfuerzos en lo que realmente importa para lograr un mayor impacto y éxito.