La empresa Qida, especializada en la atención domiciliaria de personas mayores, ha cerrado una ampliación de capital por 37 millones de euros, liderada por el fondo Quadrille Capital. En la operación también han participado Asabys Partners, Cofides (a través del Fondo de Impacto Social), el Institut Català de Finances y el fondo estadounidense Endeavor Catalyst. Los inversores ya presentes como Kibo Ventures, Creas y Ship2B han vuelto a confiar en la firma.
Fundada en Barcelona y dirigida por su consejero delegado Oriol Fuertes, Qida destinará estos recursos a tres ejes: la expansión orgánica e inorgánica en España mediante la adquisición de pequeñas empresas del mismo sector, el desarrollo de su plataforma tecnológica para cuidados preventivos y digitales, y el refuerzo de su plantilla, cuya base ya ronda los 2.000 cuidadores y 20 oficinas.
Según sus cifras, Qida pasó de facturar 4 millones de euros en 2022 a 24,5 millones en 2024, y su objetivo es alcanzar los 40 millones en 2025 y superar los 100 millones en 2027. Con la nueva ronda, la empresa apuesta por consolidar su posición en el mercado del cuidado a domicilio, que combina impacto social con modelo de negocio.
¿Por qué es una operación relevante?
- El sector del cuidado domiciliario a personas de edad avanzada está en expansión, impulsado por el envejecimiento de la población y la preferencia por permanecer en el hogar. La entrada de un capital importante refleja la confianza en este nicho.
- La combinación de atención presencial y tecnología (monitorización, plataformas digitales de gestión, modelos preventivos) es clave para diferenciarse y escalar en un mercado fragmentado. Qida lo reconoce y destina recursos en ese sentido.
- La operación también pone en valor la transferencia de “startup española de impacto” a un modelo de escalabilidad real. Con esta financiación, Qida puede incrementar su presencia territorial, su capacidad operativa y su visibilidad internacionalmente.
Desafíos que afronta
Si bien los planes son ambiciosos, Qida tendrá por delante varios retos:
- Hacer fusiones o adquisiciones en un sector donde muchas empresas son pequeñas, localizadas y con distintos estándares de servicio puede complicarse.
- La tecnología es clave, pero el cuidado domiciliario sigue siendo muy dependiente de la calidad humana y la ejecución operativa. La integración de ambos (tecnología + recurso humano) será decisiva.
- A medida que escala, también aumentan los requisitos regulatorios, de calidad, y las expectativas de los clientes y familias. Mantener la consistencia en el crecimiento será clave.
Conclusión
La captación de 37 millones de euros por parte de Qida es una señal clara: la apuesta por el cuidado a domicilio, apoyado en tecnología e impacto social, está atrayendo capital. La empresa tiene ante sí una gran oportunidad para afianzarse como referente en España y quizás más allá, pero el éxito real dependerá de su capacidad de ejecutar, de mantener la calidad mientras escala y de conectar la atención humana con herramientas digitales de forma eficiente. Si lo consigue, podrá liderar un cambio en la forma en que se presta cuidado en el hogar; si no, corre el riesgo de quedar rezagada en un mercado que ya empieza a madurar.
