El Fondo Monetario Internacional (FMI, 2025) acaba de lanzar una advertencia clara: el crecimiento global entra en una fase de enfriamiento estructural. Tras dos años de recuperación pospandémica, el impulso se agota.
La economía mundial crecerá un 2,6 % en 2025, frente al 3,2 % del año anterior, lastreado por la debilidad de China, la contracción industrial alemana y la política monetaria restrictiva de Estados Unidos. Según la directora del FMI, Kristalina Georgieva (2025), “el mundo no se enfrenta a una crisis, sino a algo más peligroso: una desaceleración prolongada sin dirección.”
El mundo no está colapsando, pero ha perdido la sensación de avance.
El frenazo del comercio internacional
Uno de los principales motores del crecimiento global —el comercio— se ha debilitado drásticamente. El volumen mundial de intercambios apenas aumentará un 1,9 % este año, muy por debajo del promedio del 5 % de la última década (OMC, 2025).
Las causas son múltiples: tensiones geopolíticas, guerras comerciales encubiertas, y la reconfiguración de cadenas de suministro hacia modelos regionales.
El economista Adam Tooze (2025) señala que “la globalización ya no impulsa el crecimiento, lo limita, porque los países buscan independencia antes que eficiencia.”
Este cambio afecta especialmente a Europa, cuyo modelo exportador depende del comercio abierto y del acceso a materias primas baratas.
España, aunque menos industrial que Alemania, también sufre las consecuencias. Las exportaciones de bienes intermedios cayeron un 6 % interanual en el primer semestre de 2025 (ICEX, 2025).
Estados Unidos: resistencia o exceso
La economía estadounidense sigue siendo el ancla del sistema global. Su PIB crecerá un 2,4 %, pero a costa de un déficit público del 6 % del PIB y un endeudamiento récord de 34 billones de dólares (U.S. Treasury, 2025).
El consumo se mantiene fuerte, pero financiado con crédito. El Banco Mundial (2025) advierte que la política fiscal expansiva de Washington, unida a la persistente inflación, puede generar una “burbuja de confianza” global.
Si la Reserva Federal decide endurecer aún más los tipos de interés, los flujos de capital podrían salir de los mercados emergentes y fortalecer aún más al dólar, agravando la presión sobre monedas como el euro o el yen.
El analista Kenneth Rogoff (2025) lo resume así: “La fortaleza de Estados Unidos es el espejo que refleja la debilidad del resto.”
China: el gigante que ya no arrastra al mundo
Durante dos décadas, China fue el principal motor del crecimiento global. Hoy, se ha convertido en un riesgo sistémico.
El FMI proyecta un crecimiento chino del 3,8 %, el más bajo desde 1990 si se excluye la pandemia. La crisis inmobiliaria, la contracción del crédito privado y la caída del consumo están limitando la capacidad de Pekín para estimular su economía.
El analista Michael Pettis (2024) advierte que “China ha pasado de ser la locomotora del mundo a un vagón que arrastra deuda.”
La caída de su demanda interna afecta directamente a los países exportadores de materias primas, desde América Latina hasta África.
Europa también siente el golpe: las exportaciones alemanas al mercado chino se redujeron un 12 % en el último año (Eurostat, 2025).
El modelo global basado en la expansión simultánea de China y Occidente se está agotando.
Europa: el paciente crónico del capitalismo avanzado
El viejo continente parece incapaz de generar impulso propio. Entre 2023 y 2025, la zona euro crecerá un promedio del 0,8 % anual, un nivel que los economistas del Banco Central Europeo (BCE, 2025) califican como “estancamiento prolongado”.
El debilitamiento industrial alemán y la crisis fiscal francesa se combinan con una inflación persistente del 2,9 %. El consumo sigue deprimido y la inversión privada no se recupera pese a los fondos europeos.
El economista Daniel Gros (2025) advierte que “Europa ya no necesita estímulos, necesita visión. Sin innovación ni productividad, solo queda subsidio.”
España se mantiene como uno de los pocos países con crecimiento positivo (1,8 %), impulsado por el turismo, pero su economía sigue dependiendo de factores cíclicos y subvenciones europeas.
El Sur Global: crecimiento sin estabilidad
América Latina, África y el Sudeste Asiático crecen más rápido que las economías avanzadas, pero sin consolidar su desarrollo.
El Banco Mundial (2025) estima un crecimiento del 3,5 % para los países emergentes, aunque advierte una creciente vulnerabilidad financiera.
El endeudamiento soberano en divisas extranjeras ha aumentado un 40 % desde 2019, y la subida de tipos en Estados Unidos eleva el riesgo de una nueva crisis de deuda en el Sur Global.
En América Latina, el auge del litio y del cobre no ha generado estabilidad institucional. En África, los conflictos y golpes de Estado continúan interrumpiendo proyectos de infraestructura clave.
La economista Ngozi Okonjo-Iweala (2025), directora de la OMC, advierte que “el crecimiento del Sur se ha vuelto dependiente de las subvenciones del Norte.”
La política monetaria como espada de doble filo
El ciclo global de endurecimiento monetario, iniciado en 2022, está dejando secuelas. Más de 80 bancos centrales mantienen tipos de interés reales positivos, lo que encarece el crédito y frena la inversión.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS, 2025) señala que el coste medio de la deuda corporativa global ha alcanzado su nivel más alto desde 2007.
El dilema es evidente: si los bancos centrales aflojan demasiado rápido, la inflación volverá; si lo hacen demasiado tarde, provocarán una recesión sincronizada.
El Nobel de Economía Paul Krugman (2024) advirtió que “el riesgo actual no es la inflación, es el miedo a ella.”
El nuevo paradigma: bajo crecimiento, alta deuda
El modelo económico global parece haberse desplazado hacia un nuevo equilibrio incómodo: crecimiento débil, deuda alta y dependencia del estímulo público.
El deuda global total, incluyendo gobiernos, empresas y hogares, alcanzó un récord de 315 % del PIB mundial (IIF, 2025).
El capitalismo del siglo XXI se ha vuelto adicto al rescate. Los bancos centrales se han transformado en aseguradoras del riesgo privado, mientras los gobiernos se endeudan para sostener la demanda interna.
El economista Raghuram Rajan (2025) lo denomina “capitalismo anestesiado”: un sistema que ya no colapsa, pero tampoco despierta.
España ante el nuevo ciclo
España ha logrado mantener un crecimiento superior al promedio europeo gracias al turismo, los fondos Next Generation y una relativa estabilidad política.
Sin embargo, el Banco de España (2025) advierte que el país sigue siendo vulnerable a un escenario de bajo crecimiento global.
Las exportaciones representan más del 40 % del PIB, y la mayoría depende de socios europeos en recesión. Además, la productividad laboral apenas ha aumentado un 0,4 % en cinco años.
La economista Nuria Mas (2025) sintetiza el dilema español: “España no está en crisis, pero está en pausa. Y la pausa global puede durar más de lo que imaginamos.”
Conclusión: el mundo sin motor
El sistema económico global no está cayendo, está disminuyendo la velocidad. El auge sincronizado de los años 2000 ha sido reemplazado por un crecimiento asimétrico, donde cada región lucha por sostener su propio equilibrio.
Estados Unidos crece a crédito, China a control, Europa a subsidio y el Sur Global a deuda.
El verdadero riesgo no es una recesión profunda, sino una década perdida de bajo dinamismo y tensiones sociales, en la que las democracias deberán justificar por qué la estabilidad sigue valiendo más que la ambición.
Europa, y particularmente España, deberán aprender a prosperar en un mundo sin viento de cola. Porque en esta nueva economía, el éxito no dependerá de crecer más, sino de caer más lentamente que los demás.
Referencias
Banco Central Europeo (BCE). (2025). Monetary Policy Review: Eurozone Growth Outlook. Fráncfort: BCE.
Banco de España. (2025). Informe de estabilidad macroeconómica 2025. Madrid: Banco de España.
Banco Mundial. (2025). Global Economic Prospects 2025. Washington, DC: World Bank.
Banco de Pagos Internacionales (BIS). (2025). Quarterly Review, Q3 2025. Basilea: BIS.
Eurostat. (2025). EU–China Trade and Growth Report. Luxemburgo: Eurostat.
Fondo Monetario Internacional (FMI). (2025). World Economic Outlook: October 2025 Edition. Washington, DC: IMF.
ICEX España Exportación e Inversiones. (2025). Comercio exterior español 2025. Madrid: ICEX.
IIF (Institute of International Finance). (2025). Global Debt Monitor 2025. Nueva York: IIF.
Krugman, P. (2024). The Age of Fragile Economies. W.W. Norton & Company.
Mas, N. (2025). España y la desaceleración global. IESE Business Review.
Okonjo-Iweala, N. (2025). Discurso ante la OMC sobre comercio inclusivo. Ginebra: Organización Mundial del Comercio.
Pettis, M. (2024). Avoiding the Middle-Income Trap: The Case of China. Carnegie Endowment.
Rajan, R. (2025). The Anesthetized Capitalism. University of Chicago Press.
Rogoff, K. (2025). Debt, Inflation and the Global Economy. Harvard University Press.
Tooze, A. (2025). The New Economic Order: Fragmentation and Decline. Columbia University Press.
U.S. Department of Treasury. (2025). Fiscal Outlook 2025. Washington, DC: Treasury Department.
OMC. (2025). World Trade Outlook Report. Ginebra: Organización Mundial del Comercio.
