El BBVA ha anunciado que cierra el capítulo de su oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell tras conseguir solo aproximadamente un 25 % de aceptación, lo que lo deja muy por debajo del umbral mínimo requerido para que la operación fuese válida.
El consejero delegado, Onur Genç, declaró que “el futuro del banco no dependía de la OPA” y que se encuentran en “su mejor momento” para avanzar sin distracciones.
Durante la presentación de los resultados trimestrales, BBVA anunció que, tras el fracaso de la OPA, retomará su programa de recompra de acciones por valor cercano a los 1.000 millones de euros y pagará un dividendo a cuenta de 0,32 € por acción a comienzos de noviembre.
Qué ha pasado y qué significa
La operación, que se prolongó durante más de un año, buscaba que BBVA absorbiese Banco Sabadell para crear un grupo más grande en el sector bancario español. Sin embargo, al no alcanzar siquiera un 30 % de participación, la oferta ha quedado anulado automáticamente según la normativa.
Ahora, la entidad vasca da por concluido el proceso y pone el foco en su plan estratégico 2025-2029, en el que prevé alcanzar un beneficio conjunto de 48.000 millones de euros, mejorar su eficiencia al 35 % y lograr una rentabilidad sobre el capital (ROTE) del 22 %.
En paralelo, se reforzará la expansión de su negocio digital en Europa, con especial énfasis en Italia y Alemania, y se mantendrá el crecimiento de su filial turca, Garanti, considerada clave.
¿Por qué es relevante?
- Para el sector bancario en España, este desenlace confirma que las operaciones de concentración cara a cara no siempre resultan, aunque lo permitan las condiciones de mercado.
- Para BBVA, representa un giro: en lugar de invertir recursos en la adquisición, canalizarán ese capital hacia el crecimiento orgánico, innovación digital y retorno al accionista.
- También es un mensaje para los inversores: aunque la OPA no prosperó, el banco tiene liquidez y objetivos claros, lo que podría generar confianza y estabilidad en el corto-medio plazo.
Conclusión
BBVA ha decidido dar por concluido su intento de absorber Banco Sabadell y enfoca sus esfuerzos en fortalecer su negocio propio. El obstáculo de no lograr la aceptación mínima más que subraya que, en ocasiones, la independencia o el camino propio pueden tener tantas oportunidades como una fusión. Ahora comienza una etapa en la que el éxito dependerá de la ejecución de su plan estratégico y de cómo convierta los recursos liberados de la OPA fallida en crecimiento real y valor para sus accionistas.
