El jueves 30 de octubre de 2025, los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jinping, mantuvieron un encuentro muy esperado en la base aérea de Gimhae, en Busan (Corea del Sur). Esta reunión se produce tras meses de tensión comercial que habían afectado al comercio global y generado incertidumbre en los mercados.
El objetivo principal fue explorar un marco de entendimiento que permita estabilizar las relaciones económicas entre ambos países. Trump subrayó que se trata de “abrir nuevas oportunidades de comercio justo y equilibrado”, mientras que Xi enfatizó la importancia de mantener relaciones económicas como pilar de la estabilidad global.
Avances y compromisos
Aunque no se firmaron tratados definitivos, los líderes anunciaron algunos avances preliminares:
- Reducción parcial de aranceles: Ciertos impuestos sobre el comercio de fentanilo y productos específicos bajan del 20 % al 10 %.
- Exportación de recursos estratégicos: China flexibiliza restricciones sobre tierras raras, esenciales para la industria tecnológica global.
- Diálogo futuro: Se comprometieron a mantener canales de negociación abiertos para resolver disputas de manera temprana.
Estos acuerdos, aunque limitados, son vistos como un gesto positivo que podría mejorar la confianza en los mercados y reducir tensiones en la economía global.
Importancia para la economía mundial
EE. UU. y China son los motores del comercio internacional, por lo que cualquier señal de cooperación tiene repercusiones globales. Sin embargo, los analistas advierten que los problemas estructurales no se han resuelto: la propiedad intelectual, la competitividad industrial y la cadena de suministros siguen siendo temas delicados.
Conclusión
La cumbre de Busan marca un primer paso hacia la reconciliación comercial, mostrando que ambas potencias están dispuestas a dialogar. Sin embargo, la implementación efectiva de los compromisos será clave Los mercados y los gobiernos deberán observar si las buenas intenciones se traducen en acciones concretas. Este encuentro genera esperanza, pero los desafíos bilaterales continúan, y solo el tiempo dirá si se logra una cooperación estable y duradera.
