El sector vinícola español está sintiendo el golpe. Las exportaciones hacia Estados Unidos registraron una caída del 7 % hasta julio de este año, según la Federación Española del Vino (FEV).
Este retroceso se relaciona con el arancel del 15 % que Washington impuso a buena parte de los productos europeos, incluido el vino, lo que ha encarecido sus costes de exportación.
Según el director general de la FEV, José Luis Benítez, aunque la caída es moderada para lo que se esperaba, “hay que estar preparados para que el impacto se intensifique” si persisten las tasas.
Por su parte, Marqués de Riscal, una de las bodegas más relevantes, ha señalado una disminución del 6 % solo en su gama de Rioja hacia el mercado estadounidense, sin haber subido precios, lo que evidencia la apuesta por mantener cuota pese al escenario adverso.
Las bodegas explican que parte de la bajada se debe también a que muchas importaciones fueron anticipadas antes de que los aranceles se ampliarán, lo que provocó una desaceleración en los siguientes meses.
Además, otra fuente de preocupación es la apreciación del euro frente al dólar, ya que esto encarece el vino español en EE.UU. y reduce la competitividad.
Hacia dónde mira el sector
Ante esta situación, las bodegas están impulsando dos estrategias clave:
- Exención arancelaria: confían en que se logre algún tipo de excepción que alivie los costes hacia EE.UU.
- Diversificar mercados: se están volcando más hacia países como Canadá o Latinoamérica, además de poner el foco en la ratificación del acuerdo comercial del Mercosur para abrir paso a Brasil y otros mercados emergentes.
Conclusión
Aunque la caída del 7 % no es dramática en términos absolutos, el retroceso en un mercado clave como EE.UU. actúa como señal de alarma para el vino español. Las tasas arancelarias, la caída del dólar frente al euro y la anticipación de compras antes del alza de tasas han creado un cóctel que exige adaptación rápida. Si el sector logra que se obtenga alguna exención o aumentar con éxito su presencia en otros mercados, podrá capear el temporal; si no, puede perder terreno frente a competidores internacionales más ágiles.