El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido indultar a Changpeng Zhao, conocido en el mundo cripto como “CZ”, y hasta hace poco máximo responsable de Binance, la plataforma de intercambio de criptomonedas más grande del mundo.
Zhao había sido condenado en 2024 a cuatro meses de prisión tras declararse culpable de no haber implementado un programa eficaz contra el blanqueo de dinero en Binance. En su momento, la empresa también pagó una multa récord por violaciones de sanciones estadounidenses y lagunas en su sistema de cumplimiento.
En el comunicado oficial, la Casa Blanca (a través de su portavoz Karoline Leavitt) describió el indulto como parte de la intención de la nueva administración de poner fin a lo que llamó la “guerra contra las criptomonedas” lanzada por la anterior administración. Zhao, por su parte, agradeció el gesto en redes sociales y declaró que “hará todo lo posible para que EE.UU. se convierta en la capital del cripto”.
¿Por qué este movimiento importa?
- Este indulto representa un cambio de rumbo claro en la política estadounidense hacia la industria de las criptomonedas, privilegiando la innovación y el crecimiento del sector sobre el endurecimiento regulatorio.
- Binance, que había estado bajo severa presión del Departamento de Justicia y otros organismos regulatorios de EE.UU., abre con esta decisión la puerta a una posible reentrada o reconfiguración de su negocio en el país.
- La historia de Zhao ilustra la delgada línea entre crecimiento acelerado y requisitos de cumplimiento: si bien su empresa alcanzó un éxito global, lo hizo al menos en parte al margen de ciertos controles, lo que finalmente derivó en sanciones.
- El contexto político no es menor. La industria cripto ha sido un actor relevante en la financiación y apoyo al entorno de Trump, y el indulto puede interpretarse también como un guiño a estos intereses.
Conclusión
El perdón otorgado a Changpeng Zhao marca un hito. No solo libera a un personaje clave del mundo cripto de las secuelas de su condena, sino que también simboliza un desvió hacia una estrategia estadounidense que apuesta por las criptomonedas como motor de innovación económica más que como fuente de riesgo regulatorio. Mientras algunos lo verán como un refuerzo para la industria, otros advertirán que el mensaje es ambivalente respecto a la necesidad de vigilancia financiera y cumplimiento normativo. El verdadero impacto, en términos de regulación, mercado y credibilidad, está por verse.