La inversión en startups españolas aumentó un 15 % interanual hasta septiembre de 2025, alcanzando 2.606 millones de euros, según datos recopilados por Cinco Días y la consultora El Referente. El crecimiento se celebra como un signo de madurez del ecosistema tecnológico nacional, pero la realidad detrás del número muestra una cara menos heroica: más de un tercio de la inversión proviene de organismos públicos, lo que plantea interrogantes sobre la autonomía del capital riesgo español (Cinco Días, 2025).
El Instituto de Crédito Oficial (ICO), a través de ICO Global, destinó 850 millones de euros a fondos nacionales e internacionales. El CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación) y ENISA también participaron en varias rondas clave. En conjunto, el Estado se consolida como el mayor inversor en startups del país, un rol que —aunque estabilizador en el corto plazo— podría estar distorsionando el funcionamiento natural del mercado.
“España no puede construir su Silicon Valley a golpe de subvención”, advirtió recientemente un gestor de capital riesgo en una mesa redonda de South Summit 2025, reflejando la incomodidad de parte del sector privado con el peso de las instituciones públicas (Forbes España, 2025).
Crecimiento desigual: más dinero, menos riesgo
El aumento de la inversión total no se traduce en un mercado más sano. De hecho, las rondas semilla y pre-semilla —las que realmente impulsan el emprendimiento joven— han caído un 20 % en lo que va de año. Por el contrario, las rondas series A y B concentran la mayor parte de los fondos, lo que sugiere que los inversores buscan proyectos más maduros y menos arriesgados (TechCrunch, 2025).
Esta tendencia pone en jaque la función esencial del capital riesgo: financiar innovación, no solo consolidación. En palabras del economista Luis Martín Cabiedes, “si el capital privado abandona las fases tempranas, el sistema se vuelve conservador, y sin riesgo, no hay disrupción” (El Confidencial, 2025).
Las cifras revelan además una concentración geográfica preocupante: Madrid y Barcelona absorben más del 85 % de la inversión total, dejando a otras regiones prácticamente fuera del mapa. La concentración no solo perpetúa las desigualdades regionales, sino que limita la capacidad de España de desarrollar ecosistemas tecnológicos descentralizados (Cinco Días, 2025).
El espejismo de la madurez
El discurso oficial sostiene que el ecosistema español “ha madurado”. Pero ¿madurez significa depender del Estado para sobrevivir?
La respuesta está en los datos: el capital internacional se ha mostrado más cauteloso, representando solo el 35 % del total, frente al 45 % en 2023. La incertidumbre regulatoria, la inestabilidad política y la baja tasa de exits (salidas rentables vía ventas o IPOs) han erosionado la confianza de fondos extranjeros.
Aún así, los gobiernos regionales y el Ministerio de Economía han aprovechado la narrativa del “auge tecnológico español” como símbolo de éxito, en medio de un contexto macroeconómico de crecimiento moderado y desempleo estructural.
El riesgo es que esta expansión financiada por fondos públicos cree un espejismo estadístico, en el que los números crecen, pero el ecosistema no se capitaliza de forma sostenible.
“El dinero público no es malo, pero no puede ser el único motor del ecosistema. Si el Estado sustituye al mercado, deja de fomentar la innovación y empieza a administrarla”, señala el analista financiero Javier Megías (Expansión, 2025).
¿Más inversión o más intervención?
El modelo español de capital riesgo se acerca peligrosamente a un esquema de intervención institucional permanente, donde el Estado actúa como inversor principal, garante y árbitro.
Esto genera tres efectos:
- Distorsión de incentivos: Las startups priorizan proyectos con alta probabilidad de aprobación pública en lugar de innovación disruptiva.
- Riesgo moral: Cuando el dinero es público, el fracaso se asume colectivamente y el éxito se privatiza.
- Competencia desleal: Las empresas que no acceden a estos fondos quedan en desventaja frente a aquellas con respaldo estatal.
Este equilibrio precario podría estallar cuando el contexto fiscal cambie o los fondos europeos se agoten. España corre el riesgo de construir un ecosistema dependiente del presupuesto público, no del dinamismo empresarial.
Conclusión: el doble filo del éxito
El récord de inversión en startups españolas en 2025 puede celebrarse, pero también debe leerse con cautela.
España ha demostrado que puede atraer capital, pero no que pueda mantenerlo sin el Estado. La verdadera madurez del ecosistema emprendedor no se mide por la cantidad invertida, sino por su autonomía y su capacidad para generar riqueza real sin subsidios.
En última instancia, la pregunta que queda flotando es simple pero incómoda:
¿Está España construyendo un Silicon Valley o un Ministerio del Emprendimiento?
Referencias
Cinco Días. (2025, 9 de octubre). La inversión en startups en España llega a 2.606 millones hasta septiembre, un 15 % más, con el tirón de las agencias públicas. El País / Cinco Días. https://cincodias.elpais.com/companias/2025-10-09/la-inversion-en-start-ups-en-espana-llega-a-2606-millones-hasta-septiembre-un-15-mas-con-el-tiron-de-las-agencias-publicas.html
El Confidencial. (2025, 5 de septiembre). Cabiedes: “España no puede depender del Estado para innovar”. El Confidencial Tecnología. https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2025-09-05/entrevista-luis-martin-cabiedes-startups_3916532/
Expansión. (2025, 8 de octubre). Javier Megías: “El dinero público no debe sustituir al privado, sino multiplicarlo”. Expansión Economía y Empresa. https://www.expansion.com/economia-digital/startups/2025/10/08/65227145e5fddf3f418b45c.html
Forbes España. (2025, 4 de octubre). España bate récords en inversión en startups, pero el capital privado se enfría. Forbes España. https://forbes.es/economia/807925/espana-bate-records-en-inversion-en-startups-pero-el-capital-privado-se-enfria/
TechCrunch. (2025, 7 de octubre). Europe’s venture capital paradox: public money surges as private risk falls. TechCrunch Europe Edition. https://techcrunch.com/2025/10/07/europe-venture-capital-public-money/
