España presume de estabilidad macroeconómica mientras la productividad sigue estancada

España, la “niña modelo” de Europa: entre los elogios del BCE y la fragilidad estructural

El BCE y las agencias crediticias han alabado el “excepcional desempeño” económico español. Sin embargo, el crecimiento depende del turismo, el gasto público y los fondos europeos, mientras la productividad y la inversión privada siguen en mínimos. ¿Éxito sostenido o espejismo coyuntural?

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El Banco Central Europeo (BCE) sorprendió en octubre al destacar que España ha sido uno de los principales motores de crecimiento de la eurozona en 2025, según sus actas de septiembre (El País, 2025).
El organismo atribuye a la economía española “un desempeño excepcional” en un contexto de debilidad generalizada en la Unión Europea.

El reconocimiento se suma a las recientes mejoras en la calificación crediticia por parte de Moody’s y Fitch, que elevaron la nota soberana de España gracias a su “fortaleza económica y estabilidad fiscal” (Cinco Días, 2025).
Sin embargo, detrás del optimismo institucional se esconde una realidad incómoda: España crece sin transformarse, impulsada por un modelo de baja productividad, alto gasto público y fuerte dependencia de los fondos europeos.

La economía que crece… sin fortalecerse

España cerrará 2025 con un crecimiento del PIB cercano al 2,4 %, más del doble que Alemania y Francia, y con una inflación contenida en torno al 2,2 %, según el Banco de España (BdE, 2025).
A simple vista, los números son impecables: el paro se mantiene bajo, la deuda se estabiliza y el turismo bate récords.

Pero los datos desagregados revelan otra historia. El crecimiento del empleo se concentra en los servicios de baja cualificación, mientras que la productividad laboral apenas ha avanzado un 0,2 % anual (Funcas, 2025).
Además, el 40 % de las nuevas contrataciones en 2025 provino de empleos vinculados al gasto público, las subvenciones o los fondos europeos, no de la inversión privada (Expansión, 2025).

“España no está corrigiendo su estructura productiva, solo la está maquillando con capital público”, afirma el economista Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas (Forbes España, 2025).

La trampa de los fondos europeos

Desde 2021, el país ha recibido más de 38.000 millones de euros de los fondos Next Generation EU. Estos recursos han sostenido la inversión y el empleo, pero también han creado una dependencia estructural difícil de revertir.

Según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), más del 55 % de los proyectos financiados con fondos europeos “no presentan aún métricas de impacto económico real”, y una parte significativa de los recursos se destina a gasto corriente o digitalización superficial (IEE, 2025).

Esto plantea una pregunta clave: ¿qué pasará cuando el flujo de dinero europeo se reduzca a partir de 2026?
Si no se sustituye con inversión privada, España podría enfrentarse a un ajuste abrupto, especialmente en regiones y sectores dependientes de programas públicos.

“España está viviendo una recuperación asistida. Lo que no está claro es si podrá andar sin muletas”, advirtió la analista de Fitch Ratings, Lisa Schineller (Cinco Días, 2025).

Turismo: el salvavidas y el riesgo

El sector turístico, que representa casi el 13 % del PIB nacional, ha vuelto a cifras récord en 2025, con más de 86 millones de visitantes internacionales.
Esto ha sido crucial para el repunte del empleo y el consumo interno. Sin embargo, el modelo turístico es también un síntoma del estancamiento estructural: España continúa dependiendo de la demanda externa y de sectores de baja productividad.

A pesar del éxito, el turismo no genera innovación tecnológica ni incrementos sostenidos de valor añadido. Los beneficios se concentran en el corto plazo y no reducen la brecha de productividad con Europa del norte.
La economía española crece más en volumen que en calidad.

El economista jefe de BBVA Research, Jorge Sicilia, lo resumió así:

“España crece como un atleta que corre cada vez más rápido, pero sin aumentar su fuerza. Puede llegar lejos, pero cualquier tropiezo lo deja sin equilibrio” (BBVA Research, 2025).

El espejismo fiscal y la deuda contenida

Otro de los puntos que más elogios ha recibido es la disciplina fiscal. España cerrará el año con un déficit del 3,2 % del PIB, y la deuda pública se mantendrá en torno al 107 %, según previsiones del Ministerio de Economía.
Pero este “éxito” tiene truco: gran parte de la mejora fiscal se explica por el crecimiento del PIB nominal, no por recortes estructurales.

La deuda apenas se reduce en términos absolutos, y el gasto público sigue en niveles históricos. El Banco de España advirtió que “la sostenibilidad fiscal a medio plazo sigue siendo un riesgo elevado” (BdE, 2025).

Además, las comunidades autónomas están asumiendo mayor endeudamiento para cubrir los retrasos en transferencias de fondos europeos, lo que podría tensionar la consolidación presupuestaria en los próximos años.

El contraste europeo: Alemania y Francia se estancan

Mientras España celebra sus cifras, los dos gigantes europeos atraviesan un momento de parálisis.
Alemania coquetea con la recesión técnica, y Francia enfrenta un déficit superior al 5 %. En ese contexto, España aparece como el alumno aplicado.
Sin embargo, su desempeño contrasta más por circunstancias coyunturales que por fortaleza estructural: energía más barata, clima favorable y un sector servicios dinámico.

Si el viento cambia, los fundamentos españoles podrían mostrar su fragilidad.

Conclusión: un éxito con pies de barro

España vive un momento de reconocimiento internacional, y no sin mérito: ha resistido mejor que sus pares europeos y mantiene estabilidad macroeconómica.
Pero los cimientos del crecimiento siguen siendo débiles: baja productividad, escasa inversión privada, dependencia del turismo y del gasto público.

El BCE puede felicitar a España por su “excepcional desempeño”, pero los datos sugieren otra lectura:
el éxito económico español es más coyuntural que estructural, más fruto del contexto que del cambio.

El riesgo no está en crecer, sino en creer que este tipo de crecimiento es sostenible.

Referencias

Banco de España (BdE). (2025, octubre). Proyecciones macroeconómicas para la economía española 2025-2027. Banco de España, Boletín Económico. https://www.bde.es

BBVA Research. (2025, septiembre). Informe trimestral de situación España. BBVA Research. https://www.bbvaresearch.com

Cinco Días. (2025, 9 de octubre). El BCE atribuye al “excepcional desempeño” de España la resistencia de la economía europea. El País / Cinco Días. https://elpais.com/economia/2025-10-09/el-bce-atribuye-al-excepcional-desempeno-de-espana-la-resistencia-de-la-economia-europea.html

El País. (2025, 9 de octubre). España se consolida como motor de crecimiento en la eurozona pese al frenazo europeo. El País Economía. https://elpais.com/economia

Expansión. (2025, 8 de octubre). El empleo público y los fondos europeos sostienen el crecimiento español. Expansión Economía y Empresa. https://www.expansion.com/economia

Forbes España. (2025, 10 de octubre). España crece, pero sin transformarse: los límites del modelo económico actual. Forbes España. https://forbes.es/economia/808212/espana-crece-pero-sin-transformarse/

Funcas. (2025, septiembre). Informe de Coyuntura Económica 2025. Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas). https://www.funcas.es

Instituto de Estudios Económicos (IEE). (2025, octubre). Evaluación del impacto de los fondos Next Generation en España. IEE Reports. https://www.ieemadrid.es