Avance hacia la inversión arriesgada
En la zona del euro, los hogares vieron crecer su renta bruta disponible a un ritmo anual moderado (el Banco Central Europeo recoge un aumento que sitúa la tasa de crecimiento en torno al 3,2% anual en el segundo trimestre de 2025) con un comportamiento de la remuneración al trabajo que se desacelera levemente. La compensación de empleados creció al 4,6% interanual, frente al 4,8% del trimestre anterior. Al mismo tiempo, el consumo de los hogares aceleró algo su ritmo de expansión (registrando un crecimiento anual cercano al 3,3%). Esto sugiere que parte de la mejora de la renta se ha destinado al gasto corriente, pero sin dejar de lado la acumulación de activos. Por lo tanto, la suma, renta y consumo crecen de forma sostenida y equilibrada.
En cuanto al ahorro y la inversión financiera, el Banco Central Europeo señala que la inversión financiera de los hogares aumentó a una tasa anual aproximada del 2,5% en el periodo, con composiciones que muestran estabilidad en depósitos y mayor dinamismo en fondos e inversiones en capital. Concretamente, la inversión en acciones y otros instrumentos de capital creció a un ritmo superior al de trimestres previos, y la inversión en participaciones de fondos de inversión se mantuvo elevada (crecimiento de fondos de inversión en torno al 8% anual). Estos movimientos indican que los hogares han continuado reorientando parte de su ahorro hacia activos con mayor exposición a mercados de capitales, complementando la tradicional preferencia por depósitos y efectivo.
El patrimonio neto de los hogares también experimentó una mejora en la zona euro: las cuentas del Banco Central Europeo muestran que el crecimiento en el patrimonio se explica tanto por revalorizaciones de activos no financieros (como vivienda) como por ganancias valorativas en activos financieros, además de por adquisiciones netas. Ese aumento del valor patrimonial contribuye a una mayor fortaleza del balance medio de los hogares, lo que, en términos agregados, respalda una capacidad de ahorro e inversión mayor frente a choques.
¿Cómo actúan los autónomos?
Las empresas no financieras en la zona euro registraron un crecimiento del excedente bruto de explotación (una medida cercana al beneficio operativo) a un ritmo superior al del periodo anterior, con una tasa cercana al 2,2% anual en el segundo trimestre de 2025. Este incremento del margen operativo ha venido acompañado de un repunte de la inversión no financiera (en actividades productivas) y de una expansión de la inversión financiera, que en conjunto explican una dinámica de balance donde las empresas combinan mayor capacidad de generación interna de recursos con un leve aumento en la toma de financiación mediante mercados de deuda y préstamos. En términos de financiación, la emisión neta de deuda y la utilización de crédito bancario muestran crecimiento moderado. En definitiva, las empresas no financieras muestran capacidad para financiar inversión y continuar su actividad productiva con un perfil de deuda que, en agregación, se modera respecto a periodos anteriores.
Esta combinación da margen para inversión productiva si las políticas públicas y las decisiones privadas aprovechan la mayor capacidad de ahorro y la disponibilidad de instrumentos financieros orientados a impulsar la productividad y la transición económica.
