El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha subrayado que, aunque la economía global muestra señales de resistencia tras años de crisis, el elevado endeudamiento público y privado sigue siendo una amenaza para la estabilidad. España no es una excepción: pese a haber mantenido un crecimiento moderado y una inflación más contenida que otros países europeos, el nivel de deuda pública, que ronda el 106% del PIB, limita su capacidad de reacción ante nuevas perturbaciones.
El informe anual del FMI del 2024 advierte que los gobiernos que aprovecharon el gasto público para sostener la economía durante la pandemia ahora enfrentan el reto de reducir déficits sin frenar la actividad. En el caso español, el desafío es doble: mantener la credibilidad fiscal mientras se avanza en la transición energética y digital que demanda la Unión Europea.
Riesgos por la subida de los tipos de interés
El FMI destaca que la política monetaria más restrictiva, adoptada para contener la inflación, ha incrementado los costos de financiación de los Estados. En España, esto se traduce en un aumento del gasto destinado al pago de intereses, que podría presionar las cuentas públicas si los tipos del Banco Central Europeo se mantienen elevados durante más tiempo del previsto.
El organismo recomienda a países con altos niveles de deuda, como España o Italia, reforzar la sostenibilidad fiscal con medidas estructurales que impulsen la productividad y mejoren la eficiencia del gasto público.
España ante los desafíos de la transformación digital y verde
El informe también enfatiza la importancia de aprovechar las transformaciones globales, la digitalización, la inteligencia artificial y la transición climática, para consolidar un crecimiento inclusivo. En este terreno, España parte con ventajas por el volumen de fondos europeos del programa Next Generation EU, pero el FMI insiste en que su éxito dependerá de una implementación eficaz y de una mayor colaboración público-privada.
Asimismo, el organismo advierte que el cambio tecnológico puede ampliar las brechas laborales si no se acompaña de políticas de formación y adaptación del mercado de trabajo.
Cooperación internacional y estabilidad económica
El FMI considera que la recuperación mundial aún no está garantizada. La elevada deuda, las tensiones geopolíticas y el aumento de la fragmentación comercial suponen riesgos que podrían frenar el crecimiento en los próximos años. En este contexto, España, como economía abierta y miembro de la eurozona, se beneficiará de la estabilidad si mantiene una política fiscal prudente y refuerza su posición en el marco europeo.
La recomendación general del FMI es clara: fortalecer el margen fiscal en tiempos de crecimiento, diversificar las fuentes de productividad y fomentar la innovación para resistir futuras crisis. Para España, el reto no es solo consolidar su recuperación, sino hacerlo de forma sostenible y equilibrada.
