La reforma laboral en España, que cumplió dos años en vigor, ha logrado reducir la temporalidad del empleo, con un descenso significativo en el porcentaje de afiliados al régimen general con contrato eventual, pasando del 28% al 13,4%. Sin embargo, la estabilidad laboral en ambos tipos de empleo ha alcanzado niveles máximos históricos, superando las cifras registradas durante la Gran Recesión, según datos de la Seguridad Social.
A pesar del éxito en la reducción de la temporalidad, la reforma ha generado controversia debido al aumento de la inestabilidad laboral. Se ha observado un aumento de dimisiones, despidos y bajas durante el período de prueba desde la implementación de la normativa. Además, el auge de los contratos indefinidos fijos discontinuos ha sido objeto de debate.
Aunque la reforma ha mejorado la estabilidad laboral al reducir la temporalidad, el análisis más detallado ha revelado puntos oscuros y desafíos en el mercado laboral español. Las estadísticas de temporalidad han mejorado, pero aún seis de cada diez contratos siguen siendo temporales, y la tasa de bajas medias diarias de afiliación se ha convertido en una métrica importante para evaluar la estabilidad en el empleo, mostrando desafíos tanto para los trabajadores temporales como para los indefinidos.
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez
La estabilidad laboral en España ha experimentado cambios significativos a raíz de la reforma laboral implementada hace dos años. Aunque la tasa de bajas diarias ha disminuido, los datos revelan que la estabilidad tanto en los contratos temporales como en los indefinidos ha empeorado, alcanzando máximos históricos.
La reducción de empleos temporales se atribuye a la desaparición de los contratos de obra y servicio, que solían tener una duración variable. Con la reforma, se han introducido contratos temporales de duración determinada, cuya volatilidad ha aumentado al máximo de la serie histórica. Por otro lado, la estabilidad de los contratos indefinidos ha duplicado su tasa de bajas, pasando del 0,15% en noviembre de 2019 al 0,32% en 2023.
Esta evolución se relaciona con la aparición de contratos indefinidos fijos discontinuos, que han aumentado en número y cuya tasa de bajas se ha disparado del 1,08% al 2,63%. Estos contratos, utilizados principalmente en el turismo y la hostelería, han experimentado una mayor inestabilidad tras la reforma laboral.
Los datos destacan la complejidad del mercado laboral español y plantean la pregunta sobre si cambios legislativos focalizados en las formas de contratación son suficientes para abordar la inestabilidad inherente o si se requieren reformas más profundas para mejorar la calidad del empleo.