Juanma Moreno bajará de nuevo los impuestos en 2024.
En la misma línea que estableció Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, el presidente de la Junta de Andalucía anunció el séptimo paquete de rebajas fiscales en cinco años, desde que asumiera, en enero de 2019, su actual cargo. Sin embargo, Moreno aún tiene margen de sobra para bajar impuestos.
Es importante recordar que Andalucía es la segunda comunidad autónoma de régimen común más competitiva fiscalmente, sólo por detrás de Madrid, pese a ser una de las tres regiones de España con más impuestos propios, un total de ocho, los mismos que la Comunidad Valenciana y casi la mitad que Cataluña, que lidera esta clasificación con 15.
Madrid, ejemplo fiscal para Moreno, recuperó a principios del pasado mes de noviembre el impuesto de patrimonio y dejó así de ser la única autonomía libre de tributos propios. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tomó esta decisión después de que el Tribunal Constitucional rechazara su recurso contra el impuesto estatal a las grandes fortunas.
Al respecto, y después de que el Constitucional haya aplicado doctrina y se haya pronunciado en el mismo sentido respecto a su recurso y al de la Junta de Galicia contra el impuesto a las grandes fortunas, el Gobierno de Moreno busca la fórmula legal para que los grandes contribuyentes andaluces, unos 900, puedan decidir si su tributación se queda en Andalucía o va para el Estado.
Los ocho impuestos andaluces
Según recuerda ‘El Debate’, Andalucía tiene ocho tributos propios, todos ellos basados en la preservación del entorno y de los recursos naturales, y por los que, en total, la Junta recauda apenas 145 millones de euros al año, nada en comparación con su presupuesto (46.753 millones previstos para 2024). Cuatro de ellos son impuestos ecológicos, recogidos en la Ley 18/2003, de Medidas Fiscales y Administrativas, de la época socialista:
- El impuesto sobre emisión de gases a la atmósfera, que grava la emisión a la atmósfera de dióxido de carbono (CO₂), óxidos de nitrógeno (NOx) u óxidos de azufre (SOx) que se realice desde determinadas instalaciones.
- El impuesto sobre vertidos a las aguas litorales, cuyo hecho imponible es el el vertido a las aguas litorales que se realice desde tierra a cualquier bien de dominio público marítimo-terrestre o a su zona de servidumbre de protección.
- El impuesto sobre depósito de residuos radiactivos, que quedó sin efecto en enero de 2013 al entrar en vigor un tributo estatal que grava el mismo hecho imponible.
- El impuesto sobre depósito de residuos peligrosos, que grava tanto la entrega de residuos peligrosos en vertederos públicos o privados como su depósito temporal.
Dentro de los ocho tributos específicos de Andalucía, se encuentra el impuesto sobre los depósitos de clientes en entidades de crédito. No obstante, al igual que el impuesto sobre el depósito de residuos radiactivos, perdió su vigencia en enero de 2013, dado que el hecho imponible ya está gravado por un tributo a nivel estatal.
Por último, la Junta de Andalucía recauda el llamado canon del agua, que grava la utilización del agua de uso urbano con el propósito de financiar infraestructuras hidráulicas relacionadas con el ciclo integral del agua de uso urbano. Aunque el Gobierno andaluz suspendió el pago para el año 2023, tiene previsto restablecerlo para el año 2024.
No obstante, el margen para reducir impuestos en Andalucía no se limita únicamente a sus tributos específicos. El presidente Moreno podría también disminuir el tramo autonómico de la deducción por inversión en vivienda habitual o del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siguiendo la línea de lo realizado en los tres primeros tramos para el año 2023. El presidente andaluz destaca que sus reducciones fiscales han beneficiado a 400,000 contribuyentes, generando un aumento de la recaudación de 7.777 millones de euros desde 2019 para Andalucía.