El descomunal gasto público del Gobierno de Pedro Sánchez está golpeando con fuerza al bolsillo de todos los españoles.
La deuda de las administraciones públicas crece en unos 165 millones de euros al día, casi 7 millones por hora, 114.000 euros por minuto y 1.900 euros por segundo. El grueso de la deuda pública está en manos del gobierno central, que acumula obligaciones financieras por un monto equivalente a 1,41 billones. A lo largo de 2023, el pasivo habrá aumentado en 60.000 millones, ascendiendo ya a 29.500 euros por habitante y 74.500 euros por hogar.
Estos son solo algunos de los cálculos destacados en un informe del Instituto Juan de Mariana (IJM) con motivo del Día de la Deuda. Este informe señala la fecha en la que el conjunto de las administraciones públicas españolas agota la totalidad de sus ingresos fiscales para hacer frente a sus gastos, lo que implica que el Estado vivirá a crédito, generando déficit y deuda hasta el final del año.
España se encuentra entre los países europeos con el mayor aumento de la deuda pública, pasando del 98,2% del PIB a fines de 2019 al 109,9% del PIB en el tercer trimestre de 2023. Este incremento se produce a pesar del crecimiento de la economía española, utilizado como indicador para expresar los compromisos contraídos y la salud financiera del Estado.
En tan solo 14 años, los pasivos del Tesoro han experimentado un aumento significativo, pasando de representar menos del 40% del PIB en 2008 a superar el 110% del PIB, considerablemente por encima del límite del 60% establecido por las reglas fiscales de la Unión Europea. El think tank destaca que cumplir con este objetivo mejorarían el PIB en 4,6 puntos, es decir, más de 62.000 millones de euros. Por lo tanto, la deuda está resultando ser un peso significativo para el desarrollo económico.

Pedro Sánchez
Incumpliendo las reglas fiscales
España ha excedido de manera reiterada el límite establecido entre los años 2010 y 2022, acumulando 13 incumplimientos consecutivos (que se convertirán en 14 una vez que se confirmen los datos previstos para 2023). Además, ha violado durante años la regla del déficit, cuyo límite es el 3% del PIB. La última vez que logró descender por debajo de este umbral fue en 2018, pero en ese momento la deuda pública ya estaba en el 100% del PIB (superando el 60% desde 2010).
Es necesario retroceder hasta 2007 para encontrar el último año en que España registró un déficit inferior al 3% del PIB (con un superávit del 1,9%) y una deuda inferior al 60% (del 35,8%). En otras palabras, España lleva 16 años incumpliendo las normativas fiscales que la Unión Europea planea revitalizar en 2024.
Este año, el Gobierno espera que la deuda pública alcance el 108,1% del PIB y el déficit sea del 3,9%, proyectándose para el 2024 cifras de 106,3% y 3%, respectivamente. Sin embargo, la Comisión Europea advirtió recientemente que la situación fiscal de España es «muy difícil» y requiere de una estrategia fiscal «creíble». No espera que el déficit descienda del 3% al menos hasta 2026 y prevé que los niveles de deuda se mantengan en el 106%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también sostiene que la deuda pública española no volverá a situarse por debajo del 100% del PIB, cifra que ya alcanzaba en 2019, durante el resto de la década. A pesar de haber mejorado recientemente sus perspectivas fiscales en España, el FMI prevé que la deuda permanecerá estancada en el 103,8% del PIB.