Las empresas empiezan a plantar cara al Gobierno PSOE-Sumar por sus ataques fiscales a las grandes compañías.
Repsol lanzó una clara amenaza tras conocer los planes fiscales de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, por lo que amagan con deslocalizar inversiones previstas en España.
La posibilidad de la imposición de un impuesto adicional a las compañías energéticas, inicialmente concebido como temporal y excepcional, ha suscitado preocupación en Repsol. La empresa argumenta que esta medida «castiga a las empresas como Repsol, que invierten en activos industriales, generan empleo y aseguran la independencia energética del país».
A su vez, beneficia a los importadores que no contribuyen significativamente a la economía española. La falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría impactar negativamente en los futuros proyectos industriales de la petrolera en España.

Antonio Brufau Niubó, presidente de Repsol
A pesar de este escenario fiscal, Repsol ha logrado un resultado neto de 2.785 millones de euros en los primeros nueve meses del año, a pesar de los precios del crudo y el gas más bajos en comparación con el mismo período de 2022, lo que representa una disminución del 13,5% en relación con el año anterior.
La empresa ha realizado inversiones por valor de 4.362 millones de euros hasta septiembre, un aumento del 82%, principalmente en España y Estados Unidos, en línea con su objetivo de destinar el 35% de la inversión total del año a proyectos de energía baja en carbono. Además, la contribución fiscal de la empresa alcanzó los 10.890 millones de euros.
En cuanto a la retribución a los accionistas, Repsol ha pagado un dividendo en efectivo de 0,70 euros brutos por acción en 2023, un 11% más que en 2022. Además, la empresa tiene previsto pagar una retribución adicional de 0,4 euros brutos por acción en enero de 2024.
Durante el trimestre, Repsol ha fortalecido su cartera de energía renovable y su presencia en Estados Unidos mediante la adquisición de ConnectGen, que cuenta con una cartera de 20.000 MW. La compañía también está finalizando la puesta en marcha de la primera planta de combustibles renovables de España en Cartagena y ha comenzado la producción de hidrógeno renovable en la refinería de Petronor.
Además, Repsol ha aprobado el desarrollo del yacimiento Campos 33 en Brasil, un proyecto que producirá un volumen significativo de gas, una fuente de energía esencial para garantizar una transición segura, asequible y sostenible.