Isabel Díaz Ayuso advierte del peligroso impacto de las medidas que impulsará Hacienda.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya declaró que el impuesto a grandes fortunas será permanente. Es decir, que este impuesto temporal para 2022 y 2023 seguirá por lo menos un par de años más, ante la dificultad de negociar, tramitar y completar una reforma de la financiación autonómica, aunque haya voluntad de hacerlo. Y a nadie se le escapa que podría quedar ya instalado en el sistema como ocurrió con el Impuesto sobre el Patrimonio, que nació en 1977 como «excepcional y transitorio».
Pero el Fisco no prevé mantenerlo tal cual está, sino endurecerlo para corregir el error en su redacción que ha costado cerca de 900 millones de euros a las arcas públicas en su primer ejercicio, según las cifras de recaudación (623,6 millones) recién publicadas por la Agencia Tributaria.
¿Puede un gobierno en funciones prorrogar el impuesto? De entrada, no. Pero sí cabe hacerlo de la misma forma en que se gestó, a través de una proposición de ley, en la que también se puede corregir el error. Esta fórmula, como ocurriera con la proposición de ley que crea el impuesto, evita además los controles del Consejo de Estado, del CGPJ y de audiencia pública, entre otros. A pesar de que la iniciativa sea del Gobierno, figura que la impulsan los grupos parlamentarios.
Aunque podría hacerse incluso estando en funciones con esta fórmula, Hacienda está siendo cauta, según ha podido saber este periódico, y transmite que en principio no se haría hasta que haya un gobierno operativo. Bastaría con que se apruebe antes del 31 de diciembre de 2024.
El pasado miércoles, Hacienda informó de que el impuesto a los ricos ha recaudado 623,6 millones de los 1.500 previstos. Este roto se debe al error del Fisco con las prisas para que entrara en vigor de forma exprés y retroactiva en 2022, que no se corrigió, y que rebaja un 80% lo que deben pagar madrileños y andaluces, contra quienes se dirige, al permitirles descontarse la cuota íntegra que pagarían si el impuesto no estuviera bonificado al 100%.
De los 623,6 millones ingresados de 12.010 contribuyentes de los 23.000 que calculaba Hacienda, Hacienda ha detallado que el 95% procede de Madrid (555 millones), Andalucía (29,7 millones) y Galicia (9,8 millones). También ha habido ingresos en Cataluña (2 millones); Valencia (0,2 millones) y Asturias (0,1 millones). Al final 12.010 ciudadanos de los 23.000 que calculaba Hacienda han tenido que pagar el impuesto sobre la riqueza declarada en 2022. La cuota media a pagar por cada uno de ellos asciende a 52.000 euros.
El deseo de Hacienda de endurecer el impuesto a las grandes fortunas cuando Sánchez sea investido genera gran preocupación a Ayuso.
La presidenta autonómica es contundente sobre el tema y el efecto que generará: “Expulsar a ‘los ricos’ que pagan tantos impuestos en Madrid y en el resto de España y que se vayan, como ya sucede, a Portugal y otros países. Empobrecer el nuestro para que los ciudadanos necesiten depender de la administración y el agravio”.
Expulsar a “los ricos” que pagan tantos impuestos en Madrid y en el resto de España y que se vayan, como ya sucede, a Portugal y otros países.
Empobrecer el nuestro para que los ciudadanos necesiten depender de la administración y el agravio.
https://t.co/GsZRPwiNJF— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) September 25, 2023