La Oficina Europea de Estadística, Eurostat, contradice los datos oficiales del Gobierno de Pedro Sánchez al indicar que España acabó el año 2022 con un total de 3 millones de parados, pero le que suma 1,07 millones de personas desempleadas y otro 1,1 millones de españoles que están en situación de subempleo.
Bruselas utiliza el concepto de ‘holgura laboral’ para demostrar que hay mayor cantidad de población inactiva de la que se reconoce desde Moncloa.
Para calcularlo, parte de los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para la Encuesta de Población Activa (EPA), pero añadiendo supuestos que no entran en la definición estándar de parados: personas que no trabajan, están buscando activamente empleo y tienen disponibilidad para incorporarse inmediatamente a un puesto. En la estadística convencional, se consideran inactivos.
Esto excluye tanto a los desempleados desanimados (gente que se ha cansado de buscar empleo sin éxito) como a los que no pueden empezar a trabajar por tener que cuidar de hijos o dependientes, o por otras razones. Una limitación que tras el estallido de la pandemia y los confinamientos se reveló como demasiada rígida para reflejar la realidad del desempleo.
Los datos coinciden con las polémicas cifras del Servicio Público de Empleo, donde se apuntan a que, lejos de los 2,9 millones de parados que presume el Gobierno, en realidad hay 4.066.873 personas inscritas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Un dato que coincidiría con los más de dos millones que Bruselas suma a los datos del paro en España que habían desaparecido ‘por arte de magia’ de las estadísticas.
Al contrario de los datos ofrecidos por el Gobierno, el subempleo sí se incluye en la estadística de Bruselas porque se considera que esta precariedad es, claramente, una forma de desaprovechar la mano de obra disponible de un país. De hecho, la definición de Eurostat es más restringida que la que utiliza la EPA y busca acotar el infraempleo: personas que no pueden vivir con su trabajo. De hecho, muchos compatibilizan su sueldo con prestaciones y ayudas públicas.
El porcentaje de trabajadores subempleados es de los más altos de la Unión, a pesar de que nuestro mercado laboral solo registra un 13,5% de trabajadores a media jornada, , un nivel muy por debajo de la media europea (18,4%). En Países Bajos, llegan a 4 de cada diez ocupados. La explicación es que el 40% de los trabajadores a tiempo parcial en España son subempleados, frente al 12,6% de los holandeses. Más de la mitad tienen un contrato indefinido.
El paro registrado convencional también forma parte de la holgura laboral. Y es que con esta estadística Eurostat no cuestiona la definición ‘clásica’ de paro registrado que utiliza España ni ningún otro país. De hecho, es la que ellos mismos emplean en sus estadísticas de desempleo, ya que se deriva de las definiciones de la OIT. Se trata de situarla en un contexto más amplio.
Así, si la tasa de paro ‘estándar’ a cierre de 2022 era del 12,9%, la de la holgura laboral se sitúa en el 12,4%. No es que descienda, sino que el porcentaje se estima sobre una base extendida respecto a la «población activa». En cualquier caso, sumando todos los conceptos, el resultado es una ‘holgura laboral’ de 5,2 millones de personas en términos absolutos y una tasa del 21,2%, la más elevada de la Unión Europea.