Cuando se quiso cambiar el sistema de cotización de los autónomos al RETA, ya anunciamos el peligro, la amenaza para el colectivo, LABORALIZAR a los Autónomos.
El problema, que no terminan de entender que es un autónomo y que lo diferencia de un trabajador por cuenta ajena.
Para nuestra clase dirigente, los autónomos no son más que Autoempleados, Roamers, trabajadores que se pagan su seguridad social, y no tienen en cuenta, al autónomo como empresario, generador de riqueza, de empleo y con rendimientos de su actividad INCIERTOS.
Y la diferencia está clara, para hacer un plato de huevos fritos con chistorra, necesitas a las gallinas, utilizar sus huevos, están COMPROMETIDAS con el plato, pero, ¿y para la chistorra?, para el chorizo, para eso necesitas a los cerdos, a los cutos, a los marranos, que lo dan TODO, que mueren por el plato, que están IMPLICADOS.
Ahora, a este Gobierno se le ha visto el plumero, nunca mejor dicho por eso se las gallinas y la laboralización de los autónomos, prometen a Bruselas para el 2026, 6.500 millones extras de recaudación del RETA.
Y mucho me temo, como ya avisamos, que ese era el plan desde el principio, cotización por “ingresos Reales” negociados para el 2023, 2024 y 2025, periodo de ajuste y aceptación del sistema con cuotas pactadas, para llegar al 2026 y subir esas cuotas de manera espectacular.
Pero ¿hasta donde se pretenden subir las cuotas?, muy sencillo, ya lo han dicho,
«acabar con la distorsión y la diferencia con los asalariados generada por la facultad de elección de la base de cotización que supone una merma de recursos para el sistema y un nivel más bajo de acción protectora para los autónomos»
Vamos, que el objetivo es equiparar las cuotas al RETA del autónomo con las aportaciones a la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta ajena.
Claramente, no entienden que es un autónomo y cuales son las diferencias con un trabajador, no comprenden, porque no lo han vivido nunca, la importancia de, para un autónomo, para un empresario, contar con herramientas que permitan mitigar las consecuencias de la incertidumbre de una actividad o negocio.
No comprenden, o no quieren comprender, que el autónomo no tiene las seguridades del empleado por cuenta ajena, ni las quiere, y el autónomo que las quiere, siempre puede hacerse empleado, o ¿no?
El autónomo trabaja con la incertidumbre de un resultado incierto cada año, cada mes, cada semana, cada día. El autónomo trabaja sin red ¿por qué?, porque tiene la opción de generar riqueza, para el mismo y en consecuencia para el resto de la sociedad.
Ahora bien, si legislamos sin entender la diferencia entre un autónomo y un trabajador, tenderemos, como lleva ya pasando muchos años, a LABORALIZAR esta figura, y ¿después qué?
En España más del 95% del tejido empresarial, del tejido productivo, de los que generan riqueza para pagar nuestros amados servicios públicos, son PYMES y autónomos.
¿Qué pasará cuando no haya diferencia entre un autónomo y un trabajador?, ¿Cuándo los autónomos no puedan generar riqueza ni puestos de trabajo?, ¿Quién PAGARA LA FIESTA?
Y, aunque ante el revuelo de la noticia, 6.500 millones extras en el RETA para el 2026, el Gobierno se ha apresurado a desmentir una nueva subida en las cotizaciones al RETA, me temo, que se les ha visto ya la patita, que este era el plan desde el principio, CONVERTIR a los Autónomos en TRABAJADORES, al menos en lo que a cotizaciones a la Seguridad Social respecta.
Estamos ante un suicidio económico, ante la destrucción de un modelo, el problema, que no hay otro modelo que lo sustituya, no hay plan B, estamos en modo supervivencia, pero en modo supervivencia política, esa que se preocupa de una o dos legislaturas para que después, “el que venga detrás, que arree”.