El aumento del IPC de los alimentos hasta el 15,3% interanual en noviembre supone un sobrecoste anual de 830 euros en la cesta de la compra, según la OCU, que ha instado al Gobierno a reducir temporalmente el IVA al 0% a los alimentos de primera necesidad con un perfil nutricional saludable, entre ellos frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne, pescado, leche, huevos o pan.
La organización de consumidores ha denunciado que esta última subida coloca a un amplio número de productos básicos en precios «difícilmente asumibles» por muchos hogares, como es el caso de la leche, con una subida del 30% interanual, aceites y grasas (+30%), huevos (+26%), pan (+15%), carne de ave (+14%), carne de cerdo (+13%), fruta fresca (+12%) o las legumbres y hortalizas frescas (+10%).
De hecho, los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por OCU en abril de este año ya advertían que el 21% de los hogares compraban menos carne y pescado y un 42% estaba empezando a sustituir sus productos habituales de primeras marcas por marcas blancas, lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes.
Por ello, la OCU ha solicitado también al Ejecutivo bajar el IVA al 4% a otros alimentos básicos con un perfil nutricional al menos aceptable (lácteos sin azúcares añadidos, cereales de desayuno integrales sin azúcares ni grasas añadidas y aceites de semillas, entre otros), garantizando una reducción de precios «realmente efectiva» en los lineales de los supermercados.
Según la organización de consumidores, la bajada del IVA del pan integral del 10% al 4% en 2019 no se trasladó a su precio final.
Asimismo, solicita una subida de los mínimos personales y familiares del contribuyente en el IRPF (y de las reducciones del trabajo y de autónomos), que corresponden a la parte de la base liquidable que, por destinarse a satisfacer sus necesidades básicas personales y familiares, no se somete a tributación, y que, según la OCU, no sea han actualizado desde el ejercicio 2015.
El IPC se modera al 6,8% en noviembre por la bajada de la luz y gasolinas
El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó una décima en noviembre en relación al mes anterior y recortó medio punto su tasa interanual, hasta el 6,8%, su cifra más baja desde enero, justo antes de declararse la guerra en Ucrania, cuando el IPC se situó en el 6,1%, según los datos definitivos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados por el organismo a finales del mes pasado.
El dato de noviembre es cuatro puntos inferior al pico alcanzado el pasado mes de julio, cuando la inflación escaló hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
Con la moderación registrada en noviembre, la inflación suma cuatro meses consecutivos de descensos en su tasa interanual después de que en agosto bajara tres décimas, hasta el 10,5%; en septiembre disminuyera 1,6 puntos, hasta el 8,9%, y en octubre se redujera 1,6 puntos, hasta el 7,3%.
Según el INE, la moderación del IPC interanual hasta el 6,8% en noviembre se debe, principalmente, a la bajada de los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción. De hecho, el grupo de vivienda moderó más de 1,5 puntos su tasa interanual, hasta el 1%.
La electricidad se ha abaratado en el último año un 22,4% incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura, tasa que contrasta con el repunte del 60% del pasado mes de agosto y que refleja también el ‘efecto escalón’ que se produce al comparar las tasas ya elevadas de noviembre de 2021 con las de igual mes de este año. Descontando las rebajas fiscales, el descenso interanual del precio de la luz sería del 18,9% en noviembre.
Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en noviembre el 7,3%, cinco décimas por encima de la tasa general del 6,8%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.
La inflación subyacente no se modera, creció una décima en noviembre
Aunque, como decíamos, la inflación experimentó una moderación de cinco décimas respecto al 7,3% de octubre -por la bajada de los precios de los carburantes, de la electricidad y del gasóleo-, la inflación subyacente, cuando no se toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar, no se modera. Es decir, el dato de inflación que nos atestigua lo realmente pobres que somos, no decrece. Además, cabe destacar que la escalada de precios es acumulativa: tardará mucho tiempo en que los precios de los productos vuelvan a su estado original.
La inflación subyacente subió en noviembre una décima con respecto al pasado mes de octubre, situándose en el 6,3%.
La conclusión es clara: la diferencia entre el IPC general y el IPC subyacente en España es mínima, a diferencia de otros países desarrollados de nuestro entorno. Dato indicativo que la gestión en materia económica por parte del Gobierno no está siendo eficaz, a pesar del contexto internacional negativo que estamos padeciendo.