La inflación sigue estrangulando al bolsillo de todos los españoles.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) avanzó tres décimas en agosto para situarse en el 2,6% interanual, su segunda subida consecutiva que deja atrás la racha de descensos que firmaba desde junio.
La estadística refleja un leve respiro en los alimentos que, si bien acumulan 17 meses a doble dígito, el mes pasado se encarecieron un 10,5%, tres décimas menos que en julio. Sin embargo, el precio del aceite de oliva eclipsa esta leve moderación en la cesta de la compra.
El dato definitivo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma el dato adelantado a finales de mes tanto para el índice general como para el subyacente, que retrocedió una decima hasta el 6,1%.
El avance del IPC se debió el mes pasado a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y de los combustibles líquidos.
El barril de crudo brent ha rebasado la barrera de los 90 dólares, arrastrando a los carburantes a máximos de julio del año pasado tras nueve semanas consecutivas de incrementos de la gasolina y el gasóleo al acudir al surtidor. Estos dos productos fueron los principales culpables del aumento de los precios: la primera está ya un 6,7% más cara que en agosto de 2022, y la segunda está solo 2,9 puntos por debajo.
Los alimentos tampoco han colaborado este mes en la subida del IPC. Se encarecieron tres décimas menos que el mes anterior, sin embargo, se mantienen en un nivel muy elevado pese a la moderación. En agosto se encarecieron un 10,5% ante la estabilidad en los precios de la leche, queso y huevos frente a la subida que experimentaron el año anterior. La fruta se pudo comprar más barata que en agosto de 2022 y la carne, el pan y los cereales rebotaron menos que hace un año.
Sin embargo, hay un elemento de la cesta de la compra que llama la atención: el aceite de oliva. Pese a estar incluido entre los alimentos a los que el Gobierno rebajó el IVA del 10% al 5%, el oro líquido se erige como el producto que más se ha encarecido en el año, un 52,5%, superando al azúcar (+42,5%), que lleva meses liderando los avances. La evolución en el mes también dibuja un pico; entre julio y agosto el producto se encareció un 8,7%.
El contrapeso al avance del IPC lo hacen la electricidad, que firma la mayor caída del precio interanual (-49,6%), el transporte combinado pasajeros (-47,7%), otros aceites (-33,9%), transporte de pasajeros en metro (-27%) y en bus (25,7%).
En variación mensual, el índice registró un aumento del 0,5%, tres décimas más de lo que subió entre junio y julio. Así, encadena tres meses consecutivos de alzas mensuales, esta última debida especialmente al incremento del precio de los carburantes, de los paquetes turísticos y de la restauración, propio de la época estival. Los alimentos también avanzaron en tasa mensual, un 0,2%, además de por el encarecimiento del aceite, por la subida en los precios de las legumbres y hortalizas y del pescado y el marisco y la carne, aunque estos últimos contribuyeron al alza en menor medida.