Los sindicatos quieren que Telefónica España no controle el absentismo y productividad de sus trabajadores. Una insólita exigencia que llega cuando la multinacional está en mitad de un proceso de reestructuración con un ERE que afectará a unos 2.500 empleados.
Telefónica España está actualmente en proceso de negociación del convenio colectivo con los sindicatos, estableciendo las condiciones laborales para una parte significativa de su plantilla, abarcando tres empresas jurídicas y con una proyección de vigencia de tres años. Según fuentes sindicales, el objetivo de las negociaciones es lograr un acuerdo que brinde garantías a los empleados, especialmente después del reciente anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para reducir la plantilla.
Este ERE representa la cuarta vez en los últimos siete años que se implementan medidas de este tipo, siendo la primera vez en dicho periodo que se opta por un ERE en lugar de un plan de bajas incentivadas o PSI (Plan de Suspensión Individual).
Los sindicatos, en este contexto, establecen condiciones y límites para la negociación del convenio. Comisiones Obreras y UGT señalan que sus posturas estarán enfrentadas «si la empresa propone acometer planes de medición de productividad, la revisión de la clasificación profesional, abordar una regulación sobre trabajos programados, el control del absentismo, un nuevo modelo de movilidad geográfica y funcional o plantear la revisión del régimen de garantías».
En los últimos años, Telefónica España ha reducido su plantilla de manera significativa. Desde la llegada de José María Álvarez-Pallete como presidente en abril de 2016, uno de cada tres empleados de Telefónica ha participado en planes de bajas incentivadas que ofrecen beneficios como el cobro de hasta un 68% del salario mensual, cotización por parte de la empresa hasta los 65 años, pago del seguro de salud y la posibilidad de seguir trabajando siempre que no compitan directamente con la compañía. Al cierre de 2022, Telefónica España contaba con 20.947 empleados, frente a los 33.440 que tenía cuando Álvarez-Pallete asumió la presidencia del operador.
El efecto IA
Los sindicatos sospechan que la dirección de Telefónica España busca un mayor control sobre el desempeño de la plantilla en el país. Argumentan que, a pesar de la reducción del número de empleados, las tareas asignadas han aumentado en cantidad, en promedio, para los trabajadores. Aunque muchas operaciones de red y otras áreas se han robotizado o automatizado mediante sistemas de Inteligencia Artificial (IA), los representantes de la plantilla señalan que los empleados ahora tienen generalmente más responsabilidades.
En este contexto, los sindicatos buscan establecer líneas rojas para la negociación, buscando preservar ciertos beneficios y prioridades. Entre los objetivos prioritarios destacan la «estructura salarial, el régimen de garantías o la cláusula de revisión salarial que nos permite mantener el poder adquisitivo», según indican desde el sindicato. También abogarán por la semana laboral de 35 horas, promover la deslocalización de la plantilla, una póliza dental que reembolse los gastos en este sentido, una mayor proyección profesional en los grupos laborales, la adecuación de los niveles inferiores desposicionados, la mejora de los permisos retribuidos y la implementación de medidas de conciliación que fomenten la corresponsabilidad.
Por último, los sindicatos solicitaron a la empresa la paralización de los movimientos propuestos para los trabajadores del 1004 y la movilidad provincial forzosa derivada del cierre de edificios. La próxima reunión entre la empresa y los representantes de los trabajadores está programada para el 30 de noviembre, donde se continuará la negociación del convenio colectivo.