A Pedro Sánchez le crecen los enanos.
Una vez cerrado el acuerdo entre el PSOE y Junts para que estos últimos apoyen a Pedro Sánchez como el próximo presidente del Gobierno de España, las negociaciones entre el PNV y los socialistas se han intensificado.
En particular cuando se vislumbra la próxima semana para la mencionada investidura, el partido jeltzale busca la administración del régimen económico de la Seguridad Social a cambio de sus cinco votos.
La urgencia de investir a Sánchez impulsa al partido dirigido por Andoni Ortuzar a acelerar las negociaciones, centradas en el cumplimiento íntegro e inminente del Estatuto de Gernika, que ha acumulado décadas de retraso. Tras el acuerdo con los catalanes, la demanda histórica y postergada de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social gana relevancia.
El periódico ‘El Economista’ detalla que el PNV exige un compromiso real y garantías de abordar este traspaso a corto o medio plazo. Esta exigencia parece inquebrantable, especialmente considerando las contraprestaciones obtenidas por Junts en términos de financiación autonómica y la cesión del 100% de los tributos pagados en Cataluña.
Aunque el Gobierno de España se comprometió públicamente en 2020 a completar el autogobierno vasco, no se materializó. A principios de la semana pasada, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, aludió a este traspaso del régimen económico de la Seguridad Social, enfatizando la necesidad de encontrar una solución efectiva.
El obstáculo principal para el traspaso es la controversia sobre la ruptura de la ‘caja única’. Según las instituciones vascas, el traspaso no implica la creación de una Seguridad Social propia e independiente, sino la obtención de medios económicos, materiales y personales del sistema, manteniendo su unidad. El Gobierno autonómico tendría control sobre asuntos como sanciones, inscripción de empresas, afiliación de trabajadores, cotizaciones y recaudación de cuotas.
A pesar de la transferencia del Ingreso Mínimo Vital a Euskadi en marzo de 2022, las más de veinte transferencias pendientes desde el acuerdo de 2020 no han avanzado, a pesar de las propuestas detalladas del Gobierno vasco en áreas como meteorología, gestión del litoral, fondo de apoyo a la cinematografía, inmigración y transporte ferroviario.