El Gobierno de Pedro Sánchez sigue haciendo malabares para ocultar los datos reales del paro.
A pesar de que el PSOE-Sumar se comprometió, el 4 de enero, a proporcionar los datos de fijos discontinuos inactivos, ya han pasado 300 días y no existe ninguna estadística oficial publicada.
Esta figura contractual se ha disparado con la reforma laboral y permite al empresario desactivar al trabajador en periodos de menos actividad. En esos momentos, siempre y cuando haya cotizado lo suficiente, puede cobrar una prestación por desempleo. Sin embargo, el SEPE no los registra como parados.
En los últimos dos años, el número de trabajadores con contratos fijos discontinuos se ha duplicado, y cada vez son más los expertos económicos que advierten sobre la falta de representatividad del dato de desempleo registrado. Es importante tener en cuenta que esta cifra no abarca a toda la población desempleada, sino solo a aquellos que se registran en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Actualmente, existen dos datos públicos disponibles, proporcionados por los Ministerios de Seguridad Social y Trabajo, que arrojan luz sobre esta situación. Por un lado, se encuentran las estadísticas de afiliados con contratos fijos discontinuos, es decir, aquellos que están empleados durante ciertos meses del año. A finales de septiembre, esta cifra superaba el millón de personas, en comparación con las 434,000 registradas en el mismo mes del año 2021, según los datos del Ministerio de Seguridad Social.
Por otro lado, también se publican datos sobre los trabajadores con contratos fijos discontinuos que reciben prestaciones contributivas por desempleo en un mes determinado. En agosto, esta cifra ascendía a 201,296 personas, un aumento del 64% en comparación con las 122,731 personas registradas en el mismo mes del año anterior, según el SEPE, un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo. Estos datos revelan un crecimiento significativo en la cantidad de personas que dependen de estas formas de empleo intermitente, lo que subraya la complejidad de la situación laboral actual.
Lo que no se ha hecho público y se ha estado exigiendo al Gobierno desde finales del año pasado es el dato completo sobre los trabajadores con contratos fijos discontinuos que están inactivos y se registran en el SEPE, pero que no se cuentan como desempleados. Se estima que esta cifra ronda alrededor del medio millón de personas, aunque el número total de trabajadores con contratos fijos discontinuos inactivos sería siempre mayor, ya que no todos se inscriben en el SEPE.
Esta cantidad se puede aproximar observando la evolución de la categoría en la que se incluyen (demandantes de empleo con relación laboral), pero aquí también entran otros grupos de trabajadores, como aquellos afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y los demandantes en situación de adscripción por colaboración social. En este contexto, se ha instado al Gobierno en repetidas ocasiones a proporcionar datos desglosados para entender mejor la situación y tomar medidas adecuadas.