Repsol no da marcha atrás en su reto al Gobierno de Pedro Sánchez.
Si hace menos de una semana la energética ‘avisaba’ al PSOE y Sumar que su acuerdo iba en contra del proyecto industrial de la compañía en España (por su descomunal sablazo fiscal), ahora la firma da un paso afrente y deja en ‘pausa’ un proyecto de 200 millones en Bilbao, como informaba el presidente de Petronor, y va de la mano de las inversiones valoradas en 1.250 millones en proyectos industriales similares en Cartagena y Tarragona.
La incertidumbre jurídica y fiscal en el país ha llevado a Repsol a tomar decisiones sobre varios de sus proyectos, incluyendo la ‘ecoplanta’ en Tarragona valorada en 750 millones de euros. Esta planta, diseñada para tratar y transformar residuos sólidos urbanos no reciclables en metanol circular, era fruto de una alianza entre Repsol, la tecnológica Enerkem y el industrial Agbar, con planes de operar en 2026. Se esperaba reciclar 400.000 toneladas de residuos al año, equivalente al consumo anual de 800.000 personas.
En Tarragona, Repsol también tenía planes para instalar «el mayor electrolizador de España» en su refinería, con una capacidad de 150 megavatios (MW) y una puesta en marcha programada para 2026. Este proyecto, valorado en 300 millones de euros, tenía una segunda fase proyectada para iniciar en 2027, incrementando la capacidad de producción de hidrógeno renovable a 1,000 MW. Repsol había obtenido fondos europeos del programa Innovation Fund para este proyecto.
Además, Repsol tenía un proyecto similar en su refinería de Cartagena, con una inversión de aproximadamente 215 millones de euros y la creación de alrededor de 1,100 empleos en diferentes fases de construcción y puesta en marcha. Este proyecto, desarrollado junto con Enagás Renovable y Engie, tenía el objetivo de estar operativo en 2025 y fue calificado por la Comisión Europea como ‘Estratégico y de Interés Común Europeo’. Sin embargo, ahora queda en cuarentena debido a la situación de incertidumbre.

Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Repsol
Bilbao
Repsol ha decidido poner en «stand-by» la construcción de una planta industrial para producir combustible sintético a gran escala en Bilbao, según anunció el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra. Esta decisión se debe a la ausencia de un marco jurídico «previsible» en España. Este proyecto representa la tercera fase de los planes de Repsol para el hidrógeno en Bilbao.
La primera fase de estos planes ya está en funcionamiento con un electrolizador de 2,5 MW, capaz de generar 350 toneladas anuales de hidrógeno renovable, utilizado principalmente en la refinería de la compañía. Se esperaba que para 2025 se uniera a esta producción un electrolizador adicional de 10 MW, y hasta el momento, se contaba con 100 megavatios adicionales para este proyecto.
La tercera fase, ubicada en Muskiz (Vizcaya) y valorada en 200 millones de euros, buscaba descarbonizar la gran refinería de Petronor en Muskiz y suministrar hidrógeno renovable a los clientes industriales en el área de Gran Bilbao. Sin embargo, la falta de un marco jurídico estable ha llevado a Repsol a posponer la inversión en este proyecto.
Esta decisión se suma a los bloqueos experimentados por Repsol en tres de sus cinco refinerías en España, lo que representa los primeros pasos ante la incertidumbre generada por las decisiones políticas que no garantizan el retorno de las inversiones. A pesar de esto, Repsol sigue comprometido con su apuesta por todas las tecnologías que le permitan alcanzar una capacidad de 552 MW en 2025 y 1,9 GW en 2030 en la cadena de valor del hidrógeno renovable, con una inversión prevista de 2.549 millones de euros hasta 2030. La única incertidumbre que permanece es si estos proyectos se llevarán a cabo en España o no.